2012: Una retrospectiva (I)

Se nos va el año: 2012 se acaba, nos hacemos viejos, se nos echa el tiempo encima. ¡No pasa nada! Hemos tenido suerte y el mundo no se ha acabado, gracias a Quetzalcóatl, así que todavía tenemos tiempo de repasar los juegos que nos han acompañado durante estos meses. 2011 fue un año muy bueno, la verdad, pero 2012 ha sabido mantener muy bien el tipo. Nos lo hemos pasado bien, hemos reído, hemos llorado; ha sido completo, vaya. Estos son todos los análisis que hicimos durante el año; empecemos por los cuatro primeros meses. Con los Reyes Magos todavía de camino pudimos disfrutar de una buena ración de plataformas con ese Mighty Switch Force! de 3DS que, por cierto, está también en alta definición para Wii U. Super Crate Box nos alegró los móviles, recién llegado desde los ordenadores, de forma inesperada y muy hermosa; menos hermoso fue uno de los que esperábamos con ganas en PC y acabó siendo un bluff de dimensiones mastodónticas: Postal III, la tercera parte del simulador de provocar terribles caos cotidianos. Creo que nos olvidamos de Dustforce demasiado pronto, pero es una pequeña obra maestra independiente que todos deberíais jugar en cuanto os sea posible. Este año le hemos metido caña a los juegos humildes, y aquí tenemos este Q.U.B.E., o este Unstoppable Gorg o este Quarrel. Una de cal y otra de arena para dos juegos portátiles, uno en 3DS y otro en iPhone, que nos llegaron acabando ya el mes de enero: el genial Resident Evil: Revelations, quizá la entrega más fresca y disfrutable de la serie, y Run Roo Run, la intentona en iOS de 5th Cell, los de Scribblenauts, que está bien pero. ¡Febrero! Ni tiene tantos días como el resto de los meses ni puta falta que le hace: si intentáis decir de carrerilla todos los juegos que analizamos en estos 29 frenéticos días, seguramente se os tengan que llevar al hospital. Después del curioso (y, de nuevo, ahora también disponible para Wii U) Puddle y el espacial SOL: Exodus empezó la tralla: horas y horas de sueño acumulado jugando muy a fondo Final Fantasy XIII-2, muchos sentimientos acumulados con Catherine, muchas monedas ahorradas con la versión para consolas de The Simpsons Arcade Game, muchos demonios exteriores con The Darkness II… Pero no fueron los únicos, claro. Estuvo Shank 2, estuvo SoulCalibur V, estuvo el exitazo indie, y todavía uno de los juegos más interesantes del año, Dear Esther; hubo estrategia (Oil Rush), hubo ritmo (Beat Sneak Bandit), hubo enfados (Asura’s Wrath), hubo un poco de todo. Analizamos WARP justo antes de Syndicate y Grand Slam Tennis 2, tres juegos de Electronic Arts muy distintos, y las aventuras de nuestro Stephen King particular continuaron en el controvertido Alan Wake’s American Nightmare. Vita echó a andar y con ella nuestros primeros análisis de sus juegos: Uncharted: El abismo de oro, Reality Fighters y WipEout 2048 fue nuestro trío de febrero, aunque, aviso, no nos quedamos en esos tres. Entre descargables (Dillon’s Rolling Western) y físicos (Tekken 3D Prime Edition) cerramos el mes en 3DS, pero todavía nos dio tiempo a escribir sobre dos juegos importantes: el estrafalario y divertido Binary Domain y el espectacular SSX, uno de los arcades del año sin ninguna duda. Y entonces… La vida sigue: con el alma más pura y la mirada más limpia pasamos a Vessel y Auditorium, reeditado en Steam, Street Fighter X Tekken y Kingdoms of Amalur: Reckoning, nos enfrentamos a decepciones como I Am Alive y a sorpresas como Ridge Racer Unbounded. Grandes epopeyas espaciales llegaban a su fin (Mass Effect 3) mientras otros se enfrentaban a la ambientación cósmica con más sentido del humor y con una legitimidad injustamente puesta en duda (Angry Birds Space); nos dio tiempo a ir en avión en JASF: Jane’s Advanced Strike Fighters y en coche en Twisted Metal, dos medianías a las que a veces apetece jugar, pero sobre todo nos dio tiempo a ir volando con las alas de Pit: Kid Icarus Uprising, uno de los juegos favoritos de alguno de por aquí, sorprendió por innecesario, por excesivo y por maravilloso. No nos olvidamos del catálogo de una Vita que luchaba por hacerse oir sin tener, quizá, demasiado que decir: apostó sin demasiado éxito por ModNation Racers: Road Trip, pero también estuvieron Lumines: Electronic Symphony y Everybody’s Golf Vita para salvar la papeleta. Este último sigue siendo de lo mejorcito para Vita. En el resto de marzo hubo juegos buenos (FIFA Street, Sine Mora, New York Crimes) y juegos mediocres (Fun! Fun! Minigolf Touch!, Blades of Time, Ninja Gaiden 3), y también estuvo Kinect Rush: Una aventura Disney Pixar, que quizá se escapa de nuestro campo de acción: ya decía Pep que es «un buen regalo, pero no (…) un buen juego». Volvió Resident Evil con peor fortuna, con un Resident Evil: Operation Raccoon City que no acabó de convencer a nadie. Naruto: Ultimate Ninja Storm Generations se descubrió como una buena opción para los fans del personaje. SpeedThru: Potzol’s Puzzle fue una revisión del juego de puzzles de Wii que vino a poner otro ladrillo en el catálogo de la eShop de 3DS, más y más sólido a medida que avanza el año. Fibble y 8bit Ninja nos dijeron menos de lo que nos gusta que nos digan los juegos de iPhone, y eso que tampoco solemos esperar demasiado de ellos. Rhythm Thief y el Misterio del Emperador no consigue reemplazar a los grandes del ritmo de DS, pero la mezcla de Layton con Ouendan no salió para nada mal.

Y de pronto, varios indies que nos dejaron de piedra. Lone Survivor hizo más por el terror de lo que los popes del género han podido hacer en años; Botanicula es una de las experiencias más agradables del año; Legend of Grimrock es, dicen (lo tengo, pero todavía no lo he jugado), canelita fina para dungeon crawlers. Y Fez: claro, Fez, la esperadísima y no exenta de polémica obra maestra del ya imprescindible Phil Fish. Pocos juegos demuestran tanto y tan bien como este, y Journey, que ya no hay motivos para distinguir entre juegos comerciales y juegos independientes. El resto del mes, sin mucha sorpresa pero con alguna alegría: el genial Tribes: Ascend o el encantador Noitu Love 2: Devolution nos dieron muy buenos ratos, y qué decir de Trials Evolution, otro de los mejores juegos del año. Shoot Many Robots, Gunman Clive, Risen 2: Dark Waters y Prototype 2 son la base sobre la que se alza, coronando este abril letal, esta estatua del ying y el yang apocalíptico de las franquicias licenciadas: la mezcla de Kinect Star Wars, casi necesariamente indigesta, se nos fue de la cabeza muy pronto en cuanto llegó uno que nos ha ido dejando con el culo torcido, sin prisa pero sin pausa, durante todo el año: el primer episodio de The Walking Dead, esa inesperada obra maestra de Telltale basada en el cómic, luego serie, de Robert Kirkman.

Vaya cuatro primeros meses para 2012. El resto no fueron mucho menos movidos, por suerte; atención los próximos días, que seguiremos repasando lo que hemos jugado. ¡Y que no se os olvide contarnos qué tal os ha parecido a vosotros este año!