Llevo ya una semana y pico surcando los mares con gente desconocida en Sea of Thieves. Estoy evitando a propósito la que se supone es la «experiencia recomendada» (que supongo que consiste en juntar a un grupo de amigos para jugar con ellos, comunicándose de viva voz; es la que se suele mencionar cuando se habla del juego) en busca de maneras distintas de relacionarme con los siete mares. Hallazgo número uno: jugar sin prisas es un gustazo.
Estos días he estado felizmente alejado de mi Xbox One, así que he vivido Sea of Thieves como espectador. Se ha hablado de Prod1gyX, como sabréis: un tipo que, gracias a la ayuda de su comunidad de fans en Twitch, consiguió alcanzar el nivel 50 en las tres compañías. El hito fue recibido con cierta amargura por una parte de la comunidad de Sea of Thieves, que incluso puso en marcha el hashtag #NotMyPirateLegend para dejar claro que no estaban de acuerdo con los métodos utilizados por Prod1gyX para lograr la hazaña. Otra gente ha aplaudido al pirata; me recuerda a lo que pasó con Francis Drake, condenado como un criminal en España y celebrado como Sir por la Reina de Inglaterra.
Por resumir, lo que hizo el tal Prod1gyX fue colaborar con sus fans para picotear reputación vendiendo los botines de la gente que se prestaba a ello; el objetivo final era que el streamer alcanzara el estatus de leyenda lo antes posible. Aunque también tuvo que poner de su parte (al parecer algo menos de una cuarta parte de su reputación se debe a este trabajo colaborativo; el resto lo consiguió jugando mucho, y frente a un público), lo cierto es que es interesante cómo una comunidad ha utilizado de forma creativa la laxitud del juego por un objetivo común; si tú robas un cofre que no es tuyo y lo vendes, la reputación va para ti, por lo que es perfectamente posible regalar cofres, calaveras o jaulas con animales para ayudar a otras personas a avanzar.
Ha sido divertido ver a la gente discutir sobre si ha hecho trampas o no. Otro streamer, SniperNamedG, también consiguió el triple nivel 50 más o menos a la vez que Prod1gyX, pero él lo consiguió después de jugar en directo durante 21 horas seguidas. Este esfuerzo ha sido mejor recibido, como era de esperar. Yo no sé cuál de los dos es más legendario, o qué leyenda tiene más mérito, pero en estos días alejado de los mares sí he empezado a conocer a piratas por su nombre (o su nick), a leer relatos casi fantásticos sobre los engaños y abusos de unos y las sobrehumanas sesiones de exploración y pillaje de otros, como debía de ocurrir con los piratas de verdad, conocidos precisamente por utilizar métodos dudosos para conseguir sus objetivos. Hallazgo número dos: nunca llueve a gusto de todos.
(El siguiente vídeo tiene spoilers, claro, así que cuidado.)
Todo este asunto de los piratas legendarios me hizo recordar el buen sabor de boca que me dejó la última partida que jugué antes de guardar temporalmente la pata de palo. Mis días de soledad ya están lejos; después de pelearme con los mares durante un buen tiempo con mi barquito, apañándome como bien podía para hacerlo todo yo solo, decidí formar parte de una tripulación más grande para, cooperando, acometer misiones más complicadas sin sudar sangre de manera innecesaria.
Ha habido un poco de todo. Me he cruzado con gente que se tomaba el juego muy en serio, tripulaciones en las que cada pirata tenía su papel y lo asumía de forma natural, recibiendo y acatando órdenes sin rechistar; dando las gracias y pidiendo perdón, incluso. He jugado con gente tremendamente comprometida que llevaba una camisetilla de principiante; he aguantado a gente caótica y muy desagradable que ya tenía suficiente oro para comprarse unos cuantos atuendos más o menos avanzados. En una ocasión, después de un buen rato intentando convencer a tres inútiles integrales de que debíamos ir a una isla en la que aguardaban cuatro capitanes que podían proporcionarnos un botín muy jugoso, vi cómo uno de ellos subía al palo mayor. Imaginé que su idea era avisar si veía algo, pero se puso a tocar el acordéon, sin más. Llegamos a nuestro destino y el tío seguía tocando música, tranquilamente. Nos deshicimos con mucho esfuerzo de los cuatros esqueletos y recogimos sus calaveras; las cargamos en el barco escuchando la musiquilla desde lo alto del palo mayor. Vendimos las calaveras, resignados, mientras el tipo seguía a lo suyo. Hallazgo número tres: es inútil buscarle un sentido a todo.
Mi mejor partida, sin embargo, fue una en la que asumí el papel de capitán de una tripulación horrible, que jugaba de una forma que consideré y considero estúpida y que me estaba tocando, en fin, muchos los huevos. Una cosa que me gusta de Sea of Thieves es que a menudo tienes que tratar con gente impertinente: es como Twitter. Me costó, pero finalmente conseguí que aceptaran la travesía que había propuesto y se pusieran en sus puestos mientras yo manejaba el timón. Les puse en vereda, o eso creía yo: traicionado por mi propia tripulación, acabé con los huesos en la celda, mi mayor temor en esta vida.
Aproveché ese rato a la sombra para apuntar algunas cosas que me hicieron gracia:
1) Conseguí que uno de los insurrectos pensara que me había escapado apagando la luz de la celda y tirándome a dormir en el suelo.
2) Por pura casualidad, llevaba el cubo lleno de agua cuando me metieron en la celda, así que aproveché para tocar las narices. Cuando escuchaba a alguien acercándose, tiraba agua al suelo para que se alertase y bajara a achicar. En ese momento, recogía el agua y me ponía a bailar. En una de estas, uno de los insurrectos se me quedó mirando fijamente, como preguntándose cuál era el propósito de ese troleo tan light. Le vacié el cubo en la puta cara y recogí otra vez el agua. Se marchó aparentemente frustrado.
3) Uno de los insurrectos bajó a la bodega, corrió hacia el fondo y estuvo un buen rato mirando a la pared. Me recordó a la famosa escena de The Blair Witch Project.
En una de estas, empecé a escuchar un montón de ruido y vi cómo la bodega se llenaba de agujeros. Escuché disparos y cañonazos mientras el nivel del agua subía y subía, y lo único que pude hacer fue morir en soledad, traicionado por mi tripulación, sin saber exactamente dónde estaba ni qué era lo que había llevado a mi otrora glorioso galeón al fondo del mar.
Cuando revivimos, el barco estaba cerca de un puerto, yo estaba fuera de la celda y no tenía ninguna gana de seguir con esa gentuza, así que decidí poner en práctica mi aproximación experimental a Sea of Thieves y mandé a ese trío de desgraciados a la mierda, me tiré al agua y nadé hacia un pequeño barquito de una sola persona que estaba a la vista. A lo lejos vi a un pirata vendiendo una jaula de pollos; supuse que era el dueño del barco. Ofuscado por mi mala experiencia en la celda, decidí abrazar la vida criminal y robar el barco. ¡Hasta nunca, carajaula!, grité en mi casa, momentos antes de que el pirata en cuestión hiciera respawn en su barco y me pillara con las manos en la masa. Sacó su espada y se puso frente a mí, pero no hizo nada; yo, desarmado, solté el timón y le pedí perdón sin saber muy bien qué iba a pasar. Para mi sorpresa, bajó al mapa, marcó el sitio al que quería ir y cogió el timón para cambiar el rumbo, pero no me hizo nada.
Durante un rato simplemente siguió a lo suyo sin hacerme caso, pero cuando vio que le ayudaba con las velas y las direcciones me empezó a dar las gracias. Surgió una colaboración muy bonita. Hicimos varias misiones juntos; como yo no tenía forma de saber cuál era la misión (podía ver la travesía en la mesa, pero no tenía el mapa en mi inventario), él se acercaba y me enseñaba el papel para que estuviera al tanto de qué había que hacer. Desenterramos varios tesoros y matamos a varios capitanes esqueleto, y a la hora de volver con el botín me permitió vender la mitad. Me acostumbré a ver la bengala que me permitía volver a mi barco de la que íbamos de una isla a otra, y aprendí a ignorarla; ya no tenía una tripulación, y no sé si el juego bloqueó la entrada de nuevos jugadores a mi partida, pero el caso es que estuve una hora y pico jugando con esta persona aunque técnicamente no estábamos en el mismo barco.
Fue un experimento muy estimulante, aunque la manera en que llegó a su fin fue agridulce. Mientras surcábamos los mares siguiendo la pista de un mapa que habíamos encontrado en una botella, nos cruzamos con un barco grande que decidió atacarnos. Mal asunto. Aunque hicimos todo lo posible por defendernos y, al ver que no era posible, huir, un disparo malintencionado acabó con la vida de mi improvisado compañero de aventuras; el galeón siguió lanzando cañonazos y abriendo agujeros en nuestro barquito a buen ritmo. Descubrí con amargura que no podía colocar tablones para tapar el desastre porque no era mi barco; de eso tenía que encargarse mi compañero, que en ese momento estaba en el otro barrio. En el tiempo que tardó en volver de entre los muertos el barco ya estaba en el fondo del mar.
Nuestros caminos se separaron y apagué la consola, triste porque no tenía ninguna forma de contactar con esa persona para darle las gracias por la buena partida y por haberme aceptado en su barco. Son este tipo de experiencias las que me hacen seguir jugando a Sea of Thieves, y las que creo que hacen que el juego de Rare sea tan valioso e interesante; creo que también son las que hacen que tanta gente sienta rechazo hacia él, porque, narrada de otra forma, esta historieta podría ser el tipo de partida pésima que enfada a más de uno. Eso es otro tema y habrá que hablar sobre él en algún momento; ya llegamos. Mientras tanto, hallazgo número cuatro: ser amable te abre todas las puertas.
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Jamas imagine que me pudiera interesar tanto lo que escribe un analista de videojuegos hasta que empeze a leer a chiconuclear (empeze en esto el 2o año de vida de ps4 leyendo hobbyconsolas xd)
Dios, estoy llorando. Que final más triste.
Y que juegazo sea of thieves.
Grande.
Gran experiencia @chiconuclear , la verdad que el juego deberia dar la oportunidad de crear tripulacion «al vuelo» en este tipo de casos.
Con este juego las posiblidades me parece casi ilimitadas, el otro dia un colega y yo imaginabamos una partida muy simple de planteamiento en la que dos barcos muy grandes (20 tripulantes por navio) se enfrentasen… mientras una tormenta arrecia los dos barcos, solo espero que sea cuestión de tiempo.
Lo que ha creado RARE es dificil que cale de cara al jugador medio de multiplayers on line o MMO porque la propuesta es arriesgada y diferente a todo, no es solo que la base sea la hostia, es que con solo la base el juego siempre vuelve a reclamarte o te tiene pensando en él cuando no juegas.
Para mi es lo mejor que he jugado on line nunca, no pasa partida sin dejarme un momento, o varios, para el recuerdo, creo que estoy reventando el contador de horas del juego.
Gran relato y maravilloso juego.
El relato ya tiene más cuerpo que el juego. Soy Rare y lo incluyo como DLC.
Joder qué buena la anécdota del perdón y nacimiento de esa amistad. El guión que te has montado tú (que ha surgido, perdón) en ese trocito de juego, es mejor que el guión del 90% de los juegos.
Alucinante.
A mi me pasó algo parecido a lo que cuentas al final de tu historia pero acabó con un trabucazo por la espalda en el outpost. Alguien tenía que enseñarle a ese marinerillo de agua dulce que no es buena idea darle la espalda a un pirata con jarras de grog en las velas de su barco.
Abandoné asqueado y aburrido Sea of Thieves, pero me encantan estas historias que contáis los que aún seguís navegando y desenterrando cosas.
Jo, jo, jo ! Que gran pirata sos !
Creo que en este tipo de juegos, los análisis no tienen tanta importancia como las historias que surgen. Gracias @chiconuclear, sin tener interés en jugar el juego, me has hecho partícipe de tus historias
Maravilloso texto, Víctor. Es un lujo ser testigo de tus historias.
Magnífico, Víctor. Y muy de acuerdo con lo que comentas, anoche lo estaba leyendo y no podía parar, pero si me hubiera pasado a mi un 10% de lo que tú cuentas habría acabado hasta los huevos y seguramente habría hecho un rage quit. 🙄
Encontré una botella que arrastraba el mar y dentro contenía un papiro con los hechos verdaderos:
«El maleante al que le perdoné la vida por robarme mi barcaza me llevó hacia una vil trampa en la que nos atacó su vieja tripulación y el maldito me atacó por la espalda en cuanto pudo……»
Rescatando al soldado Ryan ya lo había previsto.
En fin.
Aviso a navegantes: Si haces el saludo de tocarse el gorro con la mano hacia un jugador le llega una solicitud de amistad
Que maravilla, @chiconuclear, gracias. Ojalá sigas con esta «serie», yo al menos me he quedado con ganas de más.
@cafe