Las rebajas de Steam de otoño: últimas oportunidades

Black Friday; Cyber Monday; con la noble intención de dejar su marca en la Historia del Capital, AnaitGames (la primera web de videojuegos en castellano) propone ahora el Vapor Tuesday, una efeméride dedicada a aprovechar las últimas doce horas de las rebajas de otoño de Steam gracia a una ristra de propuestas seleccionadas a mano por la redacción de esta Santa Institución. 

La cosa ha ido así. Cada persona de las que componen nuestro pequeño pero peleón equipo humano ha elegido unos cuantos juegos rebajados, de ayer y hoy, y ha aderezado la selección con un pequeño párrafo ensalzando sus bondades o razonando el atractivo de la compra. Bajo la mentira de que sus nombres aparecerían asociados a su texto, cumplieron con la petición; se publican a continuación desordenados y sin firma. ¡Qué troleada! Como fuere, son juegos muy buenos y cuyas ofertas son suficientemente jugosas como para que la única reacción sea la de los brokers agresivos de las pelis de los 80: «¡compra, compra!»

Lamentablemente cabe la posibilidad de que el Vapor Tuesday solo caiga una vez cada equis años, porque lo mismo el año que viene las rebajas de otoño tocan en miércoles o en lunes, así que celebremos con frugalidad y pasión esta festividad efímera y novísima. Va por ustedes.

Keep Talking and Nobody Explodes (4,94)

La única habilidad que se necesita para disfrutar de Keep Talking and Nobody Explodes es la de comunicar correctamente. Se trata de un juego cooperativo en dónde solo uno de los participantes se sienta frente a la pantalla. El otro, manual en mano, intentará entender qué está viendo el primero. Con una ambientación absolutamente mínima: una sala, una mesa, un tic tac constante y poco más, Keep Talking and Nobody Explodes se las apaña para ser un juego inmersivo en el que la tensión sacará lo mejor o peor de cada uno de los jugadores.

Fidel Dungeon Rescue (4,99)

Uno de los mejores juegos de puzzles de los últimos tiempos, Fidel Dungeon Rescue es un genial roguelike en el que, como en el ajedrez, aprender aperturas y pensar con varios turnos de antelación es clave para superar los niveles generados proceduralmente. El sistema de reglas poderosísimo está tan bien engrasado que solo se nota cuando piensas en él, y en la soltura con que se las apaña para que cada partida sea un reto nuevo e interesante. [Análisis]

Yakuza 0 (13,39)

O la amas o la odias, con la saga Yakuza no hay término medio. Esta mezcla de juego de lucha, intrigas mafiosas y melodrama japonés domina perfectamente el arte del mamarrachismo y no es que no dude en utilizarlo, sino que no pierde ocasión para hacerlo. Sin embargo, Yakuza 0 es mucho más profundo de lo que podría parecer y refleja la sociedad japonesa de los ochenta y la riqueza de las calles de Kamurocho con una precisión casi documental. Y hay gatos. Y hay karaoke. [Análisis]

The Red Strings Club (5,09)

Uno de los juegos del año, lo último de Deconstructeam es una historia cyberpunk sobre megacorporaciones que controlan la manera en que nos sentimos, implantes artesanos que modifican tu forma de enfrentarte al mundo y otras maneras más tradicionales de experimentar con las emociones, como la coctelería. Un ejemplo muy especial de cómo contar historias en videojuegos de una manera inconformista y única. [Análisis]

Fallout: A Post Nuclear Role Playing Game (2,49)

Vengo de pasar más horas de las que me habría gustado en la Appalachia de Fallout 76, y en vista de las insoportables carencias de que hace gala pensé en aprovechar estas ofertas otoñales para comprarme el primer Fallout por el precio de un café con leche y medio y jugarlo, shame on me, por primera vez en mi vida. Aún no he tenido tiempo de estar muchas horas con él, pero puedo recomendar y recomiendo, no sin algo de socarrona mala leche, que quienes se hayan sentido traicionados con Fallout 76 pueden encontrar en el juego seminal de Interplay ese rolazo occidental denso, rocoso, californiano pero diría que con cierta influencia europea, con gran capacidad de desarrollo de personaje, del que en la última entrega de Bethesda no hay, mucho me temo, ni rastro.

American Truck Simulator (4,99)

El gran placer contemplativo digital de esta década no es un acuario simulado en 8K en la pared del despacho de un ejecutivo ni uno de esos jardines zen de arena y rastrillo para móviles entre el esnobismo impostado y el surrealismo cyberpunk; es ponerse una gorra grasienta y estar tres días sin pasar por la ducha (esto es importante, el olor a uno mismo) al volante de una bestia mercante de dieciocho ruedas a lo largo de las rutas de la Costa Oeste acompañado del hilo musical de una emisora local donde un veterano mascador de tabaco recomiende éxitos del country con frases sucintas y graves a través de un bigote áspero como un matojo seco en el desierto.

Little Nightmares (5,99)

Little Nightmares es sugerente. Un juego de terror en donde la tensión no viene del monstruo que te persigue o del asesino con su cuchillo afilado, sino de una ambientación retorcida y surrealista, demasiado siniestra para la niña que controlamos. Pero Little Nightmares, ante todo es una historia de terror cuyos puzles, monstruos y escenarios se quedarán con nosotros mucho después de llegar al final. Un buen relato, magníficamente bien ejecutado, al que se sobran ideas y le faltan minutos. [Análisis]

The Forest (11,24)

En una época rebosante de juegos de supervivencia, el mejor juego de supervivencia es en realidad un juego de terror. La llegada de un survivalista televisivo experto a una isla virgen tras un accidente de avión le enfrenta a la brutalidad de una tribu de nativos con mutaciones que tiene costumbre de practicar con los turistas un tipo de canibalismo creativo que ríete tú de Ferran Adrià. Una historia contenida en cierto modo testimonial que sirve de excusa para una de las experiencias más tensas del género, con unos nativos que primeros observan dudosos y poco a poco juntan valor para atreverse a agredir al jugador. Y un sistema de interacción con el entorno lleno de eso que Pep llamaría «fisicidad».

Mushihimesama (7,99)

Hay géneros en los que ciertos estudios son garantía de calidad. Cave es uno de esos estudios: el género de las naves (shmup para los amigos íntimos) le debe tanto que hoy es difícil no ver su influencia en todos lados. Aunque su título más conocido es DoDonPachi, merece la pena también visitar el resto de su producción; Mushihimesama es otro de los mejores, y llegó a Steam con un precio algo elevado, por lo que merece mucho la pena aprovechar estos momentos para hacerse con uno de esos juegos que primero parecen muy cortos y luego, cuando aprendes a jugar, casi abruman, por inabarcables. [Análisis]