Te estás poniendo pinocho, viejo zorro

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

No todos los días tiene uno la oportunidad de encontrarse con un juego que se había mantenido fuera de los canales oficiales durante más de veinte años. Cancelado antes del lanzamiento de Nintendo 64, Star Fox 2 es el tipo de secuela ambiciosa y arriesgada con la que Nintendo, enemiga de los riesgos innecesarios, no suele asociarse a menudo. Un día, esta segunda parte iba a ser una suerte de roguelike donde Fox y familia se enfrentan a una nueva amenaza intergaláctica mientras mantienen un ojillo puesto en el monitor que indica qué tal está Corneria, en constante amenaza, por si hay que volver a toda prisa para detener a las fuerzas invasoras.

Así, el planteamiento es algo más complejo que el del primer Star Fox, que en realidad es más o menos un shmup maquillado con unos gráficos en 3D enormemente rudimentarios. Decía Enrique Alonso que el chip Super FX (un día, el más importante avance tecnológico que la humanidad había conquistado; del Progreso de nuestra civilización se informaba vía VHS, y este chip era la cima) era una «sopa de amebas que precede a la vida pero jamás podría competir con ella»; con Star Fox 2, Argonaut quería hacer alta cocina actualizando su caldo con el chip Super FX 2.

Ese plus de complejidad se ve en lo visual pero sobre todo en la estructura y alcance del juego. Las rutas múltiples del primero mutan aquí para añadir una serie de decisiones a la operación contra Andross: hay que elegir qué miembro del equipo te acompañan (al cuarteto original se suman Miyu y Fay, dos nuevos personajes que tuvieron la mala suerte de debutar en un juego que nunca salió; ahí se quedaron), si dejamos a nuestra pareja en barbecho para conservar la salud, en qué dirección nos movemos para combinar el avance hacia la guarida de Andross con la protección de Corneria frente a los ataques del Emperador barra científico maligno barra demonio cósmico… Es un juego, pues, dividido en dos. Por un lado está la parte estratégica, que nos obliga a gestionar correctamente los tiempos y las unidades en un entorno siempre cambiante e impredecible.

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

Por otro, tenemos la parte que hereda más directamente del primer Star Fox: el descenso a los planetas, la parte de shooter. Aquí lo principal sigue pareciendo el despliegue de medios, que parecía magia en su época y que hoy se puede ver como un intento cándido de apretar más de lo que se puede abarcar. La sencillez del Star Fox original se combina aquí con una mayor variedad de situaciones; uno de los añadidos más vistosos es la inclusión del Walker, el vehículo terrestre bípedo que hoy conocemos por su presencia en Star Fox Zero, el polémico juego de PlatinumGames (un estudio muy aficionado a este tipo de guiños) para Wii U. El mayor número de situaciones individuales le quita un poco de peso al conjunto del juego, quizá; hay un toma y daca interesante entre la complejidad y profundidad generales, entre esa ambición más clara en la parte estratégica, y las escaramuzas contra bases, planetas o el infame comando Star Wolf, algo más breves y livianas (y sencillas, incluso) que los niveles del original.

Star Fox 2 habría sido, aun así, revolucionario en su época, a pesar de las estrecheces y los pesos mal distribuidos: a mediados de los 90, de una forma no muy distinta a lo que ocurre hoy día, eran estos juegos raros y que parecían desbordar a la máquina que los ejecutaba los que más fascinantes resultaban. Antes de que todas estas ideas se llegaran a materializar en forma de cartucho, sin embargo, Nintendo pegó un volantazo y decidió cancelar Star Fox 2.

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

El desarrollo de Star Fox 2 fue, si no turbulento, sí difícil de recordar con cariño. Sus responsables han hablado de mal timing (con Nintendo 64 a la vuelta de la esquina, Nintendo decidió centrar su aventura con la tercera dimensión en su nueva consola) y de ciertas ideas de Lylat Wars, este ya desarrollado por Nintendo, que recordaban a las suyas; también de problemas internos durante el desarrollo y de unos costes de producción demasiado elevados que, a un año de que la Banda del Mario metiera las barbas en el barreño de las tres dimensiones con la sucesora de Super Nintendo, hicieron que el proyecto se encontrase con más problemas de los que habrían sido óptimos para un juego tan ambicioso.

Uno de sus responsables, Dylan Cuthbert (entonces programador en Argonaut, el mismo estudio que se encargó del primer Star Fox), ha asegurado en alguna ocasión que la secuela estaba «totalmente terminada» en el momento de su cancelación. «La razón del no lanzamiento», explica Cuthbert, «fue la entonces inminente Nintendo 64, que por supuesto estaba pensada para ser lanzada antes de cuando acabó saliendo. Miyamoto-san decidió que quería que hubiera un cambio claro entre los juegos en 3D de SNES y los del sistema de 64 bits, nuevo y superior».

«En retrospectiva, podría haber lanzado Star Fox 2 y aún habría habido más de un año y medio antes de que se lanzara Nintendo 64», reconoce Cuthbert.

En ese momento era más difícil prever los retrasos, y la prioridad era la nueva consola. Sin embargo, Nintendo tomó buena nota de lo que Argonaut había hecho en Star Fox 2 y exploró algunas de sus ideas (alrededor de un tercio de Lylat Wars tiene su origen en Star Fox 2, según Cuthbert) en su propio juego de naves. Para Cuthbert, Lylat Wars (en Estados Unidos, Star Fox 64) «incorporó muchas de las nuevas ideas que creamos en Star Fox 2, pero no llevó, en mi opinión, el género un paso completo hacia delante. Star Fox 2 llevaba el gameplay en una dirección totalmente distinta».

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

Arriba: el stand de Star Fox 2 en el CES de invierno de 1995; foto de la revista británica Total!.

En el ciclo de la actualidad más pausado de la segunda mitad de los 90, esta cancelación pasó más desapercibida de lo que habría pasado hoy, sin duda. El tiempo pasó y el juego se quedó en un cajón mientras Argonaut se iba disolviendo, sus miembros se iban a otros sitios (Cuthbert, quizá la persona que más ha hablado de los entresijos de la creación de Star Fox 2, se marchó a California para trabajar en Sony) y Lylat Wars enterraba un poco el recuerdo de una secuela que nunca llegó a salir.

En 1999, Star Fox 2 se escapó de la jaula y llegó a internet en forma de ROM. Cuthbert ha explicado en alguna ocasión que él recibió con alegría una versión filtrada (de las varias que existen, «en varias condiciones», dice el programador) diez años después de la cancelación del proyecto. «Las que he comprobado», explica Cuthbert, «son antiguas y no tienen los elementos aleatorios de roguelike ni todos los enfrentamientos en su sitio, así que no tienes la sensación auténtica del juego que estábamos haciendo»; de esas ROMs sale buena parte del material que circula en internet sobre el juego.

Avancemos hasta 2017 y resulta que a Nintendo le ha dado por lanzar, veinte años después, ese Star Fox 2 que nunca llegó a Super Nintendo. Es una situación curiosa y bastante rara en una industria como la del videojuego, suficientemente joven y corporativa como para que no haya muchos Quijotes de Orson Welles; para sorpresa de todo el mundo, es uno de los juegos incluidos en esa Nintendo Classic Mini: Super Nintendo Entertainment System que recupera varios títulos clásicos y los empaqueta en una réplica en miniatura de la consola de 16 bits. Según Cuthbert (hoy presidente de su propio estudio, Q-Games), tanto la traducción al inglés como los últimos controles de calidad se realizaron en los últimos meses del desarrollo de Star Fox 2, antes de su cancelación, a pesar de que la decisión de no lanzarlo ya estaba tomada. Este lanzamiento oficial, pues, parece ser el juego que debía haber salido en su momento, con las últimas pinceladas no presentes en las ROMs filtradas.

Super Mes Mini #25: Star Fox 2

Pero ya hemos jugado a algo parecido a Star Fox 2, de hecho, aunque tuviera otro nombre. Años después de la infausta cancelación, Dylan Cuthbert trabajó de nuevo con Nintendo en otro Star Fox, esta vez en Nintendo DS y desarrollado por Q-Games. Quizá fue su oportunidad para resarcirse: el propio Miyamoto, según se explica en Nintendo Life, animó a Cuthbert y su equipo a retomar el camino que habían emprendido con la secuela inédita. Star Fox Command empezó siendo «muy parecido al Star Fox original», reconoce Cuthbert, pero el diseñador japonés les animó «específicamente a llevar el juego en la dirección de Star Fox 2, y me alegré de explorar esos planteamientos más estratégicos». Más adelante, Star Fox Zero también revisaba algunas de las ideas que se quedaron por el camino, no solo añadiendo el Walker como guiño sino a través de algunos niveles que parecen remakes de los ataques a bases de Star Fox 2.

Es un juego curioso y también una curiosidad, y también es un ejemplo muy estimulante de cómo las ideas y proyectos nacen y mueren y se transforman y se mantienen en el tiempo, flotando en el aire, asomando el hocico aquí y allá y encontrando nueva vida en otros juegos posteriores. Hay muchos casos similares, seguramente más de los que conocemos; quizá ese sea el valor principal de Star Fox 2: servir de ejemplo claro de uno de esos eslabones perdidos en los que no siempre es fácil pensar cuando se habla del caótico y confuso y maravilloso mundo del desarrollo de videojuegos, una pieza medio perdida que sirve para, hoy ya con el apoyo oficial de sus responsables, ampliar la imagen que tenemos de una compañía sobre la que se ha historiado tanto que parece casi imposible rascar algo nuevo.


Super Mes Mini #25: Star Fox 2

  1. cheno

    El command molaba bastante. Un gran olvidado.

  2. Koldo Gutiérrez

    Wow, recuerdo probar la rom en su momento, aunque creo que no tiraba del todo bien y, al tener ya el excelso Lylat Wars, acabar por no prestarle mucha atención. Así que lo del componente roguelike me ha volado la cabeza. ¿Podrías ahondar un poco en ello? Mira que tengo a Cuthbert en estima desde siempre, pero hacer algo así en un juego de SNES cancelado me parece muy ambicioso.

  3. Víctor Martínez

    @sabin
    Mi plan para este finde es jugarlo un poco a fondo y volver a escribir sobre él, pero básicamente en cada partida los encuentros y los ataques a Corneria son aleatorios, así que no siempre vale la misma ruta hasta el final. Es demasiado ambicioso, efectivamente, pero podría haberles salido peor. El mayor problema que acaba teniendo es que esa parte «roguelike» está súper focalizada y no afecta demasiado a los niveles normales, por lo que he podido jugar hasta ahora, pero la intención es bien buena. Si fuera de Nintendo solamente no se habrían atrevido a hacer esto jamás.

  4. nekomajinz

    Al final el juego esta oculto o viene de serie? Espero ir por fin a por mi snes mini mañana mismo. Si puedo la estreno con este.

  5. soyunpeluche

    Ellos sí que son mediocres … También calificaron igual al Alien isolation, no esperaba menos de ellos.

  6. Andrs78x

    Alguna comparativa técnica con el primero? Polígonos por segundo? Acerca la Super Nes al 32x? Volvamos a los 90!

  7. Piu Muñoz

    Lo de IGN es una meada fuera de tiesto, pero de las palabras de chiconuclear, tanto en el propio texto como en la réplica de más arriba, se deja entrever que el juego tampoco es que sea la panacea, ni jugado en 1995 ni hoy en día.

    Al menos eso me ha parecido leer entre lineas.

  8. nelo

    El primero me mareaba en su día y me parecía una experiencia estética desagradable (donde la super no dejaba de darme alegrías). Dicho esto, sobre el papel suenan dpm todas esas ideas para esta secuela, pero si me animo con ella será por pura curiosidad, no oigo su canto de sirena por ninguna parte.

  9. nothingmatters (Baneado)

    A mi la rom en su día me pareció flojucha. Poco mas que decir.

  10. Authority

    ¿Vais a sacar un librito de snes, como hicisteis con el de nes?

  11. Leamonde

    Starfox siempre me pareció sobrevalorado y no le acabé de coger el truquillo en su día.
    Rejugado varias veces, me sigue pareciendo soso, aunque reconozco cierto encanto en su estética.

    Siempre que lo veo me dan unas ganas tremendas de jugar al Rebel Assault.