Desde 2009, he jugado a Bayonetta en Xbox 360, en Xbox One, en Wii U, en PC, en Switch, en PlayStation 4, en Xbox Series X; hace no mucho, en julio, poco después de que se anunciara la fecha de lanzamiento de Bayonetta 3, decidí empezar una nueva partida en PlayStation 5, por algún motivo que ahora mismo no consigo recordar. A lo que voy es a que Bayonetta es un lugar seguro para mí; es un juego con el que he logrado tener una familiaridad que me resulta difícil de imaginar con otros. Es algo que no consigo quitarme de la cabeza cada vez que juego a Bayonetta 2, menos extendido que el original pero con el tiempo también celebrado como uno de los juegos de acción más contundentes de su época —una época, hay que reconocerlo, en la que el tipo de «juego de acción puro» que representa Bayonetta no es tan común como lo fue en su día—; me gusta Bayonetta 2 cuando se parece al primero, al que en cualquier caso siempre acabo volviendo porque en el fondo no hay nada más Bayonetta que Bayonetta. ¿Se entiende?
Después de jugar un poco a Bayonetta 3, dejadme ser optimista: lo mejor de esta esperada tercera entrega es que no quiere ser más Bayonetta que Bayonetta, que es imposible, sino más Bayonettas, en plural; más juegos, otros, algo distinto, lo que se traduce en un festín de ideas tan difícil de procesar como estimulante para quienes, como decía antes, llevamos más de una década con la Bruja de Umbra a cuestas.
Para ello, Platinum recurre al cada vez más manido (y aquí presentado de la forma más básica posible) recurso del multiverso para poner a Bayonetta a recorrer distintos lugares y épocas mientras se enfrenta a los homúnculos; no sabría decir dónde quieren llegar con esta nueva historia, aunque tengo sospechas, pero puedo confirmar que he disfrutado al máximo todas las cinemáticas, incorregiblemente anacrónicas e hiperbólicas. Bayonetta comprando el pan; Bayonetta irrumpiendo en un elegante cóctel en un crucero e improvisándose un traje de gala con los arreglos de tela que cuelgan de una pared; Bayonetta recogiendo con gracia las armas que Rodin, desde su food truck de Penpen Pizza, le lanza ocultas en cajas de cartón. Hay guiños al primer juego en toda la introducción (¡esa pelota de béisbol!), pero sobre todo se ve la misma energía caótica que tan impactante resultaba en los primeros años de Platinum; alegra seguir viéndola en los mejores proyectos del estudio.
Pero sobre todo reconozco que me va a dar placer saltarme las cinemáticas cuando, a la hora de la verdad, vuelva a jugar cada capítulo en busca de las medallas de platino puro: Bayonetta 3, al final, va de eso. En el combate es donde más violentamente chocan las nuevas ideas con las bases que estableció en su día el original. Lo fundamental es lo de siempre: el equilibrio entre la precisión y la espectacularidad es fantástico, con una lista de combos amplísima y herramientas de todo tipo para que los ataques fluyan y sientas que tienes control total sobre lo que está ocurriendo incluso cuando la balanza no se inclina a tu favor. Se juega como Bayonetta; se nota que estás jugando a Bayonetta cuando juegas a esta tercera entrega, como imagino que no podía ser de otra forma: creo que es comprensible que hubiera miedo a que no fuera así, sobre todo después de los últimos fiascos de Platinum, pero el primer par de capítulos lo eliminan por completo.
Hay cambios, y algunos son drásticos. Los sets de armas, por ejemplo, se han ido; ahora en vez de elegir un arma para las manos y otra para los pies, eliges una que se coloca automáticamente en ambas posiciones, aunque puedes, eso sí, elegir un arma A y otra B entre las que cambiar en cualquier momento con un golpe de botón. Es un cambio polémico por lo que tiene de icónico el juego de sets en las anteriores entregas, pero a la hora de la verdad su efecto es menos dramático de lo que podría esperarse. Los combos de las armas que pude probar están mucho más definidos y el propio juego está diseñado alrededor de la idea de usar un arma para cada cosa; no solo durante el combate, sino también a la hora de explorar los mapas. Cada arma tiene asociado un demonio al que se puede invocar en combate y que se convierte en tu medio de transporte alternativo, el equivalente a la pantera de las anteriores entregas, cuando activas la carrera, y, hasta donde he visto, cada uno tiene una particularidad que abre nuevas formas de explorar los niveles; la araña, que te permite trepar paredes y abre las puertas a una verticalidad hasta ahora inédita, es el mejor ejemplo de esto.
Los demonios también son un buen ejemplo del tipo de novedades que quiere introducir Bayonetta 3. Más allá de la espectacular idea de invocar monstruos gigantes para que combatan en tu lugar mientras Bayonetta baila a su alrededor, lo cierto es que el uso óptimo de estas invocaciones es mucho más estratégica y ágil. Pulsando el gatillo izquierdo, haces que aparezca el demonio que hayas elegido entre los tres que se pueden equipar; una vez invocado, puedes darle las órdenes que mejor te vayan. La clave está en que este proceso está pensado para hacerse en paralelo al combate normal, no como sustituto: en poco tiempo te encuentras gestionando grupos grandes de enemigos, invocando y dando órdenes en el menor tiempo posible para volver a tomar el control de Bayonetta y pelear mientras el demonio hace lo suyo.
Lejos de añadir peso y de eliminar dinamismo, esta idea hace que los combates sean más complejos; no necesariamente más difíciles, pero sí más interesantes. Los enemigos fuertes aparecen con más frecuencia y en mayor número, y pronto descubres que aprender a gestionar a unos mientras le dejas (o, técnicamente, le ordenas) a tu demonio que se ocupe de los otros es fundamental para que los combates no se alarguen más de la cuenta: los objetivos de tiempo de los versículos vuelven a ser muy ajustados, y de momento me ha parecido imprescindible explotar las habilidades más potentes, como las invocaciones o el guiño esclavo (que te permite cerrar los combos con una poderosa invocación; espectacular e imprescindible), para conseguir tiempos medianamente decentes. El equilibrio vuelve a ser delicado (pasarte de poder implica no llegar al objetivo de puntuación de combo; ya sabes cómo va la cosa), pero la cantidad de ideas nuevas hace que buscar la manera de conseguir buenos resultados sea muy estimulante.
Ya habrá tiempo de hablar más en profundidad de Bayonetta; le toca el turno a Viola. Este nuevo personaje tiene suficientes particularidades como para que sea difícil considerarlo solo una variación, aunque en parte «funcione» igual que Bayonetta. Los cambios son considerables, eso sí: tienes tiempo brujo, sí, pero para activarlo debes bloquear un ataque en el momento exacto; tu demonio, Cheshire, también puede ser invocado, pero su uso es menos variado y más táctico. En general, el combate de Viola tiene un punto más técnico y estricto, más exigente, que contrasta mucho con la enorme presencia de Bayonetta; sus golpes son más rápidos y te obliga a ponerte en situaciones de riesgo más a menudo; su esquiva es casi igual de generosa que la de Bayonetta, pero su utilidad es más reducida, apetece menos recurrir a ella: con Viola hay que hacer parry sí o sí, y aprender con ello un nuevo timing que añadir a la paleta de colores del juego.
Siento que me dejo muchas cosas en el tintero, pero también creo que necesito más tiempo para procesar lo jugado y entender cómo encaja en el contexto mayor del bayonettaverso. Es un juego, eso sí, mucho más fresco y desenfadado de lo que esperaba; más explosivo, más chiflado y más creativo de lo que estos últimos años viendo a Platinum haciendo un poco de todo, y poco realmente bueno, podrían animar a anticipar. Bayonetta 3 es la Platinum más Platinum, esa que mantiene el lustre eternamente; esa en la que se ve el pedigrí de sus máximos responsables, pero también la que no tiene miedo a experimentar y probar cosas distintas y, ¡por qué no!, también a veces disparatadas.
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Acabo de darme cuenta que no estoy preparado para esto.
@chiconuclear en tu hunilde opinion que posibilidsdes hay de que sea mas denso y grande y que Wonderful 101? Muchas o muchisimas?
@rbr17rbr
No he jugado lo suficiente, pero es que Wonderful 101 es demasiado (los juegos de Kamiya en general son así). Sí pinta mucho más tocho de lo que quizá podía parecer. Seguiré informando.
El texto más esperado del mundo, se avecina un presencial interesante.
Víctor, no sé como lo haces pero tu entusiasmo es muy contagioso. Esta vez compraré más tarde, pero deseando estoy de un streaming viéndoos jugar a ti y a Pep en coop
@carlosgargra
a mi me pasa igual, da gusto leerle sobretodo cuando se nota su entusiasmo, que también me contagia.
Feliz de compartir este día en Anait
No voy a leerme el avance. Esperaré a los próximos 547 podcasts para saber qué opinan Víctor y Pep del retorno de la bruja. (Es bromi)
He leído solo el principio del texto (luego con más tiempo y espacio lo disfrutaré), pero… ¿aquello de «cuando juegas a Bayonetta 2 cuesta volver al primero», qué era, una frase de recién enamorado?
@el_jugador_medio
De hecho es una realidad, sí que cuesta. Me tomo este comentario como un llamamiento para que nos extendamos durante tres horas y media* sobre este tema en el podcast, gracias por el toque.
* Posiblemente cuatro.
@chiconuclear
Por favor, sí
Hacía tiempo que no estaba tan nervioso por un lanzamiento. ¿Tendremos Monográfico de Platinum para celebrarlo?
@juancardreyn
Totalmente a favor del monográfico Platinum…
El único estudio capaz de firmar el mejor y el peor juego en un mismo año no se merece menos
Menos mal, aunque yo siempre confié. Pero menos mal.
F por la PS3 xD
Nunca he probado la saga y, aunque me tienta pillarme el primero en PC, me resisto a hacerlo por no tener consola de Nintendo donde jugar al resto si llegase a gustarme la experiencia.
Teniendo en cuenta que Metal Gear Rising me ha enamorado, ¿soy compatible con Bayonetta?
@yuhguli
Totalmente compatible. Al menos a mi me encantan ambos juegos.
@yuhguli
Vete de cabeza y con los ojos cerrados
@yuhguli
Tu problema tiene fácil solución: vende tu PC y con lo que saques te pillas una Switch y los 3 Bayonettas. Saldrás ganando.
@yuhguli
Otro enamorado del MGS Rising por aquí.
+1 a todas las respuestas de tu coment.
Bufffff qué ganas!!! No sé si me va a saturar ahora el Bayonetta, porque estoy con el Stranger of Paradise ahora mismo (GOTY) y otro hack and slash igual se me hace cuesta arriba.
O igual el tema es que no es otro hack and slash, es EL hack and slash, y no tengo problema en meterle 40 horas. Quien sabe.
Beautiful.
Sólo Cereza o Link podían hacerme desempolvar la Switch. Hay ganas!
GOTY 2022
Me alegro mucho que, por lo que le está pareciendo a quien lo ha probado, el juego vaya a salir bien. Sólo espero que esta vez las ventas acompañen y sean tan altas como nuestra bruja favorita se merece.
Me sorprende que los Bayonetta anteriores han vendido 15 copias en España, pero como Pep, Victor, Pui, Enroque, etc… están todo el día hablando de ellos, los comentarios de este avance parecen describir la segunda venida de Cristo. Llama la atención lo muy influenciables que somos y sobretodo en este caso, yo creo, la necesidad de pertenencia a un grupo que tenemos.
@doctor
Igual, solo igual, los que comentamos aquí somos los que faltan para hacer 15.
@shalashaska
XDDD
Yo soy uno de esos 15. Tengo el de ps3, los 2 de Wii U y pronto el 3.
@ferifo
Yo también lo tengo en 360, los dos de WiiU y los dos de la Switch (el 1 en digital y físico). Seremos cuatro gatos, pero casualidad que nos juntamos aqui.
@doctor
Somos pocos en todos lados, vivo en Colombia, y aquí la saga Bayonetta es vista como algo underground o para chiflados, «No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino», somos pocos, pero la bruja es nuestra, el resto jamás lo entendería.
Oigans, ¿alguien sabe qué pasa con el lanzamiento en físico del Bayonetta 1? Dijeron que para mediados de Octubre y aquí estamos…
@corrupt En Xtralife venden la versión física, de importación (los textos están en castellano).
@corrupt
Se atrasó en Europa, por tanto, en España también, por problemas con MyNintendo Store, el retraso es indefinido.
Además como sal a la herida, se supone es una limited edition en occidente y por ahora sólo podemos importarlo.
Platinum está en llamas ahora, pero yo sigo firme. Bayonetta 3 será el juego del año y Kamiya un gilipollas.
Heavy breathing
PD: monográfico o tacones en los
Hemos tenido bastante de malas noticias (y mala gente, en algunos casos), y estaría bien llamar a la buena gente.
Como la VA de Viola, que se está jugando tremendo juegardo, dicen las malas lenguas, y de paso haciendo un streaming de caridad para una asociación para ayudar a la gente trans.
https://www.twitch.tv/BrizzyVoices
Lo siento mucho, pero no.
También he jugado y rejugado Bayonetta y Bayonetta 2 innumerables veces desde su salida. Y ya jugaba Clover en su época, y a todo lo que ha ido saliendo de PG desde su concepción. Pero ni les reconozco en este juego ni veo «Bayonetta» en este Bayonetta 3. De hecho, llevo desde el maravilloso TW101 sin reconocer a PG.
Me está costando mucho asimilar el volantazo, muchísimo, y la lista de decisiones con las que no estoy de acuerdo con quienes están detrás de esta tercera parte es infinita.
Donde antes estaba Vigrid, o Noatun, ciudades ficticias imaginadas a partir de Barcelona, Venecia o Bélgica, ahora me encuentro Shibuya. Donde antes había pequeños escenarios perfectamente medidos, en su contenido y en su estética, ahora hay enormes mapas vacíos por los que corretear sin fin buscando gemas mientras me miro el reloj preguntándome cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que pasó algo en la pantalla.
Es cierto que hay cinemáticas de pura bravuconería, la inicial que comentas, pero son muchas menos de las que solía haber. Ni rastro de introducir a los bosses con una cinemática llena de palabrería, acción absurda y carácter; ahora te plantan a un mamotreto delante, a un bicho enorme al que le intuyes la entidad de boss, y sin mediar palabra ya te estás pegando con él. Y ya ni hablemos del enfrentamiento en sí, porque donde antes había boss fights con distintas fases, aquí el combate se mantiene plano de principio a fin.
¿Variedad de enemigos? Nada. Tirémosle los mismos masillas a la cara al jugador hasta que se aburra de aporrear botones. Es que no, no puedo entender que alguien que haya disfrutado de los predecesores juegue a esto y no se lleve las manos a la cabeza. No me entra. No soy capaz de procesarlo.
Hay cosas positivas también, claro. Todas relacionadas al combate. Supongo que este sistema de invocaciones quiere retomar la idea aparcada de Scalebound. Y en general darle más protagonismo a los demonios me ha parecido positivo. Pero de qué me sirve que mejores el combate si empeoras tanto a los enemigos, que son al fin y al cabo la pareja de baile imprescindible para poder disfrutarlos.
Me consuela pensar que Bayonetta y Bayonetta 2 no van a moverse de donde están. Y que entre ambos cierran su propio círculo y se auto-concluyen. Es curioso porque algo que critiqué de Bayonetta 2, en su día, fue su inmovilismo (hasta reutilizaban gran parte de los assets del primero sin ningún tipo de rubor), pero ahora, tras Bayonetta 3, ese inmovilismo me parece su mejor virtud. Es curioso que la tercera parte me haya hecho amar más a la segunda.
Qué absoluta catástrofe de juego. Espero poder valorarlo mejor algún día. No como Bayonetta, sino como otra cosa.
@emegideon
+1 a todo, vaya desastre!
Y añado, lo que han hecho con la personalidad de Bayonetta es de meter a gente en prisión y tirar la llave.
Y ya no entro en la parte de la historia en si (que también!) pero una cosa que molaba de Bayonetta es que SIEMPRE tenía el control y la mayoría los que interactuaban con ella, aliados y enemigos, eran humillados de una forma u otra. Siempre había un comentario sarcástico o un disparo a un ángel que se ponía a hablar como si a ella le importase. Ahora? Nada, una Bayonetta super blanda que ve como sus rivales hacen lo que quieren durante la mayor parte del tiempo….