Avance de Castlevania: Lords of Shadow - Mirror of Fate

La gente de Mercury Steam siempre ha tenido clara la impronta que quería imprimir a la saga Castlevania; desde que en 2010 lanzasen Lords of Shadow para las consolas de sobremesa la apuesta por una estética particular y, sobre todo, por una jugabilidad claramente deudora de God of War, se ha convertido en la seña de identidad de la franquicia. Castlevania: Lords of Shadow – Mirror of Fate se presenta como una secuela de aquel Lords of Shadow original y tiene la función de unir su trama con la historia que nos espera en el futuro Lords of Shadow 2. Sin embargo, tratar a este juego como mero título bisagra entre las dos entregas para sobremesa sería un tremendo error. Uno que, afortunadamente, la desarrolladora española tiene mucho cuidado en evitar. Estamos ante el primer Castlevania portátil para esta consola y el primero en dos dimensiones más de cuatro años después de la aparición de Order of Ecclesia para Nintendo DS. Los más puristas de la saga examinarán sin duda con lupa y cierto recelo esta nueva entrega; seguro que son muchos los que, como Rajoy de Bárcenas, reniegan de él, pero merece la pena atender a las novedades que pretende introducir esta entrega. Las impresiones, después de algo más de una hora de juego, son francamente positivas. Mirror of Fate se une a la moda de tener una jugabilidad en 2 dimensiones y fondos tridimensionales como ya explorara con éxito hace años, por ejemplo, la también clásica franquicia Ghosts n’ Goblins en su remake para PSP. El título sigue la historia del clan de los Belmont: empezaremos controlando a Simon durante los primeros minutos para pasar a llevar las riendas, poco después, de su nieto Trevor. La lucha de Trevor por vengar la muerte de sus padres y acabar con Drácula lo llevará (oh, ¡sorpresa!) a investigar su castillo. Encarnaremos, a lo largo de las cerca de veinte horas que promete el juego, hasta cuatro personajes diferentes, incluyendo al ya mítico Alucard. La historia avanza a trompicones, mediante cinemáticas en cell-shading que, contra lo que podría parecer en un primer momento, no son vídeos sino contenido generado por la propia consola. Estas escenas tienen un aspecto realmente logrado y Mercury Steam capta el necesario componente hortera y la nula importancia que tiene la trama, y además no se hacen tediosas en ningún momento. Las 3 dimensiones de la consola también tienen en este nuevo Castlevania un generoso aliado: los vídeos aparecen realzados e in-game se aprecia aún mejor la profundidad de los escenarios. Castlevania: Mirror of Fate recuerda, igual que su hermano mayor, a la saga God of War ((Quizá aquí el referente que viene a la cabeza de manera más inmediata sea la dupla de entregas de PSP, en especial God of War: Ghost of Sparta cuya historia se situaba cronológicamente entre God of War y God of War II.)), con un ritmo ágil, una jugabilidad depurada, combinaciones de ataques y los archiconocidos QTE para acabar con los enemigos de cierta envergadura. La jugabilidad se convierte así en uno de los puntos más potenciados en esta entrega: quizá la más refinada de cuantos títulos en 2 dimensiones han aparecido, así como la más entretenida, desafiante y acorde a los tiempos que corren porque, asumámoslo ya, la mecánica que conocíamos hasta la fecha era más bien lenta y, de repente, parece haber envejecido veinte años: el látigo nunca había parecido tan polivalente. Seguimos teniendo aquí un botón para el ataque normal y otro para ataque fuerte, y los objetos (el hacha, el cocktail molotov…) pueden tirarase rápidamente, como en todos los juegos anteriores, o pueden recargarse durante varios segundos para lanzarlos con mayor fuerza. La combinación de botones y la posibilidad de encadenar ataques formando técnicas (que iremos desbloqueando a medida que subamos de nivel) es otro elemento que merece la pena destacar. Lo mejor que se puede decir de Mirror of Fate, sin embargo, es que, a pesar de ciertas decisiones arriesgadas y de unos gráficos alejados a lo que es costumbre en la saga, se nota y se siente como un Castlevania de los de toda la vida. La evolución respecto a la trilogía de DS es evidente, desde el mismo apartado visual, hasta una jugabilidad más pulida que nunca, sin embargo, no es necesario aventurarse demasiado en la partida para encontrar la esencia que distinguía a los títulos japoneses. El elemento de exploración que caracterizaba a los “metroidvania” está aquí muy presente, tendremos el mapa constantemente en la pantalla inferior e incluso podremos hacer anotaciones en él, como marcar puntos interesantes para volver más tarde. Castlevania: Lords of Shadow – Mirror of Fate sale a la venta el 7 de marzo y, como el juego de espejos que anuncia su nombre, promete reflejar el Lords of Shadow original, la saga God of War y, quizá lo más importante, toda la historia Castlevania que lleva a sus espaldas. Habrá que ver si, entre reflejo y reflejo, hay suficiente espacio para que el título pueda forjar una personalidad propia.