Avance de Fight Night Champion

Llevamos ya un tiempo viendo cositas del modo historia de Fight Night Champion, y ahora que por fin hemos podido darle un bueno tiento al juego lo confirmamos: es tan bruto como parece. Aún es pronto para hablar ampliamente del juego entero, que tiene mucha chicha, pero es necesario hacer unos cuantos apuntes sobre el modo historia. A ello venimos. Cuando empezamos a jugar a Fight Night Champion estamos dentro del pellejo de Andre Bishop, y estamos peleando en la cárcel. El combate es furioso y sin normas, como lo son todos entre rejas; nuestro rival, un tipo flaco y ágil con aspecto de neonazi, cae irremediablemente al suelo después de unos cuantos puñetazos bien colocados: este combate nos sirve a la perfección para lo que se propone, ser una toma de contacto con el juego. El neonazi cae, decíamos, pero sus coleguis no quieren dejar que el asunto quede así y nos la juegan en las duchas: nos dan una paliza que nos deja bien jodidos, y en ese momento es cuando Andre echa la vista atrás y recuerda lo lejos que estaba de la cárcel, y lo cerca del boxeo profesional, no tanto tiempo atrás. Justo en este momento nos pregunta el juego si queremos seguir con la historia o navegar libremente por los muchos modos que nos puede ofrecer. Lo más probable es que en este punto ya sintamos curiosidad por la suerte del pobre Bishop, y ese es el primer acierto de Fight Night Champion: su guión es bueno. Will Rokos, guionista de Monster’s Ball y que ya había colaborado con EA en la escritura de Dante’s Inferno, no ha firmado el guión que le dará un Oscar, pero desde luego ha sabido escribir una historia de boxeo que engancha desde el primer momento y que se ha llevado al juego de forma directa y sin demasiados remilgos, algo sorprendente por el género en que se enmarca y porque EA Sports no ha tenido reparos en mantenerse fiel al espíritu más oscuro y deprimente aun a costa de recibir una M del ESRB. Si hace unos años me dicen que vería un juego deportivo con un buen modo historia, posiblemente habría reído fuerte y alto y todos me habríais escuchado desde vuestras casas. Es muy difícil escribir sobre Fight Night Champion porque todo está misteriosamente muy bien hecho: desde el ritmo del modo historia hasta los combates del mismo, todo está fabulosamente medido para servirnos al mismo tiempo de pequeño gran tutorial y de experiencia que se sostiene por sí misma. Jugándolo nos emocionamos y disfrutamos, pero también accedemos de una manera muy orgánica a las mecánicas del juego y al tempo del deporte; el boxeo no es demasiado popular en muchos sitios, pero jugando la historia de Andre Bishop y siguiendo sus subidas y bajadas como boxeador profesional es fácil entrar en el flow de los combates y empezar a disfrutar profundamente del deporte, si es que no estábamos familiarizados con él. Incluso los logros están bien medidos. En determinados momentos, y por diversos avatares de la historia, deberemos luchar con algunas limitaciones o handicaps; por ejemplo, en un combate tenemos la mano derecha herida y si pegamos demasiado con ella arruinaremos nuestra carrera, y en otro nuestro oponente tiene un izquierdazo brutal que nos puede dejar KO en menos de lo que nos gustaría. El juego no es especialmente generoso con los logros en el modo historia pero nos recompensa muy sabiamente por superar estos combates; la satisfacción que da tumbar al tipo con el que luchamos sólo usando el puño izquierdo y recibir inesperadamente un logro es fabulosa, un subidón que ayuda bastante a meternos en el papel de Bishop. Y cuando ya no sabemos por dónde puede salir la historia para ser mejor, de pronto se materializa en un enorme guante de boxeo que nos golpea en la cara cuando en la recta final hay una triquiñuela de guión muy, muy bien llevada y que le deja a uno con los calzoncillos irremediablemente manchados. No sé si es pronto o no para empezar a enloquecer con Fight Night Champion, pero lo que hemos jugado sólo nos ha dejado ver cosas buenas: un sistema de control fabuloso, un apartado gráfico de primera, modos de juego para todos los gustos y un modo historia paradójicamente mejor que la mayoría de los de otros juegos de géneros más basados en la historia. Seguiremos dándole duro para exprimirlo al máximo y muy pronto os diremos qué tal todo en nuestro análisis, próximamente.