Por último, pero no por ello menos importante

Avance de Mario & Luigi: Conexión fraternal

Mario & Luigi: Conexión fraternal
Nintendo / Nintendo Switch
7 de noviembre de 2024


No podemos culpar a quienes tienen la mente puesta en la siguiente consola de Nintendo, en esta misma casa hemos hablado y mucho de qué esperamos de la sucesora, pero también conviene destacar que desde Nintendo han logrado alargar la recta final de su consola híbrida: The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, Super Mario Party Jamboree, Emio, El Sonriente y Mario & Luigi: Conexión fraternal, conforman un grupo de lanzamientos para Switch bien pintón para el que debería ser el último otoño de Nintendo Switch como consola principal de Nintendo. 

Hemos podido jugar algo más de una hora a la aventura protagonizada por Mario y Luigi, la primera ocasión en la que los hermanísimos dejan atrás el Reino Champiñón —o el interior de Bowser— para trasladarse a Concordia, un territorio otrora unificado hasta que el malo malísimo de este Mario & Luigi: Conexión fraternal lo dividió en numerosas islas. Ahí es donde entran los saltarines fontaneros para salvar el día, ya que debemos surcar los mares de isla en isla hasta lograr reconectar los pedazos y permitir así que sus habitantes se reúnan de nuevo.

Mario y Luigi cuentan con una suerte de base en forma de isla… que a su vez es un barco. La Isla Nao es el punto al que regresamos tras cada misión exitosa, donde se reúnen los personajes más importantes y desde donde tendremos que decidir el rumbo para que al otear el horizonte podamos dar con una nueva isla. El proceso es sencillo y aporta cierto entretenimiento, además de una mayor inmersión en la historia que si nos limitáramos a escoger en un menú dónde ir. 

En la sesión de prueba pudimos jugar dos secciones del juego, más o menos de media hora cada una. La primera de ellas correspondía con una de las islas iniciales, una toma de contacto idónea para entender las mecánicas, tanto en combate como fuera de él, que ofrece Mario & Luigi: Conexión fraternal. El objetivo en cada isla será alcanzar un enchufe gigante que propulsará a nuestros protagonistas de vuelta a la Isla Nao, creando una conexión entre ambas islas. Para llegar a este final, cada zona requerirá solventar una serie de situaciones y, más adelante, podremos regresar a las islas ya vistas para acceder a nuevas zonas y misiones.

La primera de estas misiones es tan sencilla como conseguir reactivar un árbol un poco mustio para poder alcanzar una zona elevada. Como es de esperar, esta tarea requerirá una serie de pasos extra que, por suerte, realizaremos con mucho gusto porque si algo consigue Mario & Luigi: Conexión fraternal es resultar divertido. Para ello cuenta con varias bazas: una localización estupenda que logra que no queramos saltarnos los diálogos —genuinamente graciosos en más de una ocasión—, un apartado estético que luce de lujo con la consola puesta en el dock y, sobre todo, un combate con un puntito de exigencia que le sienta de lujo.

Centrémonos un momento en el sistema de combate de Mario & Luigi: Conexión fraternal. Tanto dentro como fuera de las peleas podemos controlar a cada hermano con dos botones, uno para salto y otro para utilizar un martillo de generosas dimensiones. Durante las peleas es esencial ser hábil con el timing, por lo que conocer los ataques de los enemigos es la clave para saber cuándo saltar con cada personaje si queremos evitar ciertos ataques. Hasta que tengamos esta información es más que probable que tengamos que emplear varios turnos en consumir objetos curativos, porque las criaturas que nos atacan castigan bastante la barra de vida de Mario y Luigi.

Pero no todo es esquivar, aunque sea uno de los pilares del combate —mucho ojo con saltar a lo loco, ya que algunos enemigos atacan a Mario y Luigi a la vez, pero otros no—. Algunos ataques del rival nos permiten defendernos con una suerte de parry, donde la ventana de oportunidad para pulsar el botón adecuado es más estrecha que en la esquiva mediante salto, pero el beneficio es mucho mayor, ya que evitaremos el daño y reduciremos de forma considerable la vida del enemigo. Aunque si lo que queremos es derrotar al rival, nada mejor que cualquiera de los dos ataques básicos: el salto y el martillazo. Ambos movimientos requieren la coordinación de Mario y Luigi, por lo que dependen de que pulsemos el botón de cada hermano en el momento preciso para que el combo se ejecute en su totalidad.

Aunque muchos combates son perfectamente evitables, ya que para que comience debemos entrar en contacto con un monstruo y por lo general los saltos de Mario y Luigi permiten eludir a los enemigos, resulta tan entretenido combatir que en muchos casos nos lanzaremos de cabeza a la batalla. Además, tras cada victoria obtendremos puntos de experiencia esenciales para subir de nivel y mejorar las características de los protagonistas. Unos atributos que también podemos potenciar con objetos y ropa que encontraremos por el escenario o en las tiendas.

El sistema de combate crecerá con las horas, ya que en la segunda parte de la versión de prueba que jugamos accedimos a una partida algo más avanzada en la que ya estaban desbloqueados los «ataques tándem». Estos movimientos especiales permiten que Mario y Luigi ejecuten ataques capaces de causar mucho más daño a sus enemigos. Además de la espectacularidad de estas combinaciones, es curioso cómo logran llevar un paso más allá los ataques básicos y la necesaria cooperación de los hermanos. Por si fuera poco, suma una herramienta estratégica más a nuestro arsenal, ya que el ataque de Luigi golpea a todos los enemigos, mientras que el de Mario se centra en uno.

La clave para que un combate de base entretenido continúe siéndolo durante todo el juego radica en la profundidad de dicho sistema. Mario & Luigi: Conexión fraternal cuenta con las clavijas de combate para multiplicar todas las opciones y variables. Podemos equiparnos —fuera o dentro del combate— dos clavijas que nos otorgarán cerca de una decena de turnos de modificación: algunas nos protegerán de ciertos enemigos, otras nos darán la oportunidad de generar un ataque en área, algunas se centran en facetas evasivas o de recuperación… En definitiva, muchos elementos con los que jugar hasta encontrar las combinaciones que nos resulten más favorables.

Además de estas clavijas de combate, otra de las novedades más destacadas de Mario & Luigi: Conexión fraternal está dirigida a facilitar el progreso en el juego. Luigi tendrá una serie de ideas que ayudarán a quienes se atasquen en la resolución de ciertas zonas, una forma bastante pintona de presentar los consejos y pistas para quien los necesite, pero también para dar más espacio a Luigi, una decisión que siempre es un acierto. El mismo botón que habilita estas ideas sirve para mandar al bueno de Luigi detrás de ciertos objetos valiosos, separándose por un momento de la ruta que marcamos nosotros con Mario.

Tendremos que esperar algo menos de un mes —el 7 de noviembre se publicará en Nintendo Switch— para jugar a la versión definitiva de Mario & Luigi: Conexión fraternal, pero esta breve prueba nos ha servido para saber que Nintendo planea cerrar la etapa en solitario de su consola híbrida con un juego capaz de atraparnos tanto por su diversión como por su estimulante sistema de combate. Si a esto le sumamos la promesa de una historia con cierto gancho, promesa por lo poquito que pudimos ver de esta misión de reconexión de Concordia, todo parece indicar que Mario y Luigi conseguirán clavar la caída tras una pirueta tan bella como compleja. 

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la universidad de lo de Cifuentes, Juan es una de las voces de NAT Moderada y ha colaborado en medios como BreakFast, Desayuno Continental y Cocinando Fandoms. Observador nato, le encantan los gatos y si algún día ves que te mira intensamente es porque quiere grabar un podcast contigo.