Por los siglos de los siglos

Avance de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven

Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven
Square Enix / PC, Switch, PlayStation 4 y PlayStation 5
24 de octubre de 2024


En la presentación por parte de Square Enix de la demo de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven que pudimos probar reconocían que se trata de una saga de nicho. No obstante, si algo logra con sólo una hora de partida es tentarnos a aquellos que nos acercamos a este remake con un interés bañado en desconocimiento. Con esta breve toma de contacto no podemos asegurar si su historia logrará la profundidad necesaria para ser relevante o se quedará en un relato genérico, pero sí podemos destacar lo atractivo que resulta su combate gracias a las muchísimas posibilidades que ofrecen las clases disponibles y las distintas estrategias que podemos llevar a cabo en función del posicionamiento en batalla. 

El inicio de esta saga se remonta a 1989, este juego en concreto fue lanzado en 1993. Esto podría suponer un problema para quien desconozca el argumento de estos juegos, cierto vértigo al pensar en la cantidad de historias por conocer para poder disfrutar del todo de este Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven, pero desde Square Enix nos invitaron a estar tranquilos ya que las entregas de la saga son juegos stand alone, sus historias son independientes. En este remake en tres dimensiones deberemos enfrentarnos a los Seven Heroes que dan nombre al juego en una larguísima batalla que requerirá la colaboración de varias generaciones para terminar con tan formidables enemigos.

Más allá de este marco épico, el argumento que pudimos conocer de primera mano en esta demo era bastante sencillo y habitual en este tipo de fantasías, algo que no tiene que ser malo, pero tampoco consigue zarandearnos. Controlamos a Gerard —creo que en la traducción era Gerardo, pero la versión en castellano se limita al texto, ya que las voces estaban en inglés— tras el fallecimiento de su padre, el anterior emperador.

Para bien o para mal, el pistoletazo de salida de la sección que jugamos tenía cierto aire de shonen, con un mercenario aparentemente ducho en batalla, oscuro y taciturno, reacio a ayudarnos salvo que demostremos nuestra valía. Será típico, pero el atisbo de posible tensión entre Gerard y este muchacho —de nombre Héctor, creo recordar— fue suficiente para convencerme; a mí dame una dupla de muchachos con sus más y sus menos en un manganime y llámame tonto.

Asuntos palaciegos al margen, no tardamos en salir a pelear para defender la ciudad de la invasión goblin. Entrar en contacto con cualquier enemigo nos llevará a la pantalla de combate, una zona donde ambos bandos aguardan frente a frente mientras decidimos qué hacer en cada turno. Aunque esta misión inicial se realiza con el protagonista y tres compañeros, el equipo después está formado por cinco miembros. Para un neófito en la saga puede que la cantidad de elementos a tener en cuenta sea algo abrumadora, pero a la vez el juego consigue que todo resulte sencillo y natural.

La base es sencilla: podemos atacar al enemigo que elijamos, optar por defendernos, utilizar objetos o recurrir a habilidades especiales. Al movernos por el menú en busca del ataque que nos venga mejor, podremos ver si resultará o no eficaz al impactar en el enemigo, pero también veremos un icono esencial: una bombilla. Durante los combates podremos «atisbar técnicas», desbloquear nuevos movimientos que aumentan la profundidad del combate y nos dan más posibilidades de elaborar una estrategia acorde a nuestros deseos. Cuanto más brille la bombilla antes mencionada, más probable es que atisbamos una nueva técnica y, al parecer, es más probable que consigamos esta evolución ante enemigos fuertes —vuelve a resonar con un shonen, en el mejor sentido.

No es el único punto distintivo del combate que ofrece Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven. Rellenar una barra de energía nos permitirá recurrir a una suerte de ataque definitivo más potente, en determinado momento desbloqueamos un parry bastante jugoso y también podemos elegir la formación que tendrá nuestro grupo de héroes. El posicionamiento por defecto es bastante útil, al menos para los enemigos de la demo, una formación en cruz que nos permitió poner a un tanque en primera línea y a los personajes más débiles en la retaguardia. Jugar con el tipo de formación y con los integrantes del equipo hace que combatir sea más variado y entretenido.

Esto es algo que pudimos comprobar al adentrarnos en la guarida de los goblins, tras poder decidir si queríamos atacar a nuestros invasores para asegurar la defensa de la ciudad o viajar a otra localización, también en busca de jarana —dada la duración de la sesión de prueba sólo pudimos ver que en dicha ciudad había montada una buena, pero poco más—. Ver cómo tus personajes aprenden técnicas cada vez más chulas invita a seguir combatiendo, por sencillos que resulten los enfrentamientos. Aunque mucho ojo con esto, ya que la lucha final sí que convirtió lo que hasta ese momento era un paseo en una concienzuda partida de ajedrez y, además, el juego ofrece varios niveles de dificultad para que lo adaptemos al reto que queramos —y nos dijeron que puede llegar a ser endiabladamente complicado. 

Dadas las características de la sesión de prueba sólo pudimos hacer una de las dos misiones iniciales y, por ello, sólo probamos un equipo concreto. No obstante, en la profundidad de aliados radica otro de los puntos fuertes de Romancing SaGa 2, ya que habrá muchas clases —con dos personajes por clase— entre las que elegir quiénes nos acompañarán en cada misión. Por cuestiones de coherencia argumental —y porque me cayeron bien— a la arriesgada incursión en territorio enemigo marcharon los tres soldados que defendieron la ciudad junto a Gerard —un grandullón que pertenece a la infantería pesada, el tanque antes mencionado, y dos soldados ligeros, con armas muy útiles como un arco y una lanza— y el mercenario rebelde, ahora ya convencido de la habilidad del heredero en batalla.

Cambiar a los miembros del equipo es tan sencillo como visitar la taberna de palacio y navegar un menú cristalino en el que veremos qué estadísticas ofrece cada unidad, además de su aspecto. Está por ver si tener tantísimos personajes a nuestra disposición tiene más de bueno por la versatilidad que nos ofrece o si supone que muchos de ellos se desdibujen y no logren tener la entidad necesaria como para grabarse a fuego en nuestro recuerdo. Más allá de por probar las distintas clases, me resulta más sencillo imaginar un escenario en el que el equipo varíe poco, tanto por haber dado con una estrategia idónea como por generar cierto vínculo con los personajes.

También resulta muy sencillo desplazarse hasta las localizaciones de interés, es cuestión de abrir el mapa y seleccionar el punto que queremos visitar, así de simple. En el desplazamiento por la zona, en la parte de exploración en la que podremos encontrar cofres y enemigos por doquier, también podremos intentar conseguir cierta ventaja previa a los combates. Si bien es cierto que en la mayoría de los casos es imposible, en determinadas ocasiones podemos aproximarnos por la retaguardia del enemigo y atacarle antes de ser descubiertos —hay una mínima ventana de oportunidad que nos permite ser exitosos pese a ser descubiertos si se trata de una diferencia casi imperceptible entre ambas acciones—. Lograr que este ataque impacte nos dará ventaja en el inicio del combate, una ayuda que siempre viene bien.

El juego de Square Enix promete ser un pozo de horas estupendo, una propuesta en el que sumergirse y emprender una aventura milenaria en pos de derrocar a un enemigo casi invencible. La historia seguro que logra aportar un hilo conductor interesante, aunque en menos de una hora de juego cuesta atisbar hasta qué punto será o no uno de sus pilares. Lo que sí podemos saber es que cuenta con un sistema de combate con el suficiente interés como para lanzarnos a los brazos de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven. Al menos durante la sesión de prueba el entusiasmo ante cada combate y cada nueva técnica aprendida no se redujo, las ganas de ver cómo crece el equipo son la energía que impulsa al juego, ojalá la parte argumental profundice por igual en este grupo de héroes.

El 24 de octubre podremos comprobarlo en Nintendo Switch, PC, PlayStation 4 o PlayStation 5, precisamente la plataforma en la que pudimos jugar a esta demo que ya estuvo disponible hace unas semanas en la Gamescom, al igual que ocurrió con Life is Strange: Double Exposure.  

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la universidad de lo de Cifuentes, Juan es una de las voces de NAT Moderada y ha colaborado en medios como BreakFast, Desayuno Continental y Cocinando Fandoms. Observador nato, le encantan los gatos y si algún día ves que te mira intensamente es porque quiere grabar un podcast contigo.

  1. Shalashaska

    Me suena la SaGa (jeje) por el nombre solo, pero he estado investigando y pinta chula. Igual le doy un tiento a cualquiera de los otros juegos antes de que salga este.