Fiesta de despedida, por todo lo alto

Avance de Super Mario Party Jamboree

Super Mario Party Jamboree
Nintendo Cube / Nintendo Switch
17 de octubre de 2024


Pensar en un Mario Party nos lleva directamente a dos ideas, dos imágenes mentales muy claras: la diversión a raudales que ofrece un partyjuego en compañía de tus amigos y la posibilidad de poner a prueba la resistencia de dicha amistad una vez transcurra la partida y lo que parecía un juego inocente se convierta en un festival de ponerle la zancadilla al más cercano. Ambas ideas tienen cabida en Super Mario Party Jamboree, de hecho ambas se han visto reforzadas para una última gran fiesta.

Esta nueva entrega promete ser la más profunda de todas, la más grande, la que ofrece más minijuegos y más variedad de modos. En la sesión de prueba a la que acudimos —pudimos jugar cerca de hora y media— comenzamos por el clásico tablero para cuatro jugadores. Fue una partida entre cuatro personas en la misma sala, pero en Super Mario Party Jamboree podremos disfrutar de la mayoría de los modos online.

El modo principal continúa funcionando de la misma manera, aunque ofrece cinco nuevos tableros, con lo que eso supone: objetos propios de cada tablero, eventos únicos o enemigos propios de la temática. Jugamos en uno llamado Bosque de Megafloruga, en el que cayendo en cierta casilla o comprando determinado objeto era posible alterar una de las sendas; ideal para truncar el camino hacia la estrella de uno de tus rivales.

Sólo pudimos probar este modo clásico con las reglas habituales, pero en el menú vimos que había otro conjunto de reglas destinado a incentivar —aún más— la competición y dejar de lado la sana fiesta. Sin necesidad de estas normas ya surgirán este tipo de comportamientos, ya que en las pocas rondas que jugamos hubo tiempo de sobra para robarle monedas a uno, disfrutar de la mala suerte con el dado de otro o para utilizar un objeto recién adquirido para limitar los movimientos del resto de jugadores.

Todavía dentro de este modo básico de Super Mario Party Jamboree encontramos otra novedad capaz de dinamizar las partidas: los ayudantes. Mario apareció en mitad de la partida bajo la etiqueta de «Compa Jamboree», personajes que se ofrecen a ayudarnos y darnos una ventaja importante —que no llegamos a comprobar en la partida, pero que pasa por ejemplo por sumar sus dados a los nuestros—. Conseguirá su ayuda quien se alce victorioso tras tres minijuegos consecutivos, aunque el jugador que alcance la posición temporal de Mario en el tablero partirá con ciertos puntos de ventaja. 

Si queremos jugar a todos estos minijuegos sin pasar por las particularidades de un tablero, siempre podemos acudir a otro modo llamado «Puerto de minijuegos», donde encontraremos un buen puñado de submodos. En esta parte de la sesión, ya de forma individual, pudimos probar dos de los conjuntos de minijuegos que ofrecía «Reto diario». Cuatro jugadores, con la dificultad que eligiéramos para la máquina, peleando por ser el mejor en tres pruebas y así hacerse con más «Puntos Party» para desbloquear elementos como canciones de la banda sonora.

En los dos bloques de minijuegos que probamos había pruebas con las tres distribuciones posibles, de nuevo: 2v2, 1v3 y todos contra todos. Aquí pudimos cortar galletas con tres moldes, partir un filete en dos de la forma más simétrica posible, esquivar (o dirigir) una bala gigante, construir un puente sobre la lava —quizá el más interesante debido a cómo influyen las elecciones del resto en tu intento de avanzar— o intentar esquivar bombas en una suerte de ruleta mortal por parejas.

Conviene insistir en que a penas pudimos catar algunos modos y que dentro de los que probamos había aún mucho por conocer, pero el tiempo de la sesión de prueba limitó bastante la experiencia. Sí pudimos jugar a los primeros compases de dos de los nuevos modos de Super Mario Party Jamboree: «Brigada AntiBowser» y «Bowsertatlón». Dos modos que, sin necesidad de aumentar la dificultad de la CPU consiguen ponernos contra las cuerdas bastante más que los minijuegos habituales.

En «Brigada AntiBowser», donde probamos uno de sus mapas sólo, tendremos que cooperar junto a otros personajes para detener a un Bowser gigante. Una serie de cajas con bombas aparecerán en el escenario y tendremos que llevarlas a un cañón para debilitar así a la criatura gigante que nos persigue hasta dejarnos fuera de juego. Tras cada ronda, un minijuego en equipo nos otorgará un rango que está asociado a los objetos que podremos pedir para la siguiente ronda.

Por ejemplo, si logramos que en la prueba de pasar distintos balones de voleibol hasta el final de la pista nos otorguen una nota alta, podremos elegir entre todas las ventajas: un mazo para romper las cajas rápido, baldosas que aumenten nuestra velocidad de movimiento o una cáscara de plátano que haga tropezar a Bowser. Por tanto, las pruebas son minijuegos que pese a funcionar como tareas individuales precisan del buen hacer de todos los participantes. Aquí sí que somos un equipo.

«Bowseratlón» es un modo que reúne hasta 20 jugadores en una carrera atravesada por una serie de minijuegos. Muchos de ellos suceden en paralelo a la carrera y nuestro desempeño en ellos determinará el avance de nuestro personaje. Promete ser una locura en el mejor sentido, quizá el que más se beneficie del modo online. Tenemos que esperar para medir la capacidad de Super Mario Party Jamboree de extender su interés en el tiempo, pero en principio parece una decisión lógica añadir —a la experiencia ya conocida de evento casero— la oportunidad de disfrutar de la fiesta en cualquier momento a través de la red.

No cuesta nada imaginar a cierto tipo de jugador frotándose las manos, a ese que en Fall Guys se esperaba junto a la meta para o arruinar tu carrera o entrar justo el último y dejarte con la miel en los labios. No obstante, es una decisión que a priori encaja con la fórmula. Super Mario Party Jamboree seguirá siendo un juego que te apañe una tarde si os juntáis un grupo de colegas en casa, una opción muy buena para ciertos eventos sociales. Pero eso ya lo tenían las anteriores entregas de la saga, por lo que se antojaba necesario ir un paso más allá.

Para despedir Nintendo Switch por todo lo alto Nintendo Cube ha preparado una última fiesta en la que no han escatimado en gastos. Ya sea en compañía o con otros jugadores en línea, Super Mario Party Jamboree contiene más minijuegos y más modos que nunca, por lo que las horas de pique, traiciones, amistades al límite y, sobre todo, diversión, están garantizadas. Si algo nos quedó claro tras probarlo es que todos queríamos jugar más: probar más minijuegos, saborear el dulce y efímero triunfo que aguarda al final de cada prueba y arriesgarnos al incierto doble filo que va asociado a cada casilla de un tablero de Mario Party. Es una sensación atractiva que está por ver si consigue generar el suficiente impacto como para llegar más allá de su público habitual.

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la universidad de lo de Cifuentes, Juan es una de las voces de NAT Moderada y ha colaborado en medios como BreakFast, Desayuno Continental y Cocinando Fandoms. Observador nato, le encantan los gatos y si algún día ves que te mira intensamente es porque quiere grabar un podcast contigo.

  1. rotoso

    Qué ganazas, pordiós! En casa estamos ya planeando invitar a amigos pa estrenarlo.

  2. Txanke

    A ver si este no es un bluf como el primero que sacaron en switch al cual le habria venido bien mas contenido