Epic Mickey para todos: Avance doble

Epic Mickey fue una revolución antes de lanzarse, y quizá por eso una vez estuvo en las tiendas las opiniones fueron muy dispares: hay quien lo recuerda como un buen plataformas con un par de pluses (Disney es uno de ellos, y fuerte; Warren Spector es otro, quizá más importante) y hay quien lo recuerda como un fracaso, a menudo los que no llegaron a jugar, por el motivo que sea. No pasa nada: la cosa fue suficientemente bien como para desarrollar una secuela; más que bien, enfrentando objetivos con resultados: es el juego desarrollado en exclusiva para una plataforma más vendido de la historia de Disney, pero además consiguió llegar a un público del que Warren Spector, tal y como nos dijo en la charla que organizó iDÉAME hace un par de semanas, se siente muy orgulloso, con un porcentaje muy similar de hombres y mujeres y un 54% de usuarios adultos.

Epic Mickey 2: El retorno de dos héroes llega ya pronto; viene acompañado de Epic Mickey: Mundo Misterioso, para 3DS, una aventura paralela a la de las consolas de sobremesa y con un tono bien distinto. He podido jugar a los dos; vamos a ver qué tal.

Epic Mickey 2: El retorno de dos héroes

Se nota, y mucho, que Junction Point (el estudio de Spector) han tenido más tiempo y recursos para hacer esta segunda parte de Epic Mickey. Una señal es el número de plataformas en que se lanzará: ahí sigue Wii, pero se unen a la fiesta PlayStation 3, Xbox 360 y Wii U. Yo he podido jugar a la versión de Wii y, brevísimamente, a la de PlayStation 3. Las diferencias son evidentes: una de las dos versiones está en alta definición, la otra no. Quitando eso son el mismo juego; Nintendo confía en la versión de Wii U, eso sí, para tener su dosis de Mickey en HD.

Comentó Warren Spector en su sensacional repaso del desarrollo del primer Epic Mickey que una de las cosas que más les inspiró a la hora de afrontar el desarrollo de la aventura fue la mutabilidad del personaje a lo largo de los años: la manera en que la propia Disney se había mostrado abierta desde sus principios a cambiar y experimentar con su personaje, convirtiéndolo básicamente en un lienzo en blanco para que los artistas del estudio hicieran con él lo que quisieran. Siempre me ha parecido Runaway Brain (referenciado, por cierto, en otro juego protagonizado por el ratón: el espantoso, aunque retorcidamente disfrutable si simpatizas con el muñeco, Magical Mirror Starring Mickey Mouse de GameCube) uno de los cortos de Mickey que mejor ilustran la flexibilidad del personaje:

Lo que querían hacer con Epic Mickey era «algo que la gente de marketing no supiera cómo llamar», confesaba Spector: nadie mejor que un personaje que da tanto juego para mezclar géneros y crear lo que se podía llamar aventura de plataformas y acción, si tenemos que darle un nombre. Epic Mickey 2 se arma sobre las mismas bases, pero hay unos cuantos cambios tanto argumentales como jugables. El Doctor Loco ha vuelto al Páramo: no sólo no vuelve para hacer el mal, sino que lo hace con un humor inesperadamente bueno y siempre con una canción preparada. Lo musical de Epic Mickey 2, lo que tiene de película musical, concretemos, es delicioso: estupendas canciones, estupendas traducciones, todo con muchísima esencia Disney.

A Mickey le huele mal algo cuando el Doctor Loco demuestra un interés exagerado por hacerse amigo de Oswald. Es este conejo afortunado, primera creación de Walt Disney*, otra de las novedades de esta segunda parte de Epic Mickey: al contrario que en el primer juego, aquí Oswald es un personaje jugable, con lo que a las mecánicas de pintura y disolvente del pincel mágico de Mickey se une el nuevo set de habilidades de su colega el conejo. Una de las gracias del diseño de Epic Mickey 2 tiene que ver con su planteamiento esencialmente cooperativo. Si jugamos solos, Oswald nos seguirá controlado por una inteligencia artificial que, sin impresionar a nadie, sabe cumplir su función y responder con coherencia a nuestras llamadas y órdenes; jugando con otra persona es, imagino, como se podrá ver el potencial de los ataques de Oswald, basados en la electricidad e imprescindibles para resolver muchos de los puzzles del juego, amén de las combinaciones que podemos hacer con Mickey para, por ejemplo, llegar más lejos en determinados saltos gracias a las orejas del conejo, que nos permiten planear. La mayor presencia de Oswald en el juego no sólo aporta variedad jugable: también es refrescante ver un personaje nuevo y tan bien tratado. Igual que estuvieron un buen tiempo modelando a Mickey para darle un aspecto heroico y que aun así recordara lo más posible al de los dibujos animados (algo no muy fácil: el Mickey dibujo usa más de un truco, como la posición siempre frontal de las orejas, imposible en el modelado 3D), se nota que el equipo de Epic Mickey 2 se ha chupado un buen montón de películas de Oswald para representar el particular movimiento corporal del personaje, lleno de extremidades que se salen del cuerpo y todo tipo de esas triquiñuelas tan de slapstick animado. La primera película de Oswald, Trolley Troubles, sirve ya de ejemplo:

* Muy interesante, por cierto, la historia de Oswald. Walt Disney y Ub Iwerks crearon a Oswald, El Conejo Afortunado en 1927, para pasarse al mundo de la animación pura y dura y dejar de lado sus Alice Comedies, una serie de peliculitas en las que una niña real interactuaba con personajes dibujados; bastante impresionantes para la época, pero muy difíciles de producir por limitaciones técnicas. A los estudios Universal les entusiasmó el personaje; en un año, Disney, Iwerks y su equipo hicieron para ellos nueve películas de Oswald, una cantidad enorme que dejaba claro la capacidad de trabajo del equipo de Walt Disney. No muy entrado 1928, Walt Disney viajó desde Los Ángeles a Nueva York para entrevistarse con Charles Mintz, su productor, en relación a ese simpático conejo al que tan bien le estaban yendo las cosas; no era la mejor época para los Estados Unidos, y entre recortes y temas de derechos Walt acabó volviendo a Los Ángeles compuesto y sin personaje. En el viaje de vuelta en tren, cuenta la leyenda, Disney tuvo la idea de crear otro personaje, en el que él y Ub Iwerks trabajaron en secreto en cuanto volvieron a reunirse tras la pérdida de Oswald: así nació Mickey Mouse.

Por lo demás, sí: la cámara se ha retocado y muchas de las jugarretas que nos hacía en secciones de plataformas donde, de pronto, nos dejaba vendido a la hora de saltar a un sitio peliagudo están desaparecidas en esta segunda parte, aunque tampoco me pareció una cámara extraordinaria; suficiente para hacer que el juego se pueda disfrutar sin sobresaltos. La estructura, la esperada: un mundo relativamente abierto donde los personajes que encontramos nos encargan misiones más o menos secundarias mientras avanzamos en la línea argumental principal. Hay varias cosas nuevas que no pude ver tanto como me habría gustado (la cámara de fotos, por ejemplo, y sus misiones secundarias asociadas) y otras que sólo vi a medias, como las fases de desarrollo lateral, pero en general parecía fácil compartir el entusiasmo de Warren Spector por su segundo Epic Mickey: ya con los ánimos mucho más calmados, puede que esta vez el público recoja el juego con el entusiasmo calmo que tan mejor le va, lejos de esperanzas de revolución y quimeras que no vienen al caso.

Epic Mickey: Mundo Misterioso

Una de las quimeras que hicieron que Epic Mickey no cuajara como debiera es, me parece, Castle of Illusion Starring Mickey Mouse, el formidable juego de Mega Drive con el que SEGA puso al personaje más icónico de la Disney en una posición muy privilegiada como personaje de videojuegos. Todos recordamos ese juego con cariño y esperamos de cada aparición del ratón en nuestro medio algo similar, imagino; Mundo Misterioso, la versión de Epic Mickey para 3DS que acompaña a la segunda parte del juego para sobremesas, coge ese toro (nuestra nostalgia, nuestra memoria de Castle of Illusion) por los cuernos y se lo lleva a cenar y le paga una habitación de hotel, y luego nos lo devuelve con mejor pinta, tranquilo y sin ojeras en la cara.

Contaba Warren Spector que se reunió con Peter Ong, diseñador de Mundo Misterioso y al que deberíais tener en mente por el espectacular Henry Hatsworth en la aventura rompecabezas, para ver qué podían hacer para sacar un Epic Mickey en Nintendo 3DS, qué tendría sentido en la portátil; Ong, ni corto ni perezoso, lanzó su idea: el Castillo de las Ilusiones aparece en el Páramo, la bruja Mizrabel ha secuestrado a Minnie y Mickey debe ir a rescatarla; Ong, ni corto ni perezoso, propuso homenajear a Castle of Illusion, crear un plataformas en 2D donde la mecánica de la pintura y el disolvente tuviera sentido y aprovechar para reunir en un mismo juego a todos los personajes de Disney que fuera posible.

Dicen en una de las últimas notas de prensa que ha enviado Nintendo sobre Mundo Misterioso que «Peter Ong y su equipo de DreamRift, encargado del desarrollo del juego, decidieron apostar, por contradictorio que parezca, por un juego de plataformas descaradamente pixelado al más puro estilo de los 90»; la contradicción, claro, viene por las capacidades 3D; el descaro, por lo sprites. Basta jugar un rato para ver que ni es tan contradictorio ni tan descarado: Mundo Misterioso es un juego del siglo XXI disfrazado de uno del XX, y tanto por mecánicas como por desarrollo la cosa va mucho más allá del homenaje ramplón y descuidado.

El juego se despliega poco a poco, a medida que avanzamos, alrededor de un mapa del castillo en el que vamos abriendo accesos a los distintos mundos. En cada mundo, en cada área del castillo que desbloqueamos, se dan una serie de ilusiones distintas, en las que nos encontramos con diferentes personajes: cuando exploramos los tejados del Londres de Peter Pan ahí estará Wendy, esperando a ser rescatada, por poner un ejemplo. A medida que rescatamos a los personajes que la bruja ha encerrado en el castillo y los reunimos en la fortaleza, el lugar seguro donde van cuando los encontramos, vemos que el elenco es enorme: están Goofy y el tío Gilito, pero también la Bestia, Lumiere, Rapunzel o John Darling, hermano de Wendy Darling en Peter Pan y que, si no recuerdo mal, en España se llamó Juan. Con estos personajes se forma una aventura paralela a la del plataformeo y el pincel mágico: hablando con ellos descubrimos sus necesidades y abrimos misiones secundarias con las que vamos mejorando sus habitaciones y consiguiendo dinero extra, que luego podemos invertir en actualizaciones para Mickey en la tienda que se monta, astuto, el tío Gilito en cuanto recupera su primera moneda de la suerte.

En lo demás, la cosa sigue siendo como lo que jugué en el Gamelab, hace unos meses: plataformas de lujo, el pincel que nos permite crear o eliminar objetos del escenario dibujando en la pantalla táctil una silueta, un apartado gráfico y sonoro impresionante, con sprites encantadores, niveles de echarse a llorar de lo bonitos que son y una música formidable. Hay algunos cambios respecto a la anterior versión: ahora, cuando pintamos objetos en la pantalla inferior, lo bien que pintemos los objetos en la pantalla inferior no sólo influye en la calidad del objeto que aparece en el nivel, sino que también conseguimos que Mickey vaya más rápido, salte más alto y dispare pintura con más potencia gracias a un poder que conseguimos al dibujar objetos; cuanto mejor lo hagamos, más dura este súper poder temporal. El equivalente al usar disolvente, donde no hay que seguir el contorno del dibujo sino borrar todo el contenido, es un pequeño microjuego, también nuevo, que nos da algo de dinerito si somos suficientemente rápidos y tocamos con el stylus varias burbujas que aparecen en el dibujo que tenemos que borrar. Le van muy bien estas dos mecánicas nuevas, están muy bien incluidas: añaden un beneficio directo a una acción que tiene que repetirse necesariamente durante todo el juego, y que de no tener esta pequeña chispa extra habrían acabado siendo más tediosas de la cuenta.

Por lo demás, también se ha añadido una cierta evolución en el control del personaje a medida que avanzamos: Mickey se va a haciendo más rápido, sus disparos y saltos más potentes y su pincel más rápido a medida que hacemos misiones secundarias o gastamos nuestros ahorros en la tienda de Gilito. De nuevo, buena elección: es cierto que el juego al principio, especialmente para jugadores experimentados, es algo más lento de la cuenta, quizá lo que menos me gustó la primera vez que lo probé.

Yo sigo en mis trece: Epic Mickey 2 tiene muy buena pinta y lo jugaré con ganas y gusto, pero parece que la ración de ratón Disney que va a ganarse de verdad a todo el mundo es Epic Mickey: Mundo Misterioso. Más allá del homenaje claro y muy pretendido, es un juego de plataformas sólido como una roca, diseñado por un tipo, Peter Ong, que ya demostró tener un entendimiento enorme del género, de qué se puede coger del pasado y qué hay que incluir del presente para hacer un plataformas en 2D cuyo diseño resulte estrictamente contemporáneo; el juego de referencias, claro, y el amable desarrollo de la aventura lo hacen perfecto para críos a los que les gusta Disney, pero también para adultos que echan de menos la época de los 16 bits. Si tenéis una 3DS, tened presente Mundo Misterioso como uno de los lanzamientos importantes de esta recta final del año, y uno de los fuertes del catálogo de la portátil de Nintendo.