Los dramas carcelarios clásicos tienen algo especial. A veces los comparo con las películas americanas de instituto: cada historia tiene sus particularidades, pero casi todas se sirven de una serie de clichés idénticos que orbitan de formas variadas alrededor del protagonista. Tenemos al preso inocentón que a menudo tiene una mascotita (un ratón o un pájaro) y que lleva casi toda su vida encerrado, tenemos al compañero leal del personaje principal, el alcaide totalitarista, el guarda sádico, los supremacistas nazis, los bandos raciales, el preso influyente que te quiere matar, el preso desconfiado que acaba ayudándote. Son un montón de piezas reconocibles al instante sobre un tablero que nos es familiar, moviéndose en distintas direcciones según el guion pero siempre obedeciendo a algunos parámetros fijos. Quizá por eso resultan tan satisfactorios. Sí: como las películas de instituto.
En The Escapists su autor, otro prodigioso one man army llamado Chris Davis, quiere meternos de lleno ese universo pero despojándonos de la vertiente narrativa y centrándonos en los raíles formales por los que transcurre la vida en la cárcel. Es un simulador sin ningún afán de realismo y un RPG donde nos relacionamos muy poco. Es un bicho raro, como también lo suele ser el protagonista de un drama carcelario.
Lo primeros minutos son de adaptación. The Escapists nos ilustra con la férrea rutina marcada a fuego con cada toque del reloj, posiblemente el elemento más alienante de la vida en prisión: no solo te han quitado la libertad para salir del recinto y relacionarte con gente de fuera, sino también la de poder organizarte tu propia vida. Todos en pie a las siete, recuento, desayuno, trabajo, a comer, ejercicio físico, ducha, una hora libre, cena, recuento, a dormir. El reto del juego es en primer lugar dominar esa rutina y después aprender a encontrar resquicios de tiempo que invertir en poner en marcha nuestro plan para escapar, todo ello sin llamar la atención de lo guardas y sin desatender nuestras obligaciones como internos.
En la alpha que circula ahora mismo por Steam en la modalidad Early Access hay todavía más intenciones que contenido, pero a The Escapists se le adivina una cantidad de posibilidades abrumadora a medida que se vayan añadiendo nuevos centros penitenciarios y más métodos de escape. Ahora mismo el más accesible es cavar un agujero en nuestra celda, algo que parece sencillo pero esconde muchas fases: conseguir herramientas ilegales, comprárselas a otros presos con un dinero que podemos conseguir trabajando o haciendo encargos sucios para otros internos (unos dólares a cambio de unas horas en la enfermería y unos puntos de vida menos), pagando a otro convicto para que monte una reyerta y distraiga a los guardas mientras nos escurrimos para robar alguna pieza del recinto, fabricándonos un uniforme de guarda que despiste a las cámaras de seguridad y nos deje acceder a ciertas áreas… Y, claro está, el método Cadena perpetua de deshacerse de la arena: un poquito por la taza del váter, un poquito en un cajón, un poquito en el patio…
A The Escapists solo le falta aprender a explicarse un poco mejor y amalgamar más posibilidades. Habrá que ver si el juego terminado ofrece todo lo que insinua, pero de momento su visión neutra y para todos los públicos —en sintonía con su pixel art la mar de cuco— de la vida de presidiario (ni racismo, ni violaciones, ni drogas, ni navajazos; solo las reglas escritas en el tablón oficial) parece una apuesta muy original por la estrategia y algo que podríamos llamar side-sandbox: la libertad para planear una escapada en los momentos en que la rutina te deja respirar. Como la vida misma.
The Escapists lleva en Steam Early Access desde el 20 de agosto. Su lanzamiento final se espera para 2015, junto a una versión para Xbox One.
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Tras mucho tiempo jugando al Prison Architect (un juegazo) hay ganas de ponerse en el lado opuesto e intentar escapar.
Harto de esa estética RPG Maker indie pedorra que tanto circula. Todo bien con las nuevas ideas y los pocos recursos, pero BASTA!
«La libertad para planear una escapada en los momentos en que la rutina te deja respirar. Como la vida misma.»
Ouch.
Uno de los 5 juegos que me van a obligar a comprar la ps4
La verdad que la idea tiene una pinta genial. A ver si tiene éxito y tiene un port para las consolas PS.
PD: un poco de acuerdo con el compañero harto de la estética RPG Maker. Hay estética pixel-art preciosa y que se nota trabajada. Otra no…
@nicolai
Sale en XONE…
Parece que se les ha ocurrido después de jugar al Prison Architect
Ostras es verdad! Estaba convencido de que lo vi en la conferencia de Sony!
Gracias por el aviso, @carlosgargra
Había por ahí un RPG ambientado en una prisión, tb con cierto pixel art.
Soy incapaz de recordar el nombre, creo que estaba en kickstarter… este me lo ha recordado. Está en mis deseados de Steam desde que vi el banner.
@petete_torete
¡Sí!, pero recuerda más a DUSTIN, esa joya carcelaria de Dinamic. Me atrevería a decir que fue el primer juego con esas mecánicas, pero lo estoy diciendo sin googlear ni nada, así que podría equivocarme (y estoy casi seguro de que me equivoco, porque para Atari 2600 salió DE TODO).
Tenías que estar pendiente de las horas en las que abrían y cerraban las celdas, y de cuando podías pasear sin alertar a los guardias. Traficabas tabaco y alcohol con los presos (o algún guardia si no recuerdo mal) a cambio de otros ítems. Y había que atravesar una jungla para escapar de la isla donde estaba la prisión.
Yo me acuerdo del «The great escape» del Spectrum y las lagrimas salen de mis ojos.
Pues a mi al que me recuerda es a LA FUGA (http://www.exelweiss.com/gfx/capturas/fuga4.jpg) con el añadido que allí tenias un tiempo limite antes de que te ejecutaran… pero vamos, el mismo sistema de horarios y de objetos a recolectar.
Me atrae siempre los conceptos así. De hecho se me hace raro no ver un juego de hoy día que haga esto de las compañías grandes me refiero.
Estará al caer, tiempo al tiempo.