Quizá no hayas jugado a The Legend of Zelda: Link’s Awakening. Quizá lo jugaras hace mucho tiempo, aún en la infancia, y solo tengas un recuerdo vago; quizá solo recuerdes algunas líneas de diálogo, como «soy la Caballé, tu madre es calva y se peina de lao». Quizá no hayas jugado a ningún Zelda antes, de hecho, o quizá solo hayas jugado a Breath of the Wild, el extraordinario juego con el que Nintendo decidió abrir la etapa de Switch y cerrar la de Wii U. No pasa nada.
Link’s Awakening es exactamente lo contrario a Breath of the Wild. Este último es un mundo amplísimo, expansivo y que es más interesante cuanto más vastos son los espacios en los que Link se mueve; es un juego al que le va bien estar vacío, rendirse a unas pocas fuerzas esenciales que se relacionan entre ellas, que chocan y se complementan y se apoyan. Es un juego en el que el fuego y el agua y la electricidad tienen unas propiedades que afectan a lo que les rodea. Breath of the Wild es el resultado de tres décadas de maduración de un concepto y de la tecnología que lo ha ido haciendo posible.
Link’s Awakening está en las antípodas de esa sofisticación, y —entre otras cosas— por eso es tan fascinante. Se publicó en 1993, un par de años después de otro juego revolucionario, A Link to the Past, pero con una diferencia considerable: este no se juega en una consola más o menos puntera como fue Super Nintendo en su momento, sino en una, Game Boy, de la que se suele celebrar el uso inteligente de tecnología ya desfasada para crear algo diferente y atractivo; ahora hay pantallas en todos lados, pero da vértigo pensar que a principios de los 90 lo de llevar una en el bolsillo era una cosa de niños. Todos tenemos una Game Boy llena de años de grasilla y piel muerta para demostrar la pasión con que nos dejamos la vista jugando a Pokémon Rojo, pero por cada Wario Land 2 hay diez juegos cuyo interés es casi puramente técnico o intelectual.
Así, cuando llegó el momento de llevar la ya entonces muy popular serie Zelda al territorio portátil Nintendo, con Takashi Tezuka dirigiendo el proyecto, hizo lo que pudo dentro de los límites extremadamente marcados de Game Boy. Conscientes de que no era posible hacer mucho a nivel visual por las características de la consola, buena parte del desarrollo se llevó a cabo «de una manera relativamente despreocupada», como reconocía el propio Tezuka en un Iwata Asks. «Quizá por eso nos divertimos tanto haciéndolo. Era como si estuviéramos haciendo una parodia de The Legend of Zelda».
Pero sería un error desestimar las innovaciones que aportó este Zelda a la serie solo ser «una parodia». Al contrario de lo que ocurriría a partir de ese momento, Link’s Awakening se encuentra con un problema: el hardware para el que se desarrolló no solo es considerablemente inferior que el de la anterior entrega (en este caso, A Link to the Past), sino que además es tan limitado que es imposible no integrar esta limitación dentro del juego como elemento fundamental. El mapa es mucho más pequeño; las mazmorras tienen menos habitaciones; el diseño visual tiene que adaptarse a una resolución aún menor que la del primer Zelda, y teniendo presente que se iba a jugar en una pantalla minúscula y que se negaba a verse bien. Como consecuencia, la densidad de secretos se amplía exponencialmente; las mazmorras buscan una nueva complejidad que luego se convertiría en fundamental para la serie durante veinticinco años y un montón de entregas; y los personajes componen uno de los elencos más extravagantes y memorables de The Legend of Zelda, en parte gracias a la inesperada influencia de Twin Peaks, que por aquel entonces era un auténtico fenómeno en Japón.
Pero estoy hablando de un juego de Game Boy cuando de lo que debería hablar es de otro de Switch, precisamente el remake de The Legend of Zelda: Link’s Awakening que se publica dentro de unos días en la híbrida de Nintendo. Quería sacar a colación todo esto para hablar sobre el estilo visual de este nuevo Link’s Awakening, quizá el único tema del que tiene sentido hablar ahora. Como es sabido, aquí los gráficos encantadores pero rudimentarios de Game Boy dejan paso a un 3D que parece querer recordar al plástico o la goma, y que le da al juego un aspecto muy marcado de juguete; hay varios detalles que refuerzan esta sensación, como ese efecto diorama que, usando el desenfoque de manera hábil, hace que lo que se ve en pantalla parezca una miniatura que ha cobrado vida. Es un juego precioso, y que sabe aprovecharse de este aspecto de juguete para mantenerse fiel al material original sin perder ni un ápice de presencia en Switch: el aspecto «artificial» de los árboles o las rocas o las florecillas (colocadas en exactamente el mismo sitio que ocupaban en la versión de Game Boy) recuerda más a un set de Lego que a las amplísimas llanuras y desiertos de la Hyrule de Breath of the Wild, y todo el juego tiene una textura tan clara y precisa que casi puedes saber cómo son al tacto las baldosas o el césped.
Casi da la sensación de que Nintendo intente alejarse de la manera más radical posible de la nueva senda abierta por Breath of the Wild para, recuperando uno de los episodios menos explotados de la serie, marcar distancias entre la nueva época (la que se prevé que continúe con la secuela de Breath of the Wild próximamente) y otra anterior, en la que Zelda aún era un juguete. Un juguete que, ya digo, a través de tres décadas de maduración, ensayo y error ha acabado llegando a un feliz punto de no retorno. Hablaré más sobre esta revisión de Link’s Awakening en los próximos días, pero ha sido refrescante volver a un Zelda de juguete después de pasar tanto tiempo explorando la Hyrule infinita de Breath of the Wild; no por mí, que me acuerdo bien de este juego y de todas las otras aventuras de Link, sino por Nintendo, que demuestra que nunca pierde de vista los esfuerzos que ha costado llegar hasta donde está hoy.
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De pequeño, en mi cabeza, el bracalete era un croissant.
Oh, habiéndolo jugado pensé que habría algún comentario sobre cómo se siento el desplazamiento abierto en un mapeado que está diseñado para transiciones cerradas pantallazo a pantallazo. Supongo que eso se va para la review completa.
Explicando cómo las limitaciones afectaron al diseño de los mapas de Link’s Awakening, creo que habría sido mucho más fácil compararlo con el primer Zelda que con ALttP 😛
@lolskiller
En la mía era una garra biónica con la que agarrabas los jarrones.
@cleses
Es que si me quito eso de en medio ahora no me queda nada para el análisis. Se publica dentro de una semanilla. Y creo que la referencia clara es A Link to the Past; la relación es un poco como la de Metal Gear Solid 2 con el primero #putoKojima
«Hablaré más sobre esta revisión de Link’s Awakening en los próximos días, pero ha sido refrescante volver a un Zelda de juguete después de pasar tanto tiempo explorando la Hyrule infinita de Breath of the Wild; no por mí, que me acuerdo bien de este juego y de todas las otras aventuras de Link, sino por Nintendo, que demuestra que nunca pierde de vista los esfuerzos que ha costado llegar hasta donde está hoy.»
Este párrafo es especialmente fantástico y refleja de manera brillante lo que Nintendo significa para muchos de nosotros. Conseguir grandes metas teniendo muy presente el camino a sus espaldas.
@lolskiller Lo era. Y que nadie se atreva a decirte lo contrario.
@chiconuclear
Sí, claro, no me cabe duda que durante su desarrollo se miró sobre todo a ALttP (se decía directamente durante esas entrevistas, ¿no?). Pero concretamente el modo de presentar el mundo, su tamaño y el ídem de las mazmorras está básicamente sacado de Zelda 1, aunque el contenido ya mira directamente a su sucesor.
Gracias por el entrante
Se ve que no soy el unico que se acuerda de lo que hicieron los Charnegos
@carrington
A mí me parece un eufemismo muy adornado para hablar del gusto que le ha pillado Nintendo a esto de los remakes y ports con no demasiado esfuerzo detrás.
Pero bueno, supongo que entre nintenderos os entenderéis mejor.
@majinantonio
Sé que es partidista hacer este comentario en la entrada del Link’s Awakening y no en la del enésimo port de la eshop a 19.95€ pero aún así lo digo de corazón.
Es tan bonito que uno parece que se haya asomado a la sala de juegos de algún niño. Visualmente es un espectáculo y no puedo esperar a tenerlo entre mis manos. Como dices, después de la experiencia abrumadora de «Breath of the Wild» donde me dejé más de cien horas, se agradece algo pequeño y más amable, algo que te haga retrotraerte a tu infancia a golpe de texturas de plastilina.
@lolskiller
No era un croissant?! :elgrito:
@for_the_republic
Valorar si este Link’s Awakening es un gran juego o un «simple remake» es algo muy subjetivo, pero en esa frase hablaba de los videojuegos de Nintendo en general, no de este en particular.
El original es de los juegos que más veces he rejugado, siempre en tándem con ALTTP en todos estos años desde que fue el juego de moda en el colegio cuando salió.
Si que va a ser curioso tenerlo en la leja junto al BotW, cuánta calidad junta.
Que ganas de jugarlo, cada vez prefiero mas los juegos acotados de 10-20 horas que los titánicos juegos de mas 100.
Aunque eso no quita que ahí esté con el Fire Emblem a tope XD
Jajaja Me pasaba lo mismo XD
@for_the_republic
Cómo si no te conociera ya, jaja.
Que cada árbol y piedra esté en su sitio, haciendo esto un «port HD» casi idéntico al original, pues es lo que menos me interesa la verdad, a veces apetece más ver las cosas con otra perspectiva, sin desmerecer que el juego original sea tan buen juego. Que lo hayan re-hecho tal cual parece el camino fácil.
Esto. Lo he rejugado muchísimas veces y, aún así, le tengo unas ganas tremendas. Uno de los culpables de que esté hoy aquí.
Si esta vivo, bien.
Si esta muerto, bien.
Lo voy a jugar igual, no lo hice en su momento.
En fin… Ojalá la mitad de juegos que salen hoy, supuestos triple AAA con millones invertidos en desarrollos y equipos de cientos de personas, tuvieran en los próximos 25 años el peso en los videojuegos que vendrán que tuvo esta joya.
Es gracioso, porque los mismos que hacen palmas con los cojones con el RE2 Remake (juegazo), son los que critican este movimiento por parte de Nintendo.
Achoquepeeeeeesaos
Nintendo, dejaros de hacer amiibos de este juego y haced gominolas.Yo compro.
Efectivamente, yo el juego que recordaba de mi infancia era «la lellenda de Cerda», o como lo llamaba yo, «el Zelda pero con faltas de ortografia». No pillaba ni una a esa edad jajaja.
Solo espero que no hayan tocado las mazmorras para hacerlas más accesibles y lineales, sería un crimen.
Estoy jugando a los Oracles para quitarme el monazo durante la espera y es que no hay color (ja). Link’s Awakening es irrepetible.
Saber que el remake trae de vuelta las mismas sensaciones a través del lavado de cara y unas pocas mejoras, gestión del inventario entre ellas, me basta, me sobra y me pone más impaciente todavía.
Ojalá porteen el A Link Between Worlds para Switch, estoy jugando ahora el de SNES y lo suyo sería poder jugar el de 3DS también, da un poco de pereza ponerse con 3DS ahora mismo.
Esa cara de link pescando no tiene precio xD
Esa cara de link pescando no tiene precio xD