Nunca ha sido tan fácil acceder a la música: bastan un par de clics en la tienda de iTunes para acceder a casi cualquier disco que uno pueda querer, y aun así en los últimos años ha revivido el vinilo, el formato más aparatoso, caro e incómodo. En videojuegos ocurre algo parecido: jugar con otros online es hoy más fácil que nunca, pero ahí tenemos ese pequeño resurgir indie del multijugador local. Seguramente sea Nidhogg el ejemplo más perfecto de multijugador local moderno, pero no es el único que junta cierta estética nostálgica con tecnología y una aproximación a las mecánicas cien por cien actuales; dentro de ese saco podríamos meter a Crawl.
Ambientado «en algún arcade demencial movido por magia oscura transdimensional, que está friendo las placas base y provocando errores en el sonido y lo visual», Crawl es un bullet-hell beat-em-up meets old-school RPG, dicen sus creadores; una mezcla más difícil de describir que de comprender. Cuatro jugadores se enfrentan por ser el primero en superar la mazmorra, generada al azar, en la que se desarrollan las partidas. Cada mazmorra está compuesta por una serie de pisos, divididos en distintas habitaciones; uno de los cuatro hace el papel de héroe, mientras que los otros tres, como monstruos, tienen que intentar matar al héroe para ocupar su lugar. A base de matar monstruos, descender pisos y mejorar el nivel de los monstruos en los que podemos transformarnos, el objetivo final es llegar, como humano, al nivel 10 acumulando experiencia; en ese momento podemos activar un portal que nos lleva al combate contra el jefe final, controlado también por nuestros amigos. Matarlo nos hace ganar la partida.
Cada uno de estos delirantes descensos a las mazmorras nos lleva entre veinte y treinta minutos; ya digo que es más difícil de explicar que de comprender, y después del susto de unas primeras partidas en las que hace falta más de una explicación (que no siempre ofrece el juego: a veces es más fácil, o incluso necesario, que sea otro jugador más veterano el que explique a los recién llegados cómo van algunas cosas) no es difícil que el ritmo de los partidas fluya y la mayoría de procesos se hagan en pocos segundos: las visitas a la tienda o las subidas de nivel de los monstruos entre pisos, que al principio ponen un poco la zancadilla al ritmo por no saber exactamente qué hace cada cosa, o qué es lo mejor en lo que podemos invertir el oro o la experiencia, dejaron de suponer un problema, en mi caso, en medio de la primera partida con amigos. Supongo que es lo que tiene juntarse con gente espabilada.
«Siempre que probábamos una mecánica que estaba equilibrada para el multijugador, también teníamos que asegurarnos de que encajaba dentro de lo habitual en un RPG clásico. En ellos, el héroe puede ser más poderoso de la cuenta durante un tiempo y los monstruos controlados por la inteligencia artificial no se frustran; es muy distinto cuando juegas como un monstruo. De la misma forma, en el combate para un jugador los enemigos a menudo tienen un “aviso” que puedes detectar y evitar. Cuando juegas como los enemigos, no obstante, tener algún tipo de “aviso” no es tan receptivo, así que tenemos que tener mucho cuidado». En la entrevista que les hicimos hace unos días, Powerhoof nos cuentan cómo fue crear Crawl, trabajar como indies después de un tiempo en la industria triple A y más. Leer »
Además del progreso de cada partida, existe otra segunda capa de avance en la que vamos desbloqueando contenido poco a poco: terminando partidas conseguimos armas y hechizos que en adelante aparecen, si la suerte está de nuestro lado, en la tienda, cada uno con sus efectos y atributos concretos. La versión de un inventario de RPG que busca Crawl está lejos de la complejidad de los representantes más destacados del género: al final, el juego que buscan Powerhoof es un arcade accesible que no tiene medio de robar de aquí y de allá, combinando clichés para conseguir un sabor concreto.
En esto, claro, tiene mucho que decir lo visual. El pixel art de Crawl es increíble: está animado con un gusto sensacional, y sorprende lo fácil que es saber lo que está ocurriendo en pantalla a pesar de la bajísima resolución y de que haya cuatro jugadores correteando a la vez, a menudo compartiendo sprites (especialmente en los primeros minutos de partida, cuando nadie ha evolucionado a sus monstruos aún). Es un gusto para los sentidos: como era intención del estudio, Crawl sí parece una versión hackeada por un hechicero de un beat ‘em up de recreativa, con referencias constantes al pasado tanto en lo visual como en la música; la banda sonora suena de maravilla, por cierto.
Crawl está disponible desde ya mismo en Early Access. No es la forma más popular de distribución, según parece, pero me parece interesante el motivo que dan desde Powerhoof para justificar este acceso anticipado. «Nos llevamos juntando con amigos para jugar a Crawl desde los primeros días de desarrollo», dicen en la página del juego en Steam. «Está diseñado para jugar una y otra vez, y siempre ha sido un gustazo enseñar contenido nuevo; ver cómo se forman estrategias, se crean y se rompen alianzas y cómo conseguimos feedback valiosísimo. Ahora es el momento de que lo abramos para todos, para que podáis ver todos cómo el juego evoluciona y aportéis ideas y opiniones como han hecho nuestros amigos durante el último año y pico».
De momento, recomiendan esperar a los que quieran multijugador online, porque no pueden prometer que vayan a incluir la opción en la versión completa; como está ahora mismo, ya es un juego muy divertido y con una cantidad de cosas que hacer que garantizan, si cuaja entre nuestros amigos, un buen puñado de partidas; tengo ganas de ver cómo evoluciona, en qué desemboca este arcade delirante e iconoclasta y hasta dónde nos lleva esta segunda venida del juego local, una forma extraordinaria y feliz de compartir con los demás el placer del juego.
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Que buena pinta y que pedazo de TRAILER! Como de algo de la sega Saturn a mala hostia. Tanta qué hacia el final da hasta mal rollo.
Pintaza.
El multi local, los versus y turnarte a una vida siempre ha sido lo máximo. Pena que me hago mayor y ya no tengo colegas «pa enviciarme» :_(
joder que pintaza!
El niño de los 80 que fui dice sí al multijugador local.
Le tengo unas ganas brutalísimas desde que lo vi por ahí hace cosa de un mes.
Esto puede ser épico…
@wharfinger_kyd
No he leído más que Afterpop y Homo Sampler pero es probable que diga algo así, no me suena descabellado; me he estado mirando ahora alguna entrevista por encima y sí que habla de alguna cosa parecida. Simplificando las cosas al máximo por el bien de la claridad, me gustó hace poco una cosa que dice Marc Maron en su serie, en un capítulo en el que se gasta 4.000 dólares en un amplificador de válvulas que ni siquiera sabe usar del todo; no tengo el capítulo a mano, pero dice algo como que ese gasto es su forma de dejar constancia de su amor por la música, a lo que un amigo le contesta que a él le parece que el vinilo que están escuchando le suena peor que el mismo disco en el iPod.
Recuperar ese tipo de juego presencial y esa experiencia efímera tiene algo de intentar revivir esa pasión por los videojuegos de cuando el multijugador era eso sí o sí, cuando lo online no era algo común; yendo más allá, también puede verse como una forma de reclamar la partida única, la que ocurre exclusivamente en un círculo muy concreto y muy cerrado y no tiene por qué compartirse con todo el mundo vía internet, como lo que ocurre con los vinilos, mucho más «privados» que la música de iTunes o Spotify.
@wharfinger_kyd
Yo compro vinilos por el no sé qué, porque ni tengo medios (ahora mismo, al menos) para escucharlos en condiciones ni sé lo suficiente sobre sonido como para apreciarlo en condiciones, pero también tengo respeto por la gente que sabe más que yo y he escuchado discos con la compañía apropiada, que me iba explicando por qué eso sonaba mejor, y supongo que algo hay ahí. Es ignorancia, claro, tampoco me interesa dármelas de algo que no soy; sin embargo, sé que volver a casa por la noche y ponerte un disco en vinilo no es lo mismo que ponerte el puto Winamp. Respeto el ritual, en ese sentido, como respeto el ritual de juntar a amigos y jugar a algo juntos, que es uno de los motivos por los que juego más a, yo qué sé, Mario Kart en local que por internet. Dicho esto, lo otro tampoco me parece mal: puedo entender que a alguien le parezca una chorrada. Cada uno tiene lo suyo.
Yo lo he probado hoy (y seguiré con el mañana) y os puedo decir que vale mas de los 10€ que cuesta.
Me interesa mucho el probablemente futuro modo online, ya que como muchos me es complicado juntarnos los colegas a segun que horas. Pinta muy muy bien y le tengo muchas ganicas.
@chiconuclear
Hay una buena analogía entre vinilo/mp3 y pixel/acabado moderno: Los dos primeros son capaces de contener impurezas sin buscarlas, lo que en un vinilo vendría a ser el ruido de fondo y en un pixel una forma imperfecta…en ambos casos se aprecia un extra que va más allá del diseño o del acabado original, y que es fruto de su propio medio. Es una seña, además de una cualidad.
El audio digital, o el acabado gráfico moderno, no cuenta con esa tendencia al error, ni con esa calidez tan propia de los otros dos (algo comparable, también, a la diferencia entre el sonido eléctrico moderno de un ampli al contrastarlo con su homónimo a válvulas).
Son matices, y marcan una diferencia. Pueden ser del gusto o no, pero ahí están. En cualquier caso, un vinilo (o un acabado pixelado) contiene una información extra, apreciable y audible, que no poseen los medios digitales, y mucho menos los de uso común.
Aun siendo obvio que un vinilo posee cualidades que aun no se han podido replicar en términos digitales, se trata más de como suena que de lo bien que lo hace…Personalidad.
Saludos!!
EDIT: un pequeño ejemplo entre grabación en vinilo por medios analógicos y grabación digital: Si grabo una pista de guitarra a través de un cable (o la creo con programas de audio digital), suena lo que la pastilla reproduce…si lo grabo a través de un micro externo, analógico, también capta el ruido de los dedos golpeando las cuerdas, el de la mano deslizándose por el cuerpo del instrumento y el del sonido viajando a través del aire, entre otras cosas…eso es lo que encuentras (a grandes rasgos) en un vinilo grabado forma analógica.(Y que ciertos medios digitales no pueden reproducir, por su límite de espectro en las frecuencias).
De los pocos Early Access que me planteo. Desde el día que vi un gif en Kotaku estoy enamoradísimo de este título.
@chiconuclear
Entiendo a que te refieres con la comparación entre vinilo y multijugador local y en el ritual desfasado que ello conlleva. Pero creo que están a años luz. La diferencia entre multijugador local/ multijugador online es mucho más fuerte que entre vinilo y mp3. No tiene nada que ver jugar con gente en tu casa, que estar cada uno en la suya hablando por micro. Creo que poca gente dudará de esto.
A parte, sobre si está desfasado o no, fijemonos en los juegos de nintendo. Que siempre han apostado por el multijugador local, y parece que seguirá así para rato.
P.D: Crawl es una puta pasada, lastima que no tenga mandos para el pc, que si no ya me lo hubiese comprado.
@srvallejo
Sí, y los de Nintendo son los que solemos jugar en mi casa cuando quedo con colegas. Si durante un tiempo jugué al puto Wii Party U, qué me vas a contar. Para el cachondeo son lo mejor.
Pintaca, ya lo comenté en el foro, pero me acaba de destruir la falta de online…
@chiconuclear
De entre todos los motivos que he escuchado entre los aficionados a los vinilos el tuyo es uno de los más honestos y válidos. Es indudable que el ritual aporta a la experiencia.
Me ha pasado escuchando la filtración del último disco de Opeth, que sí, que es cojonudo y la gocé como un enano, pero escuchar una filtración guarra (que ya te da palo), no es ni comparable a la sensación de cuando eras un chaval y te ibas a la tienda a comprar el CD y pasabas todo el camino de vuelta pensando en cómo sonaría el disco por el título de las canciones y el arte de la carátula. Soy firme defensor de lo digital, pero cada vez veo más indicios de que lo físico «tiene algo»… me estaré haciendo mayor.
@metalman
El tema de los amplis digitales y a válvulas tiene realmente una explicación científica de por qué los segundos suenan mejor. Estudiando la forma de onda que produce uno y otro, las válvulas producen lo que se llaman armónicos pares y los transistores impares (puedes buscarlo como even-order harmonics y odd-order harmonics si quieres profundizar en el tema). El caso es que al oído son mucho más agradables los pares, de ahí que la distorsión de válvulas suene más cálida, aun cuando se consiga hacer una réplica casi exacta con circuitería.
Hasta donde yo sé no hay fenómeno similar entre vinilos y música digitalizada. Sí que es cierto que se pierde espectro sonoro, pero está mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros puede detectar.
El tema de grabación con micro o por cable, el resultado va a ser el mismo acabe esa grabación en vinilo, en CD o en mp3 y ya depende del gusto del artista y del enfoque de la obra el que esos sonidos intervengan en el disco o no.
@rocksgt
Igual que compro vinilos compro discos en iTunes, y cada vez me descargo menos cosas por la patilla. Por puro tiempo: desde que empecé a comprar discos con cierta intención de formar una colección (desde hace seis o siete años, no más), sé que no voy a poder dedicarle el mismo tiempo a todo. Spotify salva bastante bien la papeleta, porque si quiero escuchar algo por encima para ver cómo suena es posible que esté ahí y pueda hacerlo. Para todo lo demás, sé que si me gasto los euros en un disco lo escucharé más, ni que sea por no sentir que he tirado el dinero. Es un motivo más simple todavía. Pero también me gusta cambiar de cara, ver por qué los discos están organizados de tal o cual manera; no sé, hay muchas cosas. Antes sí tenía un equipo bueno y la música se escuchaba de lujo, pero ahora mismo no, así que tampoco me voy a poner finolis porque saco mejor sonido del puto iPhone que del tocadiscos.
@rocksgt
Tienes toda la razón, pero no quería convertirlo en un debate técnico, tómalo como una explicación resumida. Simplemente, cuando todo es analógico, existe un ruido natural que no emiten o captan las formas digitales, y quería referirme a esa propiedad.
Un saludo!!
@chiconuclear
Yo tampoco descargo nada ya, pero una filtración del disco más esperado del año un mes antes del lanzamiento se me hace demasiado irresistible 😳
En su día dedicaba la mayor parte de mi escaso presupuesto de adolescente a aumentar mi colección de CDs. Pero era todo mucho más complicado, muchas veces comprabas «a ciegas» y te llevabas chascos enormes. La piratería siempre la he entendido como acceso a contenido vetado de otro modo, sea por motivos de disponibilidad (¿cómo ver en España Breaking Bad en VO al ritmo al que se estrenaban los episodios?), bien por motivos económicos.
Yo ahora tiro con suscripción premium de Google Music y para mí es perfecto. Catálogo muy amplio y lo que no encuentras lo subes tú de tu discografía directamente.
Con un buen equipo de sonido siempre vas a tener buen resultado, sea con vinilo sea con CD, sea con mp3 a 192. Mucha gente detecta una textura agradable en el sonido del surco del vinilo. A mí sinceramente me sobra, así que prefiero formatos más cómodos y manejables, pero como decía antes, cuando visito a un amigo con su colección «importante» de vinilos y sostengo el «Seventh Son of a Seventh Son» en formato gordote, algo te hace click dentro, al menos más que el ver la misma portada en la pantalla de tu ordenador.
¿Suena mejor el vinilo? Objetivamente y en teoría no, en la práctica, para gustos.
¿Aporta a la experiencia de disfrutar un álbum? Sin duda sí.
@metalman
Entiendo a lo que te refieres, pero creo que no aplica al tema de vinilo, mp3, CD.
En el caso del ampli, esa es la fuente del sonido por lo que la onda resultante es diferente si sale de transistor o sale de válvulas.
Si esa onda la grabas en analógico (vinilo o cassette) y la grabas en digital (CD o mp3), al reproducirla sonarán igual en un medio que en otro.
Las diferencias son que el vinilo y el cassette aportan texturas que no están en el digital, que es la grabación pura. Pero que por su naturaleza analógica la grabación sea superior no acabo de verlo.
Es sencillo, y puede que mi error haya sido un ejemplo mal elegido: cuando se habla de mp3 se enfoca como si de un estándar invariable se tratase, cuando existen distintos tipos de compresión o de bitrates. Un archivo en MP3 omite ciertas similitudes entre patrones, al igual que una imagen en Jpeg, excluyendo ciertas gamas de sonidos (es más fácil explicarlo con imagen, pero funciona igual: En un Jpeg se omiten ciertos colores que se corresponden dentro del espectro gris/negro, por ejemplo, y se excluyen los más parecidos).
En ese formato de audio no tienen por qué estar todas las ondas que componen el sonido original. En un vinilo no se comprime el sonido. Era a lo que me refería.
Entiendo que existen multitud de formatos mucho más cercanos al sonido original, como WMA Pro, FLAC o cualquier Wave/Raw sin comprimir, pero te aseguro que salvando muy buenas adaptaciones a estos formatos, no suenan igual de bien ni que un CD original, y me vale también el vinilo.
Cuando reproduces en CD se omiten ciertas frecuencias, de ahí que naciera, por ejemplo, el SA-CD, que contiene información digital extra para compensarlo…y aun con todo, tampoco se compone de todo el espectro original. Es un debate chungo si se aprecian o no esas frecuencias, pero ahí están y son sonido. Eso en vinilo no tienes que añadirlo, lo lleva de serie (siempre que la grabación sea analógica). No se si se le puede llamar superioridad, pero es un extra.
EDIT: puede que tengas toda la razón, no te lo discuto, solo te expongo mi punto de vista, que podría ser erróneo!
EDIT2: Que maniáticos somos los Heavys con el sonido…
Saludos!!
@metalman
Es un debate chungo si se aprecian o no, pero todos los estudios coinciden en que la mayoría de la gente no las aprecian. Y cuando las aprecian son incapaces de decir qué grabación tiene mejor calidad.
Es posible distinguir una misma grabación en mp3 en diferentes bitrates. Dependiendo de la grabación será más fácil o más difícil, pero es algo para lo que hay que fijarse y la mayoría de la gente ni siquiera sabe a qué debería prestarle atención para detectarlo. Obviamente esto se agrava si consideramos los medios en los que la mayoría de la gente escucha música. Al final, en el día a día, la diferencia entre CD y mp3 es inapreciable. Y entre CD y vinilo también a nivel de calidad, otra cosa son los extras que aporta el vinilo de por sí (el sonido del surco, o las motas de polvo que pueda tener).
Cuanto más inviertas en equipo de reproducción más vas a poder detectar los detalles y por tanto más te va a aportar o molestar el vinilo. Como decía antes es cuestión de gustos y a mí, en la mayoría de los casos, me molesta más de lo que me aporta.
A Miles Davis le puede quedar genial el sonido del surco, pero en Beethoven definitivamente no lo quiero ahí.
No sé cuántos de vosotros pensaréis igual, pero que sea multijugador local es un coñazo de categoría. Al menos en PC, claro.
Joder!!!, qué cosa más guapa.