Crónica de la presentación y primeras impresiones de Mass Effect

Jueves seis de septiembre del dos mil siete. Azafatas de ojos claros y piernas largas, educados y jóvenes mercaderes, periodistas, currantes, cámaras, fotógrafos, el servicio de cátering, un abuelo, una sola chica jugadora, muchos jarcores (unos más jarcores que otros), y el menda, nos rejuntamos en una calle céntrica, limpia y verde de Madrid para un sarao bastante interesante y didáctico: la presentación del cacareado Mass Effect.

Tras acreditarme ante las lindísimas azafatas como el auténtico y genuino Dr. Boiffard, y firmar un juramento con sangre donde renunciaba a usar la cámara que llevaba encima, recibí una calurosa bienvenida por parte de los organizadores y me tomé un zumo de naranja a vuestra salud, queridos lectores.

Para la presentación del juego vinieron hasta la piel de toro el presidente de BioWare Greg Zwschuk y su lugarteniente Matt, que nos hicieron sendas demostraciones para luego dejarnos catar el juguete a todos y cada uno de nosotros. A primera hora fue la presentación de Matt, que tras alabar a las tres uves dobles de nuestro país (Weather, Women and Wine) nos empezó a mostrar el esperadísimo e hypeadísimo juego soltando un montón de coñas, lo que hacía más que ameno el verle morir en el juego un par de veces. Gran tipo el Matt. Más tarde Greg pasaría a hacer la misma demostración, y, aunque demostraba más habilidad con el juego, entre que ya había visto lo que había que ver y que fuera había bollitos y café, dos o incluso puede que tres chicas, y consolas con el juego funcionando y al alcance de la mano, pasé de verla entera. Eso sí, el rato que estuve vi una cara de satisfacción al simpático abuelo que estaba ahí que me hizo pensar. A mi abuela le horrorizan estas cosas, pero el hombre disfrutaba como un niño viendo al Greg hacer caras con el editor. ¿Que llegaremos a ver nosotros a su edad?

Pero bueno, metámonos en la chicha. El título de BioWare es, si resumimos al extremo, un cruce entre Gears of War y Oblivion. El mundo futurista en el que se desarrolla la historia, con claras influencias trekkies, promete bastante chicha y rejugabilidad. Como los gráficos hablan por sí solos, el marcamiento de paquete de la presentación, las ideas de las que más orgullosos se sentían los padres de la criatura, fueron básicamente dos: las múltiples posibilidades del argumento, tanto a a través de decisiones claves, como a través del carácter del personaje; y la animación facial. Esos dos son los pilares sobre los que parecían haberse apoyado para intentar hacer el elige tu propia aventura más bestia jamás concebido sobre silicio; y que, además, aspira a ser capaz de tener una narrativa madura y de calidad cinematográfica en todo momento.

Los personajes son altamente personalizables, tanto desde el aspecto físico como el psicológico. El editor de gepetos no es una revolución, pero aprueba con sobresaliente, y las posibilidades de crear algo parecido a tu propia cara son bastante altas. Y la expresión facial no tiene demasiado que envidiar a la primera película de Final Fantasy. Solo que Mass Effect no es una película, es un juego y todo funciona sobre el motor del mismo. El claro pilar del RPG occidental está en el aspecto psicológico y en las clases de personajes. Tanto la actitud como la historia del origen de tu John Sephard son personalizables, y se definen cuando creamos su perfil. Eso influye en el contexto y además va evolucionando mientras jugamos, según vayamos eligiendo las respuestas a los diálogos y vayamos tomando decisiones clave. Para acabar, hay tres tipos básicos de personaje: Soldado (matar, matar), Ingeniero (cacharrear, curar) y Adepto (super poderes biónicos que se salen del pellejo) con sus tres combinaciones posibles de dos en dos, Infiltrado (Soldado-Ingeniero), Centinela (Ingeniero-Adepto) y Vanguard (Soldado-Adepto).

El detalle gráfico de los escenarios es, en general, excelente. Obviamente, que nadie se espere Crysis. Pero yo creo que está más cerca de las primeras imágenes que salieron del juego que del downgrade del que se habló después. Hubo un momento de la presentación que se desarrollaba en un paraje muy spoiler spoiler que, sin llegar a fotorrealismo, quitaba el hipo.

Y luego está el gameplay. La base del control es el ya clásico doble joystick más gatillos para shooters en tercera persona. Sobre eso se añade un menú bastante intuitivo que sale con el botón D, que pausa la acción y nos permite distribuir los elementos tácticos entre nuestro personaje y los dos PNJs que nos escoltan. Nos insistieron bastante en que, si bien puede jugarse como un shooter, la importancia del apartado táctico es bastante imprescindible si no quieres morir aplastado. Si el sistema está bien pulido y equilibrado, puede ser verdaderamente grandiosa la mezcla de elementos de RPG clásico y shooter. A primera vista, lo que es prometer, prometía bastante. El juego en tiempo real es completamente un shooter, y lo que es la táctica del grupo a tiempo parado es de un rollo más RPG, controlando la acción de todos los personajes del grupo. Fuera de este menu, los PNJs que nos escoltan están siempre controlados por IA.

Tras la presentación, llegó la deseada cata del juego en mis propias manos. En realidad se pospuso un rato porque había bastante cola. Cuando creía que la única chica que ví jugando me iba a ceder el sitio amablemente, un jarcor muy jarcor, el más jarcor, super jarcor, el maestro de los jarcores, se me adelantó cuando ya estaba a escasos 10 centimetros de la silla, y me quitó el sitio en un tiempo fugaz. Como si se tratase de un yonqui con el mono, una necesidad irracional de saciar tanto hype. Fue muy divertido, yo me descojone para mis adentros y la verdad es que me dieron un mando para la consola de al lado casi al minuto. Y ahí ya por fin, tras casi una hora de dientes largos viendo aquellas teles del tamaño de la pared de mi cuarto, pude catarlo un buen rato y comprobar de nuevo mi torpeza con el sistema de doble joystick y lo mucho que molan y lo grandes que son las teles que manejan en estos saraos.

Cuando acabó la primera presentación, puse mi nivel de inglés a prueba y hablé bastante con el bueno de Matt de todo un poco, aprovechando que era, como yo, del selecto y a la vez marginado grupo de adictos a la nicotina. Hablamos de lo bonita que es Madrid, la de lenguas que hay por aquí, los tours de presentación tan guapos que se pegaban por Europa, de la localización de los juegos y sobre todo, de la importancia de tener buenos doblajes en esta clase de géneros. Al final me temo que el juego no se va a doblar, al parecer lleva bastante chicha en el sistema de movimiento de labios y se conforman con subtitularlo. Me quedé con las ganas de tener unas palabras con el presidente de BioWare, pero al no pertenecer éste al club de los adictos a la nicotina y estar siempre mucho más rodeado de gente, no tuve la ocasión.

Conclusiones.

Mass Effect es sin duda uno de los pocos juegos que, por sus pretensiones completamente next-gen, justifica el hype generado hasta ahora. Maneja un presupuesto desorbitado, es un proyecto ambicioso, de un equipo con bastante experiencia y, sobre todo, es una franquicia nueva. Se ha llevado premios, muchos premios, más de cincuenta premios, incluido el de la Game Critic Awards (LoL) y todo. ¿Es realmente para tanto?

La primera impresión es que sí, es para tanto. Se puede afirmar con tranquilidad que Mass Effect va a ser un must-buy de 360 y un juego grandioso. Pero con un juego de tales magnitudes, siempre nos falta tiempo, en una presentación, para poder sentenciar ya si es una obra maestra, de esas que dejan claro como el agua que la next-gen está aquí y no es solo gráficos y potencia. Que el juego sea una joya eterna que alcance el Valhala o que simplemente se quede en un juego de sobresaliente, dependerá en buena parte de lo pulido y equilibrado que esté el sistema de combate, su evolución y desarrollo, con todos y cada uno sus elementos tácticos y demás movidas. Pero no solo eso. Desde mi punto de vista, lo que verdaderamente puede definir a Mass Effect como un GOTY como la copa de un pino (o más) es si las posibilidades del argumento a la carta podrán estar a la altura de lo que hemos soñado siempre que serían. Es decir, si Mass Effect es la punta de lanza de una generación de juegos que pueda sentenciar de muerte tanto a las cinemáticas como a la linealidad de los argumentos. Eso es a lo que aspira Mass Effect. Y no es de extrañar que lo consiga o, por lo menos, se acerque lo suficiente.

Los anaitconsejos de hoy. En primer lugar, nunca desperdicieis la oportunidad de conocer a gente de otros países. En segundo lugar, respetad y venerad a los maestros jarcores, porque ellos tienen la llave del conocimiento del sistema de doble stick con gatillos y no necesitan mariconadas tácticas errepegeras. Aunque te quiten el sitio.