Electronic Arts mola tanto que después de liársela un poco parda te siguen invitando a sus eventos. Aunque esta vez no todo fue como esperaba. Jueves 16 de octubre, Hotel Don Juan Carlos I estrella estrella estrella estrella estrella. Es raro que la segunda vez que vayas a un sitio tardes en encontrarlo el triple de lo que tardaste la primera vez, pero la vida es rara y os tenéis que ir acostumbrando. Antes de entrar, tras bajar por la rampa hacia la entrada del hotel con la sonrisita en la boca, esa que me aparece sin querer cuando estoy pensando alguna gracieta, me acerqué al señor de la chistera, ese humilde y educado encargado de rescatar a la gente de la puerta giratoria y le dije «¡Eh, Judini! Hazme un truco que el turco ya me lo ha hecho tu señora». Su mirada fue fulminante y sentí alfileres en la nuca, su mano se movió décimas de segundo y dibujó un circulo frente a mi cara para volver a su posición inicial. Me toqué para ver si todo estaba en su sitio y aliviado pasé al interior del hotel. Me volví a tocar la nuca y saqué los malditos alfileres. Parece que a las dependientas del Springfield no les gusta opinar sobre cómo te queda la ropa dentro del probador y por la fuerza. Antes de aguantar cualquier charla es de recibo evacuar líquidos, sobre todo si se piensa en ingerir más. Camino del WC me sentí de nuevo impresionado por la magnificencia del interior del hotel: techos altísimos, cristaleras gigantescas, cuadros del Rey tamaño A -25, ficus selváticos con hojas que parecían pateras, una pianista de tres metros de alto, una puerta del lavabo que… ¡¡OH NO!! Mierda, el puto Copperfield me ha jodido, me ha lanzado un hechizo de reducción. No te pongas nervioso Haru, has venido a hacer un trabajo y lo vas a hacer. Me metí en la sala de conferencias y me di cuenta de que iba a ser una dura jornada. Busqué entre las piernas de la gente un sitio en primera fila para asistir a la charla sobre Dead Space que estaba a punto de comenzar. Para encontrar mi sitio bastó con ir mirando hacia arriba, y al divisar una chaqueta de pana marrón supe que Xavi Robles no podía andar lejos. El señor de Electronic Arts se dispuso a alabar durante un rato a Dead Space, aunque se le veía en la cara que lo que de verdad deseaba era ponerse con Mirror’s Edge. No obstante hizo un esfuerzo e hizo su deber. Dead Space es un ambicioso proyecto que ha sido cuidado hasta el punto de crear una franquicia completa orbitando alrededor del juego: ya hay tanto una película de animación como un cómic. La premisa era hacer un survival horror de calidad, aunque lo va a tener difícil habiendo monstruos como los hay en el género (I’ve made a joke!). El aspecto visual es impecable, incluso en la pantalla que usa EA para estas presentaciones que así a ojo debe de medir tres o cuatro metros de ancho, y ese día 300 ó 400. Toda la información en pantalla que suelen tener los juegos está integrada para que no moleste en nada a la acción, con vida y munición indicada en el propio traje aprovechando la vista en tercera persona. Aunque todavía me pregunto de qué le sirve a alguien tener el indicador de munición en la espalda, ya me imagino a los enemigos «Mira, tres balas más y ya le podemos dar por culo». Los menús también están pensados de tal forma que no interrumpan la acción, y se accede a ellos en tiempo real en 3D desplegable delante del personaje. Se hizo hincapié en que el juego no se centraba sólo en la acción sino que tenía sus buenas dosis de exploración y puzzles, aunque lo que pudimos ver estaba cargado de sangre y balas, y demostración de esta idea es que controlas a un científico o médico, no me acuerdo, pero el caso es que no es un marine siliconado. Se nota que Dead Space está trabajado y tiene pinta de dar bastante canguelo, pero se habla de que el argumento no es muy allá, y a mi gusto adolece de cierta falta de personalidad o de rasgos diferenciales. Un survival en el espacio no me parece demasiado buena idea, porque al fin y al cabo no nos afecta para nada, y es complicado ponerse en la piel del protagonista. «Que les den, por ir donde no les llaman». Según EA, el objetivo es conseguir una puntuación en Metacritics de 9, pero veo difícil el objetivo. Sin jugarlo apostaría a que ronda el 8, que por otro lado no es una nota a desmerecer. Y vamos ahora con Mirror’s Edge que era mi principal curiosidad. No soy yo muy de ver todos los vídeos de un juego. Cuando me interesa de verdad procuro aislarme un poco y conocer cuanto menos mejor, así que casi todo lo que nos enseñaron fue nuevo para mí. Me sorprendió lo poco «on rails» que era; desde un buen comienzo repetí hasta la saciedad eso de que al juego sólo le faltaba un guante para ser «un Sonic en primera persona», pero nada más lejos de la realidad: tienes libertad de acción en todo momento para corretear casi a tus anchas y elegir el camino que creas conveniente siempre en dirección a un objetivo final. La simplicidad en los controles es algo que lo hace bastante fácil de controlar. Con un par de minutos al mando ya podías conseguir sin mayores esfuerzos que el 80% de la gente de tu alrededor vomitara, y todavía no habían sacado los canapés, así que pude comprobar de primera mano qué ingredientes tenía cada una de las pizzas que a buen seguro se habían zampado los muy frikis. Tuve bastantes problemas para alcanzar un mando dado mi encogido estado, pero conseguí que alguien me acercara uno y me puse a jugar a lo LittleBigPlanet, champiñón en un brazo, champiñón en el otro y champiñones hasta las orejas de la pizza regurgitada. Sobre el apartado visual, el color rojo de algunos objetos en el escenario no es casual, es una forma de indicar un flujo por el que nos deberemos mover para ir avanzando. Se puede desactivar en cualquier momento, pero si no quieres perderte ni perder el ritmo de avance es vital. Y no os asustéis: la falta de colorido en los escenarios ya vistos es una estrategia para resaltar más ese rojo, pero en otros escenarios habrá muchos más colores siempre manteniendo una estética limpia y poco recargada. No puedo sino deshacerme en elogios hacia el apartado visual, porque es bello como pocos. Pero eso sí, una belleza artificial, fría, carente de vida. Y os preguntareis, ¿por qué coño corre Faith tanto? ¿Llega tarde a la peluquería? Posiblemente, pero además de eso Faith vive en un mundo en el que la gente ha vendido parte de su privacidad y derechos a cambio de seguridad, limpieza y que les pinten las tuberías de rojo. Vamos… de aquí a dos días. El caso es que la chica pertenece a un grupo de runners que corren al margen de la ley entregando mensajes y comida china a ratos. Estuvimos dándole un rato al modo contrarreloj y no por los suculentos premios que había en juego, sino porque de verdad nos apetecía mucho jugar sin parar, mejorando el tiempo cada vez un poquito más y consensuando entre todos el mejor y más rápido camino hasta la meta. Con checkpoints y corredor fantasma, incluido todo ello para currarse un ranking online de esos que te hacen jugar a un juego después de acabártelo. Para terminar tenemos que dejar patente la ilusión con la que hablaban todos los que habían jugado al juego en profundidad hasta el final y su visible rallada por no poder revelar más de lo necesario debido al estricto código de secretismo que EA quiere en torno a Mirror’s Edge. Una semana antes del lanzamiento verá la luz una demo pública con un modo desbloqueable mediante códigos que intentaremos conseguir para rularlos a un buen precio. Nota: en estas impresiones no ha influido nada ese librito de ilustraciones de Dead Space, esa camiseta de Mirror’s, esos tatuajes de Faith ni la bolsa con el tamaño justo para transportar una 360 de aquí para allá. De las gafas 3D que llevaba tiempo intentando conseguir no puedo asegurar lo mismo 😀 ¡Gracias! En fin, decidí dar buena cuenta de medio canapé o lo que me cupiera en el buche, no sin antes invitar a una bella damisela de mi tamaño a tan magno manjar. Pasó un poco de mí, así que fui a emborracharme para olvidar, encontré una birra olvidada, abierta y fresquita, lista para ser consumida, pero desgraciadamente no encontré la forma de llegar arriba sin escoñarme. Recordé lo aprendido en Mirror’s y fui corriendo buscando cosas rojas a las que subirme para dar el salto hasta la birra soñada, aceleré mientras divisaba mi objetivo, un objeto rojo al que encaramarme, un salto al pantalón… un segundo al cinturón… el tercero a la espalda… ¡¡y un último impulso en los hombros!! ¡ZAS! De boca contra el suelo… Me levanté, escupí medio kilo de champiñones y me fui cabreado de la fiesta. Una pena porque no era consciente de lo que ocurría a mi espalda mientras salía de la sala. Abatido y muerto de frío, caminé fuera del hotel. Tuve una pequeña recompensa al cagarme encima del zapato del señor de la chistera, pero el alivio fue sólo momentáneo… al momento tuve caca otra vez. Caminado para el coche me di cuenta de que no sería capaz de conducirlo así que decidí pasar la noche por las cercanías del Juan Carlos I, muy cerquita de la zona del Camp Nou. Mientras doblaba una esquina, de pronto me vi entre las piernas de una enorme señora que fuma, el instinto me hizo mirar para arriba y descubrí un frondoso matojo en el que parecía que se podía estar calentito, así que a lo Shadow of the Colossus di gracias de que no se hubiera depilado las piernas y accedí, pese al bamboleo, a la zona. Con un último salto procedí a agarrarme a… a… ¡mierda, aquello no era pelo! Bah, qué más daba, hacía frío y tenía sueño. No me iba a privar del cobijo por un quítame allá ese pene. Mañana será otro día. Y sí que fue otro día, pero lo que no esperaba era despertarme en el ojete del Rey.
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Yo bebiendo pepsi desbravada y vosotros con una birra en la mano…
Si en lugar de escupir tanto champi hubieras probado a comerte alguno igual hasta hubieras podido conseguir otra vida, o al menos crecer un poco.
Al menos mola eso de que el mirrors no sea tan lineal como me esperaba. Cada vez le tengo mas ganas.
El Dead me parece que no llegare a jugarlo en mucho tiempo. No me llama nada de nada.
Lástima que Haru no cubra las cumbres internacionales de la UE en Bruselas.
Yo te cubro lo que quieras cohaagen!
Madre mía, haru, cómo se te va xdddd
Oh LOL, Haru! Me parece que los champiñones te los metiste ANTES de la presentación.
who is osom? Haru is OSOM!!!111
en serio me he reído de bastante, gracias mini tú por este reportaje.
y al tema, el mirror’s tiene muy buena pinta y el dead space la verdad. Yo no lo jugaré pero a ver si juega algún amigo y lo veo… yo es que me hago cacas con esos juegos.
Joder, que ganas le tengo a este juego, y encima os dan regalicos, qué enano más cabron eres, jaru.
Fraaaaaaaaaaaaai, no te escondas
Dí que sí, Haru. Hasta que no coges el mando, uno no se da cuenta de lo que han hecho con Mirror Edge.
Dead Space también tiene lo suyo, ¿eh? Nunca digáis»de este agua no beberé».
PD: Yo me llevé un regalo extra, un poster en plástico de Warhammer online, tó wapo. Aunque no tanto como el Warhamer ed. coleccionista que se llevó el que ganó la competición al contrarreloj… bueno, qué coño, no me gusta Warhammer, me basta con el poster xD
Genial! La mejor crónica jamás escrita en anait.
Gracias a esta crónica he dejado de fumar!
Te lo has currado, en cuanto nos llegue el mirror’s edge te lo mando antes de probarlo nosotros!
Apoteosico! Gracias a ti creo que me voy a cortar el pelo!
Que coño, que sea el mirror’s, el pure y un fifa para tu cuñado que juguéis online.
Puto Haru xddddd
Y porque no me ha validado el bot a «Mr Henson» y «Chiconucelar» que tenía preparados
Que pasa con la Cruzcampo???? Algun problema con al Cruzcampo??
Sí, que no es Franziskaner.
Paker para los amigos.