Ya quedan muy pocos días antes de que Spore, la última creación del genial diseñador de videojuegos Will Wright llegue a las tiendas el próximo 5 de septiembre. El pasado 14 de agosto el título alcanzó la categoría de Gold Master y seguramente toda la maquinaria esté ya mismo funcionando a pleno rendimiento en su labor de tostar los discos y distribuirlos por todo el continente europeo, el primer mercado donde aparecerá el juego (sólo con dos días de antelación, eso sí). Gracias a la inefable «técnica Nae», una poderosa combinación de artes marciales, coraje kamikaze, sigilo camaleónico, sibaritismo megalómano, seducción titánica y escapismo, pudimos (una vez más) colarnos en la ansiada zona VIP de Electronic Arts. Rodeados del lujo y con nuestros egos rallando lo aberrante tuvimos la oportunidad de plantarnos ante un PC y un MAC con las versiones definitivas de ambos juegos y disfrutar de un repaso a todos sus opciones guiados por su Game Designer, Jenna Chalmers. Si alguna cosa diferencia a Spore del resto de juegos que hemos visto en Leipzig es el hecho de que el título desarrollado por Maxis ha sido el único de toda la feria que nos congregó a todos los presentes (Jose, David, Nae, Julio y un servidor) entorno a un afirmativo rostro de consumida satisfacción. Spore gustó a todos, y fue la feliz excepción de una feria donde a pesar de los grandes juegos presentes casi ningún título logró un absoluto consenso. Afortunadamente ésta será la última convención a la que asistirán las criaturas de esta galaxia espiral creada por el padre de Los Sims. Tal como nos recordó Jenna, Spore surge de la fusión de la hipótesis científica conocida como panspermia y la idea de Will Wright de crear un juego con una especie de «zoom» capaz de acercar y alejar la visión del jugador hasta los límites más insospechados, desde el organismo microscópico a escala atómica hasta la visión del Universo más alejada. Respecto a la panspermia, se trata de la teoría según la cual la aparición de vida en la Tierra es de origen extraterrestre, ya que se formó a partir de unas «semillas» que diseminadas por todo el Universo dieron origen a la esencia y comienzo de la vida. También cabe anotar que otra de las teorías científicas sobre las que se apoya el juego son las tesis sobre Selección Natural de las Especies de Charles Darwin y Alfred Russell Wallace, teorías que, por cierto, este año celebran el 150 aniversario desde su presentación ante un escéptico comité científico en la Linnean Society de Londres. Ambos posicionamientos alrededor del origen de la vida están generando encendidas críticas por parte de grupos religiosos. Es por ello que, según declaraciones del propio Wright quien se ha descrito como ateo, se han tomado medidas para no ofender a las personas religiosas, y hasta se ha incluido la posibilidad de crear una especie que siga una filosofía vital de tipo religiosa. La idea de crear un juego con un gran «zoom» se concretó ante nuestros ojos en poco más que un instante, al ver como Jenna, acercaba y alejaba el punto de mira desde el detalle más específico de una criatura hasta una espiral cósmica formada por incontables planetas. Hay que ver este efecto «zoom» para hacerse una idea de la grandeza de la extensión del Universo Spore. «Para verlo en su totalidad necesitaríais estar jugando 70 años», exclamó la diseñadora del juego. ¿Realidad asombrosa o exageración de márquetin? Eso lo comprobaremos cuando tengamos el juego en nuestras manos, pero de lo que no hay duda es de que Spore tendrá cuerda para rato, y espero que la fórmula de sangrantes ampliaciones al estilo Sims no sea la respuesta de Maxis a su nuevo mundo online. Por lo que pudimos comprobar, la cantidad de opciones a disposición del jugador es tan colosal como las mentes más retorcidas podrían llegar a imaginarse, y lo mejor de todo ello es que la interfaz aunque abarrotada de mil y un botones se presenta de forma intuitiva y muy bien integrada sobre el juego. Este factor es más determinante de lo que podría parecer, sobre todo en este tipo de propuestas estratégico-demiurgas. De esta forma, además de crear a las criaturas, como ya hemos podido ver con el Creature Creator, también tendremos un completo arsenal de opciones para crear vehículos (de tierra, mar y aire) y edificios. La función Sporecasts también es digna de mención; gracias a ella los jugadores podrán poner límites a su universo, o dicho de otra manera, podrán decidir qué «bichos» van a encontrarse durante su partida. Podemos, por ejemplo, decidir establecer contacto únicamente con las criaturas creadas por nuestros amigos, con determinado tipo de especie o hasta llevar una clasificación ordenada de las diferentes criaturas por áreas temáticas (Jenna, nos mencionó la posibilidad de establecer clasificaciones, como crear un álbum de criaturas inspiradas en el universo de la Guerra de las Galaxias, cool…). La línea temporal que recoge la evolución de nuestras especies se refleja muy visualmente sobre la pantalla a través de un gráfico con las diferentes generaciones de millones de años. Así, se pueden comprobar, entre otros aspectos, cuestiones como el comportamiento de la especie (social, adaptable o salvaje) y comprobar cómo el paso del tiempo y el contacto con otras criaturas y entornos favorece las revoluciones biológicas y conductuales de las especies. Spore es el paradigma de las lagunas científicas sobre el pensamiento terrenal del común de los mortales, un juego impredecible que encantará a los jugadores más inquietos y curiosos. ¿Se puede morir en el juego? «Pues no lo sé, la verdad es que nunca he llegado a ese punto, pero creo que cuando estás a punto de ver tu especie desaparecer el ordenador lo evita por todos los medios, asegurando unas mínimas posibilidades de supervivencia», contesta Jenna. Una última pregunta: ¿cómo es trabajar con Will Wright? «He is a mad man!»
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«se ha incluido la posibilidad de crear una especie que siga una filosofía vital de tipo religiosa» WTF!?
Para verlo en su totalidad necesitaríais estar jugando 70 años
¿Se puede morir en el juego? Pues no lo sé, la verdad es que nunca he llegado a ese punto, pero creo que cuando estás a punto de ver tu especie desaparecer el ordenador lo evita por todos los medios, asegurando unas mínimas posibilidades de supervivencia
Vale, me estas diciendo que es imposible ver a tu especie masacrada por cyborgs-piratas-ninjas… pues que bajon…
A mi la idea en principio me gusta, pero por lo que he visto en vídeos se parece mas a un Age of Empire: construye hasta tu gente. Esperaré a ve que opina Internecs ^^
Pero tus cybors-piratas-ninjas-zombis-vampiros pueden acabar con otras especias… AWESOMENESS
A mí este juego me parece brutal, siempre me ha apasionado todo el tema de la ciencia y la evolución, y este juego lo reune todo!
Yo le tengo muchisimas ganas
Si te gusta la ciencia y la evolucion spore no es tu juego. Sin embargo si te gusta la religión y la teoría del diseño inteligente, spore es todo para ti.
Interesante y acertado comentario, Seryu.
Era previsible que ya haya grupos fundamentalistas dando el coñazo, lamentable que Wright trague para no ofender a nadie (como si eso fuera posible, ingenuo), y muy sorprendente que se intente pasar el juego como algo que tiene que ver con la ciencia, cuando si uno se pone tiquismiquis es un canto al creacionismo de aquí te espero.
Yo no, a mí todas esas memeces me la traen floja. Conque no sea un Sims sin más, mantendré las esperanzas.