Un año más,
Microsoft se ha plantado en Colonia sin intención de hablar más de lo necesario: nada de conferencias, nada de Molyneux presentando su último invento. Lo que sobre todo toca en la
gamescom, no podría estar más de acuerdo, es probar los juegos que llegarán durante lo que queda de año. No había tampoco sitio para las sorpresas en la zona que la compañía había llenado de
tres-sesentas y, claro, de Kinect. Aunque
Forza Motorsport 4 y
Gears of War 3 se habían pedido el mejor sitio, justo en la entrada, la cámara mágica sigue teniendo un protagonismo enorme, tal vez excesivo, mientras se prepara para recibir una segunda oleada de títulos con mucho por demostrar.
Gears of War 3
El Modo Horda 2.0, lo único que se podía catar ayer, es justo lo que esperábamos: una pila de novedades sobre una idea realmente buena y fantásticamente adaptada a la mecánica de la saga de Epic. Me convenció la entrada en juego de la pasta para conseguir armas, ayudas en forma de torretas y barreras, pero me gustaron todavía más algunas nuevas armas como la espada o el Retro Lancer; acribillando Locust controlados por la IA se aprecian mucho más sus diferencias con respecto al rifle con motosierra de siempre. Nueve oleadas después había visto también algunos nuevos enemigos, como un gusano bastante cabrón; nada lo bastante distinto como para tener que cambiar tu forma de jugar o renunciar a las armas de cabecera, pero sí como para justificar ese «tres» en el título.
Forza Motorsport 4
A falta de ver más de la campaña que han preparado Cliffy y compañía, sigo pensando que el de Turn 10 es el mejor juego exclusivo para Xbox 360 este 2011. Sí, incluso con Asphalt 3D se lo pasaría uno bien jugando con tres pantallas y un mueble móvil, pero
Forza Motorsport 4 es una maravilla también con el mando y una sola tele; así lo jugué yo, que tengo una alergia muy mala a las colas. Las dos vueltas por los Alpes con el espectacular Ferrari 599 GTO me dejaron con la impresión de que el cambio esta vez es menos evidente pero más importante que el que ya sorprendió entre la segunda entrega y la tercera. Las sensaciones al volante son brutales —me sigue sorprendiendo lo creíble del contacto con el asfalto— y las mejores a nivel técnico —en la iluminación y en los reflejos, especialmente— y de presentación dan una sensación de solidez total, ahora sí que sí.
Halo: Anniversary
De nuevo, lo único que se podía hacer era ajustar cuentas con los desconocidos de tu alrededor. Ya se sabía, pero por si había dudas, esto es el multijugador de Halo: Reach, tal cual. Lo cual es bueno, porque Combat Evolved estaba comprensiblemente cojo en ese sentido —por poco se queda sin ese modo, recordaba Bungie en el documental del otro día—. Sin embargo, creo que la parte más interesante de Anniversary es la otra: el cartógrafo silencioso y la biblioteca.
No ase falta disir nada más.The Gunstringer
Después del
brutal Ms. Splosion Man, mi interés por lo nuevo de Twisted Pixel se había disparado. El de la marioneta calavera me pareció un juego entretenido y gracioso —y eso que no se oía casi nada y pillé solo la parte más gráfica del humor, esa que hace aparecer en ocasiones al público de la función—, pero al que tal vez se le exigirá más de lo que él mismo esperaba. El avance es automático, aunque con el brazo izquierdo controlas el movimiento lateral y el salto. Con el derecho, mueves la retícula para marcar a un máximo de seis objetivos y, al simular el retroceso del arma cerrando el codo, vacías el revólver. La variedad de situaciones es notable teniendo en cuenta lo simple de la base, pero sí: The Gunstringer debería ser descargable y permitir jugar con el mando.
Kinect Star Wars
Con este no hay excusa que valga. Terminal Reality ha decidido mostrar de forma descarada las carencias de Kinect pillar la madre de todas las franquicias en un compendio de minijuegos mal diseñados. La parte de los sables láser funciona tan mal como se intuía en los vídeos de gente jugando en el E3: lo de tener que agachar la cabeza para impulsarse hacia adelante es fatal y el combate no sería divertido ni estimulante aunque funcionara bien, que no es el caso. Las pruebas de destrozar edificios y lanzar personas —o similares— con el enorme Rancor ((De un modo que me recordó mucho a esa especie de Godzilla en
el primer vídeo promocional de Natal.)) pierden su poca gracia al minuto y medio. Las carreras de vainas se salvan un poco de la quema, aunque el control también requiere paciencia. Si alguien se niega a perder la esperanza, puede pensar que igual la cámara se volvía un poco loca con tanta gente pasando por detrás del jugador. Igual tiene razón. Pero tengo que hablar de mi experiencia, y os aseguro que fue un desastre.
Kinect Sports Season 2
Muy probablemente, Rare ofrecerá en esta nueva temporada lo mismo que en la anterior: juegos simples pero disfrutables, diseñados para no frustrar pero demasiado parecidos a otras propuestas gestuales. La detección de movimientos funciona de forma más que correcta durante los partidos de tenis, aunque los espasmos extraños de los brazos, relativamente frecuentes, deslucen un poquitín. Los dardos me tocaron un poco la fibra sensible, por el minijuego de Shenmue; lanzarlos es natural y preciso, pero por muy maravilloso que sea esto de no tener que desclavarlos, me veo ligeramente obligado —no estoy contento por ello— a hacer de mamá anti-juegos y reivindicar las dianas del mundo real
™Dance Central 2
Había demasiados desconocidos y no me apetecía que descubrieran mi completa ineptitud en el terreno del movimiento rítimico y coordinado. Es una lástima que lo del mono borracho sea un arte marcial, no la última moda en las discotecas. En cualquier caso, aquí hay que culpar al jugador, no al juego: Harmonix ha mejorado por donde debía el que todavía hoy es el mejor del catálogo de Kinect. Con la posibilidad de mover el esqueleto con alguien más al lado y una interfaz que indica de forma más clara lo que estás haciendo mal, esto será un melocotonazo de miedo. La verdad es que me apetece darle cierta caña… en la intimidad de la oficina por la noche.
Kinectimals
Con los osos llegará —entre otras cosas, claro— un juego de pesca, que siempre se agradece, y la conectividad con Windows Phone 7: se podrá pasar la mascota al móvil y recordar esos tiempos mejores con el Tamagochi.
Kinect Disneyland Adventures
Si le gustó a chiconuclear, imaginad cómo de locos se volverán los chavales de verdad con este. Un niño no ve el framerate demasiado bajo, solo el encanto de unos personajes y de un parque que representa con mucho encanto dentro y fuera de las atracciones. Tiene además, el mejor sistema de desplazamiento para el personaje —con la mano izquierda señalamos a dónde queremos que nos lleven los siguientes pocos pasos— que que haya probado en un título para Kinect.
Está claro, pues, que la estrategia de Microsoft sigue siendo la que adoptó con su asalto al mercado casual. La segunda oleada de títulos para Kinect es un paso demasiado tímido y conservador hacia una dirección que ni siquiera sabemos si es la correcta. Nada de lo visto en este Play Day convencerá al jugador crítico con la cámara; algunas cosas, de hecho, le darán la razón. Falta visión y ambición. Faltaron Fable: The Journey y Steel Battalion: Heavy Armor, los únicos con ganas de intentar algo distinto. Sí, cualquiera aguanta con Gears of War 3 y sobre todo Forza Motorsport 4. Pero esos juegos se merecen mucho más que ser vistos como un bálsamo.
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Forza 4 me pone más burro que Gears y Halo juntos, pero vamos, respect y tal. El ausente Steel Battalion haría que considerase la idea de acercarme a una camarita de esas por primera vez.
Ya somos dos.
Ya somos 3…..
conmigo 4.JUEGAZO!!
¿Habéis tenido la oportunidad de probar con el FORZA el volante en el aire ese nuevo de Microsoft?¿Impresiones?
Otro que se pone cachondo con el Forza 4. ¿Para cuando una demo?
¿Y un anait-campeonato de Forza 3 para ir calentando motores?