Primeras impresiones de Assassin's Creed 2

Quizá no lo recordéis, pero Assassin’s Creed no me gustó demasiado. Me pareció un juego espectacular, muy bello tanto sonora como gráficamente, con unas buenas ideas, pero que a la postre se hacía bastante pesado. Así que lo que me hayan podido enseñar en el E3 es poca cosa comparado con las horas que le dediqué al primero para deciros que el juego era pesado y repetitivo. Cuando uno de sus animadores se puso a los mandos, me colocó los cascos y empezó a jugar, ya se vio que el juego hereda las cosas buenas de su antecesor. Incluso, las supera. La magnificencia de los escenarios, en este caso Venecia, sigue vigente, y aunque nos podemos imaginar el esplendor que alcanzó en el renacimiento, verlo con nuestros propios ojos en el tiempo en el que Leonardo da Vinci se paseaba por la ciudad de los canales es bastante impresionante. Bailes de máscaras, paseos por la plaza de San Marco, saltos por encima de los mil puentes, todo esto hace que el jugador se sienta embriagado por un lugar bastante más opulento que los de la primera parte. Una vez te pones a jugar, controlar a Ezio es muy parecido a llevar a Altaïr. Diferencias, pocas. Pero las hay. Por ejemplo, ahora podemos contratar a diferentes tipos de secuaces para ayudarnos en nuestras fechorías. Desde mercenarios para entrar al trapo, hasta ladrones que nos ayuden a encontrar una puerta trasera. Y ésta es una de las diferencias respecto al anterior: ahora hay varias maneras de realizar la misma misión. Sin embargo, a mí no me parece una gran diferencia, porque en la primera entrega también había varias formas de cumplir la misión. Una de las mejoras que tiene Ezio respecto a su predecesor es que además de poder usar nuestras armas, también podemos quitar las de los rivales y usarlas contra ellos. Esto siempre mola, reconozcámoslo. Otra de las funciones que puede realizar el protagonista que ya hemos podido ver es volar. Leonardo da Vinci nos va regalando artilugios cada cierto tiempo, y uno de ellos son sus famosas alas. Y os aseguro que esto es bastante importante, porque de esta forma el tiempo que se tarda en ir de un lado a otro se hace bastante más corto. Además, es muy espectacular. Otro gadget ya conocido es la posibilidad de usar las dos cuchillas (espero que en la tercera parte el supuesto protagonista use tres cuchillas, para seguir la norma de Jade). En resumidas cuentas, no me quedó muy claro si Assasin’s Creed 2 va a ser la leche o un leñazo como el primero, pero igual que aquél, pinta fantásticamente. A ver si las 450 personas que lo están desarrollando consiguen el objetivo principal, una vez que ya le han dado un envoltorio magnífico.