El origen de Erdrick

Primeras impresiones de Dragon Quest III HD-2D Remake

Dragon Quest III HD-2D Remake
Square Enix / PC, Nintendo Switch, Xbox Series X|S y PlayStation 5
14 de noviembre de 2024


Tres años después de que Square Enix publicara un tráiler por el Dragon Quest Day, hemos podido probar el esperado remake de Dragon Quest III. Pese a que los rumores apuntaban a que sería un juego que contendría las tres primeras entregas de la veterana saga, finalmente Dragon Quest III HD-2D Remake se centrará en el capítulo final de la trilogía de Erdrick —las dos primeras entregas llegarán en 2025, juntas en un único juego—. Una decisión comprensible, ya que Dragon Quest III es el primer capítulo dentro de la cronología de la saga, aunque fuera el tercero en desarrollarse.

Se trata de un remake que, por tanto, puede apelar tanto a quienes ya lo jugaran en su día como a aquellas personas que deseen acercarse a la franquicia de Square Enix sin la necesidad de preparación alguna para poder seguir la historia. En el Dragon Quest Day de este año se confirmó que el desarrollo de este remake seguía en marcha gracias a un breve teaser; sirvió para conocer las plataformas en las que se publicaría el juego. Esperábamos verlo durante el Junio Jugón, pero al final se ha hecho esperar hasta el Nintendo Direct de hoy.

Precisamente hace unos días visitamos las oficinas de Nintendo y, además de conocer con algo de antelación la fecha de lanzamiento de Dragon Quest III HD-2D Remake, pudimos jugar durante unos 45 minutos al próximo juego de Square Enix, tiempo suficiente para poder conocer de primera mano cómo va a ser la experiencia dentro de cinco meses. La mayor parte de la sesión consistió en jugar en el modo portátil de Nintendo Switch, una opción estupenda para este juego, aunque jugar en el modo sobremesa permite disfrutar mejor de los detalles del diseño de personajes; por ejemplo, el farolillo que porta Argus al entrar en zonas oscuras había pasado desapercibido hasta que la imagen pasó de la consola al televisor.

Esta reimaginación del clásico Dragon Quest III nos lleva de vuelta al siglo pasado, pero con una serie de detalles que evitan ciertas fricciones. El estilo gráfico es una de ellas, esta mezcla tan llamativa que ya hemos podido disfrutar en juegos como Octopath Traveler o Triangle Strategy. La posibilidad de acelerar la velocidad de los combates es otro añadido que permite que el jugador elija una serie de parámetros que permitan que su experiencia sea mejor aún; como en otros clásicos jrpgs era la elección de la velocidad del texto.

Esta opción estaba disponible en la versión que jugamos, al igual que otras opciones del combate como las tácticas de cada miembro del equipo. Por defecto, una vez reclutados para la party, los acompañantes del protagonista realizan el ataque que consideran oportuno, una libertad estupenda de la que fueron privados tras los dos primeros encuentros con un grupo de criaturas.

Poder elegir qué hará cada uno de los cuatro miembros del equipo es la forma óptima de controlar el máximo número de aspectos posible dentro del combate —qué ataque realizar y a qué objetivo, cuándo es buen momento para defenderse, la opción de plantearse una cura ya sea con un hechizo o con un objeto…—, pero también es la forma de conocer mejor todo lo que pueden ofrecer quienes nos van a acompañar en esta aventura.

El resto del combate cumple con lo que se puede esperar de un sistema por turnos: elegimos qué hará cada personaje, los ataques tienen un efecto variable en función de las estadísticas del emisor y del receptor, existe la posibilidad de generar/sufrir una alteración de estado —algunas sólo afectan al combate, pero otras continúan tras su finalización, como ocurre con el envenenamiento—, la opción de huir siempre está ahí y si derrotamos a los enemigos obtendremos unos puntos de experiencia muy jugosos para subir de nivel, mejorar nuestras estadísticas y desbloquear habilidades y hechizos. En ocasiones también nos dejarán algún que otro obsequio dentro de un cofre, todo un detalle.

Pero no todo es combatir en Dragon Quest III HD-2D. Sí es cierto que es una parte del juego que ocupó gran parte de nuestra partida, pero porque cualquier travesía entre ciudades supone toparse con encuentros inesperados. Eso sí, Margaret tarda muy poco en aprender un hechizo —llamado Poof creo recordar— que puede hacer que desaparezca un grupo entero de monstruos del mismo tipo, por lo que resulta ideal para agilizar ciertos combates que no nos van a aportar gran cosa.

Margaret es una de las tres compañeras que pudimos sumar a nuestro equipo nada más comenzar la partida de prueba, una en la que amanecíamos en una posada en la que nos aguardaban también Marcella —una guerrera contundente que tarda poco en escalar de forma idónea para la subida de dificultad de los enemigos— y Merl —un mago cuyos hechizos de ataque nos sacarán de más de un apuro—. Margaret, al menos en estos primeros compases, resulta muy útil como sanadora tanto dentro como fuera del combate.

El objetivo con el que parte este grupo de cuatro pasa por viajar al norte en busca de más información. Podemos acceder a los objetivos activos con sólo pulsar un botón, al igual que al mapa, aunque resulta difícil perderse en áreas tan abiertas y claras —por si fuera poco, dentro de la diégesis de la historia tenemos carteles de madera o personas que nos dan indicaciones, ideal para la inmersión—. La información conseguida en el norte nos llevará a una oscura torre al sur, donde conseguiremos un objeto que nos permitirá acceder a una zona antes bloqueada para, tras otro paseíto, poder abrir una puerta otrora candada. Una sucesión de tareas que funciona, pese a que tenga muy difícil resultar rompedor.

Ocurre lo mismo con el juego completo, ya que quienes busquen un RPG que dé la vuelta al género ya pueden buscar en otro sitio —poca sorpresa con esto al ser un remake—, pero quienes quieran jugar a un clásico de una saga veterana con este remozado tan agradable encontrarán en Dragon Quest III HD-2D una opción estupenda. El 14 de noviembre podremos jugar a la versión completa —los 45 minutos que tuvimos pasaron volando— en PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch.

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la universidad de lo de Cifuentes, Juan es una de las voces de NAT Moderada y ha colaborado en medios como BreakFast, Desayuno Continental y Cocinando Fandoms. Observador nato, le encantan los gatos y si algún día ves que te mira intensamente es porque quiere grabar un podcast contigo.

  1. Shalashaska

    Este va a ir directo al ano en cuanto salga

    1. carndolla

      @shalashaska
      Si sí, directo al hojaldre que va.

    2. Juan Salas

      @shalashaska
      Pequea con cautela, que luego llega el 1+2

      1. Shalashaska

        @juan-salas
        Sabe dios que al orto se va también.

  2. Maya VVVrea

    Quiero que me guste y no lo consigo. 🙁

    1. gamusino

      @tensin
      Me pasa con los tactics, me encantaría que me gustasen pero por más que lo intento, no puedo.

  3. Monticius

    Qué maravilla, buena época vivimos los amantes de los jrpgs.

  4. Samusita

    Acabo de terminar, de una sentada maratónica e ininterrumpida, Shin Megami Tensei V y Persona 5. Aunque podría parecer que he quedado saturado de JRPGs, mi apetito por el género sigue intacto. Sin embargo, busco algo que contraste con la temática apocalíptico-religiosa de los magníficos títulos de Atlus. Hace tiempo que tenía en la mira este remake, especialmente después de haber disfrutado tanto Dragon Quest VII y VIII hace varios años.

    No obstante, tras leer este avance, mis expectativas se han enfriado por completo. Al parecer, el «nuevo» título sólo ofrece una actualización gráfica sin mayores innovaciones, lo cual es una lástima. Probablemente terminará en mi colección por mera curiosidad coleccionista.