Primeras impresiones de FIFA 09

¿Es éste el año? ¿A esto se refería Nostradamus? ¿Es FIFA 09 la kriptonita de la saga Pro Evolution Soccer? Oh, amigos, ¡qué expectación! Pero eso otro día, cuando hayamos jugado a ambos, porque hoy toca hablar sólo de la nueva entrega de los chavales de EA. Veréis, no he comprado un FIFA desde el año 98. Para mí esas cuatro letras siempre han sido sinónimo de PONZOÑA. O por lo menos lo fueron durante un plazo comprendido entre el descubrimiento de ISS 64 y la adquisición de Pro Evolution Soccer 2008. No voy a extenderme más sobre el tema donde no debo, pero digamos que lo último de Konami me pareció algo a medio camino entre el robo con escalo y una doble penetración no consentida. Y no estoy solo, así que EA Sports ha decidido que, por una vez y sin que sirva de precedente, quizá haga un juego de fútbol a la altura.

El nuevo FIFA se presenta con un nuevo y revolucionario sist… no, espera. No lo hace. Nada de FreeStyle®, TruForm®, FatFree® u otros cientos de ‘®s’ ®idículas en la parte de atrás de la caja. Sí, tiene su ración de features que recibes en el email y borras corriendo ((¡Hola chicos de márketin de EA!)) , pero la mayor sorpresa de esta nueva entrega es que apenas las hay. FIFA 08 fue un intento bastante bien parado, pero jamás pudo competir con Pro 2008 en fluidez o precisión, talón de Aquiles de la saga. Así que lo que pretenden con esta actualización es solamente mejorar la raza, a tenor de lo visto hasta ahora. Hacerlo mejo®. Coger la última entrega y retocarla, pulirla o (por qué no) cercenar las partes que sobran, que las había. No en el aspecto visual, que ya era bastante impresionante en la anterior. Se mantendrán los detalladísimos modelos tridimensionales, pero las animaciones ya lucen infinitamente mejor y, más importante quizá, mucho mejor entrelazadas. Los chicos de EA insisten en que han retocado las físicas, y así lo parece a pesar de la obvia falta de contundencia en las colisiones tanto de balón como entre jugadores. No ha habido un solo FIFA hasta la fecha que haya recreado el comportamiento del esférico mejor que su principal rival, y eso es un lastre importante en un juego deportivo. Resulta ya a simple vista más verosímil que en ’08’, pero a falta de la copia definitiva el sistema aún muestra imperfecciones que no ha habido, por lo menos hasta ahora, en la competencia. Pero qué leches, lees Anait y doy por hecho que no te haces llamar Radical Ed, así que supongo que eres un tipo con clase al que el apartado técnico le da más o menos igual. Lo que te da vida es el discurso intelectual y el apartado jugable. ‘Si llevo jugando diez años a los PES, que apenas han mejorado’, dirá el lector medio, cargado de razón. Así que vamos al turrón.

Jugablemente da la impresión de que sigue persiguiendo ese enfoque más lento y táctico que inició FIFA 08 y continuó estupendamente su spin-off eurófilo. Las líneas rivales han de superarse con desmarques inteligentes o combinaciones entre varios jugadores, y el sprint o el dribbling individual no son opciones realistas salvo excepciones contadas o tras despistes defensivos. Las ocasiones de gol parecen escasas, si bien es cierto que, una vez en una posición ventajosa, superar al portero es relativamente sencillo. El campo sigue pareciendo más poblado que el de PES, así que todo apunta a una cuidadosa labor de anticipación y apertura de huecos con un ritmo de partido real. Y para ello necesitamos un control preciso, oveja negra de esta serie. En realidad en la nueva entrega se aprecia mucho más ágil, realmente similar (por no decir casi clavado) en comportamiento al de Pro Evolution. No parece exigir aquella precisión milimétrica con el stick que requería la entrega del año pasado y se comporta de una manera aparentemente más inteligente. Es pronto para decirlo y tocará esperar hasta poder dedicarle unas cuantas horas, pero en principio sí se presenta como otro paso más hacia la despedida del manejo viscoso de los anteriores. Se anuncian los modos de juego de siempre, y se promete un retoque (ligero, no había nada roto) a los modos Be-A-Pro, la inteligencia de los porteros, las tácticas y bla, bla, bla. Detalle curioso, eso sí, la Adidas Live Season, que irá actualizando el estado de forma de equipos y jugadores para acabar con el Madrid roto y sin delanteros en noviembre o ver cómo el Barça se hunde a final de temporada y se clasifica para la Intertoto.

Otros aspectos se dan ya por hechos, como la excelsa presentación o la banda sonora. El tema de las licencias es algo más complejo (¿habrá Champions con ese mismo nombre o se la queda PES 2009?), pero en cualquier caso doy por sentado que la base de datos será amplísima y, sobre todo, estará actualizada de verdad. ¿Alguien sigue viendo en Adriano o Milan Baros dos supercracks? Sí, los chavales de Konami, que posiblemente pongan a Mendieta en la portada de su nuevo juego. FIFA 09 sigue, por tanto, pintando estupendamente. El segundo intento serio de robar el trono a una aletargada saga que no promete mejorar en la medida en la que EA pretende. Y sí, se dice lo mismo todos los años. Pero times are a’changing…