Primeras impresiones de Limbo

Espero que en los como mínimo cuatro años que llevan con el proyecto, los daneses de Playdead no hayan tenido tiempo de pensar en un principio para Limbo. Me cabreará ver cinemáticas, tutoriales, introducciones o cualquier tipo de texto. Sólo quiero ver a un chaval en mitad del bosque, todo en blanco y negro, sabiendo únicamente que hay que ir hacia la derecha, porque siempre ha sido así. Como en esta demo. Limbo es la enésima prueba de la importancia de un buen apartado artístico. Tan perdidos como el protagonista estábamos nosotros con el juego, pero nos sentíamos con derecho a tenerle ganas por el simple hecho de ser precioso, que ya es mucho. Parece tener, además, ese don de las maravillas indie que cuentan sin decir, que te llegan de un modo u otro. Ahora sabemos que el juego es en su esencia un plataformas clásico, con constantes puzzles basados en el agarrar y mover objetos, un poco al estilo LittleBigPlanet, jugando con las físicas y con algunas situaciones realmente imaginativas… y complicadas. Igual fue cosa del cansancio acumulado, pero me pareció innecesariamente difícil, con saltos muy justos y soluciones a ciertos obstáculos algo difíciles de encontrar. Pegadme una paliza el día que defienda la excesiva facilidad en los juegos, pero creo que el morir tantas veces, el depender tanto del ensayo y error, puede llegar a ser perjudicial en una experiencia tan contemplativa. Porque sí, es imposible no enamorarse de Limbo, a pesar —o tal vez precisamente por eso— de lo triste y melancólico de su aspecto. Por su no-paleta de colores, el tratamiento de la luz, el granulado de la imagen, lo vivo de las animaciones. Es absolutamente impresionante y, si todo va bien, lo visual será un motor narrativo cojonudo. Así pues, dedicándole un cuarto de hora a Limbo se responden ciertas preguntas, pero se plantean incluso más. No sé si su planteamiento será compatible con el plataformeo más exigente o desafiante, porque todavía no tengo claro ese planteamiento. Sin menospreciar tiempos pasados, creo que a Limbo le pega más el mensaje que el reto. Eso estaré esperando cuando invierta esos 1200 MS Points que llevan meses y meses apartados.