Primeras impresiones de Little Big Planet

Tal como ya anunció Nae hace unas semanas, esta última edición de ArtFutura ha contado con un claro protagonista en lo que respecta a videojuegos: Little Big Planet. Dos de sus máximos responsables estuvieron en Barcelona. Por un lado pudimos contar con Mark Healey (Hello! U R MR GILI?!), director creativo del juego, uno de los fundadores del flamante estudio Media Molecule y padre del cerdo cornudo de Dungeon Keeper (cuenta que “se basó en una ex-novia suya”). Y por el otro, también asistió Kareem Ettourney, el director artístico del juego y quien dio la conferencia sobre éste nuevo título para PlayStation 3. Ambos trabajaron anteriormente en el juego de marionetas Rag Doll Kung Fu después de darse un buen atracón de “hype” en Lionhead Studios con Black & White y Fable. Dos tipos realmente majos, sí señor. Pero vayamos a lo interesante, el juego. Después de jugar unos pocos minutos con sus diseñadores y asistir a la presentación, sólo puedo hablaros excelencias de Little Big Planet. Estamos frente a un título muy creativo y con una propuesta realmente novedosa. Bajo mi humilde punto de vista, la cumbre de PS3 en cuanto a originalidad. Gran parte de su encanto reside en un equilibrado mantra basado crear y jugar. Su idea fundamental es rememorar los olvidados ratos infantiles en que dejábamos volar la imaginación con apenas cuatro cartones y tres piedras. Little Big Planet rinde un homenaje a la imperfección ecléctica de los trabajos manuales y la cultura popular. Visualmente, estamos ante un juego sin grandes pretensiones pero que sorprende. Las texturas, siempre basadas en objetos caseros, están muy logradas. La sensación de volumen y la física de todos los elementos es para quitarse el sombrero. Les pregunté a Mark y Kareem donde narices estaban los enemigos, pues todavía no había visto ninguno en videos. Su respuesta fue instantánea: -¿Qué enemigo quieres?. A lo que respondí: – Un dragón. En cuestión de pocos segundos teníamos un gran dragón con ruedas dirigiéndose hacía mi cabezón personaje con máscara de luchador mejicano. Lo habían creado ellos mismos utilizando los elementos del editor de escenarios. Una pasada. Dejando de lado la fase de creación de escenarios, tenemos un juego de plataformas que en el rato que estuve jugando me pareció bastante entretenido. Directo, con retos que requerían de la coordinación de los jugadores y sobretodo con la sensación de no saber que sería lo siguiente. Aún así, tal como diría Will Wright, me quedo con el editor. Me comentaron que así como en un principio se planteo como un juego para el Store, finalmente Little Big Planet se venderá en formato Blu-Ray como la mayoría de títulos. Y es que los de Sony, no son tontos, y saben que el jueguecito tiene serias opciones de vender como churros. En la conferencia el juego arrasó. El público respondió muy positivamente –tronchándose a menudo- a todo lo que se podía ver en la gran pantalla del Auditorio del Mercat de les Flors. Una lástima que no pudieran demostrar todo lo que el juego puede dar de si por falta de tiempo, pero de todas formas gustó y mucho. Sobretodo la expresividad de los personajes, que por cierto puede controlarse en todo momento moviendo el mando y las dos palancas. Las caras de los personajes no tienen desperdicio. En definitiva, no le quitéis el ojo al “discreto” Little Big Planet, porque puede darnos una muy buena sorpresa de aquí al año que viene. Y no querría terminar estas primeras impresiones sin mencionar lo que más me cautivó de la tarde de domingo en ArtFutura. Y no fue nada relacionado con los videojuegos. Fueron, ni más ni menos, los preciosos ojos de Laura Kippax, la directora de arte de Heavenly Sword. No sabéis lo que me costó entrevistarla. Nae, la ponemos en el top?