Primeras impresiones de NBA Street: Homecourt

Seguramente ya sabréis que la demo de NBA Street: Homecourt está disponible, desde hace pocos días, en el Bazar del XBox Live. También saldrá para nuestra tan amada PS3. NBAS:HC es la cuarta entrega de la serie de básquet callejero de EA, y está desarrollada por EA Big, un grupo por el cual tengo especial predilección. Homecourt viene a ser algo así como el vendaje para curarnos del mandoblazo mortal que nos dio en toda la cabeza el deleznable NBA Live 07. Homecourt destila amor en cada bote de balón. Es como volver atrás y tener en frente, de nuevo, al genial NBA Jam, aunque con los raperos asquerosos jugadores actuales. La premisa está clara: dar espectáculo. Eso se resume en dos botones (X e Y) para piruetas mortíferas, un botón de tiro, uno de pase, y dos modificadores. Los modificadores, básicamente, varían levemente la función de cada botón: si le das al de pase con un modificador pulsado (L o R) pues la pasas con el pie o la rodilla. ¿Cambia en algo pasarla con el pie o la rodilla? Pues claro, joder, que estás pasándola con el pie o la rodilla, y esto es vacilar mucho. Y ahí está la gracia del juego. Si en GoW el único objetivo es disparar a mansalva, aquí el único es el espectáculo por el espectáculo. Porque más allá de que te den puntos con cada cucamona con el balón, lo que mola es que estás vacilando. Y a quién no le gusta vacilar. A mi sí, gilipollas. Veis, os estoy vacilando. Y mola (ay, ahora me siento mal…). Como iba diciendo, al igual que en NBA Jam, todo lo que es espectacular del baloncesto está potenciado al máximo. Harás como mil tapones en un partido (y que me jodan si los tapones no son lo mejor del básquet), saltando como un saltamontes biónico y apartando el esférico de su inexorable camino hacia la red. También, evidentemente, encestarás 4 de 5 veces con un mate. Y esos pueden ser vía alley-hoop, vía un tipo de tu equipo se agacha y tu lo utilizas de trampolín o vía doble-mate, entre otras cosas. ¿Qué es un doble-mate? Resumiendo, cada vez que vas a machacar el aro se activa una barra de potencia. Si consigues mantenerte en el máximo tu jugador encestará, recogerá el balón al vuelo y se colgará de nuevo, dándote así un punto extra. Brutal. Finalmente, cuando tu barra de puntos cucamónicos alcance el máximo, entrarás en el modo hipervacile. Los puntos que hagas estando en este modo incidirán en ambos marcadores: sumarán canastas en el tuyo y se restarán al del rival. Puntos positivos: Espectáculo, divertidísimo aunque no te guste el baloncesto (por lo que todos deberíais darle una oportunidad) y gráficos más que decentes. Puntos negativos: Estoy casi seguro de que, como pasa en anteriores entregas y en Fifa Street, la durabilidad es muy limitada. Es decir, que al cabo de pocas horas te aburres, porque ya has hecho todas las piruetas que podías hacer y ya has gritado «¡¡¡en tu jodida cara, cabrón!!!» unas mil veces. Y como la táctica aquí no influye un carajo cuando termina lo sorpresivo de la espectacularidad el juego se diluye. Me queda por descubrir: Si es posible machacar desde el centro de la pista. Porque en NBA Jam existía la leyenda urbana de que se podía. Nunca me la creí.