Primeras impresiones de PES 2010

El año pasado Konami tensó la cuerda de una forma demasiado exagerada. El producto que nos presentó era como Buster Keaton: en sus años de juventud, el genio más grande la industria. Pero ahora, un viejo con cara de palo que apenas podía moverse. El otro día fuimos a Madrid a jugar al nuevo Pro Evolution Soccer 2010. La beta que probamos estaba al 50% y no tenía implementadas funcionalidades tan importantes como el nuevo sistema de animaciones o nuevos movimientos, así que el control seguía siendo el mismo y no sabemos nada de qué novedades incorporará. Pero, por suerte, ese 50% ha sido suficiente para determinar si la saga evolucionará o se estancará todavía más. Y el veredicto provisional es que volverá a nacer. El motor gráfico sigue siendo el mismo, pero a nivel visual lo han retocado tanto que prácticamente no lo parece. Para hacer las caras de los jugadores ahora se utilizan unas texturas de tantísima calidad que prácticamente superan a FIFA. Y para el modelado de cuerpos se ha decidido trabajar la constitución, los brazos y las piernas de cada jugador por separado; así, de lejos, podemos saber quién es cada uno con sólo mirarlos. Pero lo que más sorprende es la iluminación dinámica. Los jugadores tienen una sombra realista y se adapta a los rivales si se superpone a ellos. La ropa tiene pliegues y estos crean sombras dependiendo del movimiento del deportista. Puede parecer un añadido un poco psé, pero no lo es. El apartado visual de este PES 2010 es tremendamente más impactante que lo que hemos visto en esta saga durante los últimos años. A nivel de diseño, la apuesta de Konami está claramente en saber reflejar el estilo de juego de cada equipo. Esto suele ser la típica chorrada que sueltan los relaciones públicas para convencerte de que el juego es la caña —sin ir más lejos, el Team Vision del año pasado— pero, en este caso, quedé muy sorprendido de cómo funciona. Jugamos con el Barça y con el Liverpool, y cada equipo tenía estilos de juego muy, muy diferenciados. Jugar con uno o con otro era como el día y la noche. Y eso se notaba en que el equipo actuaba como un bloque y lo hacía siendo fiel al estilo de juego del equipo real. El Liverpool se cerraba mucho más atrás y dejaba a un par de hombres arriba, cerraba espacios entre líneas en defensa. El Barça, por el contrario, se abría mucho cuando iba al ataque, presionaba ferozmente arriba cuando tenía el balón la defensa rival y sus jugadores buscaban desmarques constantemente. Y es que a nivel individual también ha habido cambios. Una de las novedades, que por cierto están vendiendo de forma algo extraña, es el “sistema de cartas”. Dicho así echa para atrás que no os podéis ni imaginar. Pero básicamente vendría a ser como las indicaciones que le da el míster a un jugador durante el partido. Pongamos un ejemplo: Messi. El tío tiene varias cartas, o varias “habilidades especiales”. Es tu decisión activarlas o no. Y, en caso de activarlas, decidir si quieres que las aplique en ataque o en defensa. Una de esas cartas, y eso ya me lo invento, pero por ahí van los tiros, podría ser la velocidad. Tu puedes activar la velocidad —entonces se cansará más— y aplicarla en ataque (es decir, “Messi, cuando tu equipo ataque, corre como un cabrón para que te la pasen») o en defensa («Leo, cuando defiendan, déjate los huevos cubriendo tu banda y ayudando al Alves»). Todos los jugadores ya tienen activadas ciertas cartas de inicio y no será en absoluto necesario toquetear todo eso. Simplemente sirve para optimizar algo mejor los recursos de los que dispones si así lo deseas. Y no está mal, la verdad. El mayor problema que le vimos a este PES, y que es algo que esperemos que se solucione, es que los movimientos siguen siendo muy acartonados. Los jugadores se mueven en ocho diagonales y eso hace que todo parezca demasiado rígido. El sistema de regate 360 que implementa FIFA 10, y que permite que puedas moverte hacia todas las direcciones, marca una diferencia brutal. En cambio, la física del balón de PES 2010 sigue tan soberbia como siempre. En definitiva, parece que estamos ante un repunte de la saga. Tal vez será suficiente para que toda esa gente que dejó de comprar PES y se pasó a regañadientes a FIFA el año pasado pueda volver a sus orígenes. El juego mola, y molará, y las diferencias con el infame 2009 son muy notables. Ahora tendremos dos grandes juegos en, prácticamente, igualdad de condiciones. Que optes por uno o por otro parece que será puramente una cuestión subjetiva.