Primeras impresiones de StarCraft II

He tenido la oportunidad de probar la beta de StarCraft II en la Euskal Encounter 17, cortesía de Blizzard, que ha montado un stand con catorce ordenadores para jugar al esperado título. Bueno, también hay seis PCs con el dichoso World of Warcraft para participar en tres concursos diferentes, pero eso creo que sólo le interesa a Sam Raimi. En primer lugar he de decir que el único juego de Blizzard que había jugado hasta la fecha era Warcraft III. Mi mamá y las máquinas recreativas me advirtieron contra las drogas, y tengo entendido que Diablos y StarCrafts diversos son de lo más adictivo, así que siempre he preferido mantenerme al margen. Pero, oh, la vida del redactor de Anait es dura, así que he tenido que sacrificar tiempo de descargar porno documentales para traeros la información en primicia, queridos lectores. Asesorado, eso sí, por dos amigos que, cual coreanos, han pasado gran parte de su vida entre panchitos y Mountain Dew batallas de Zergs y Terrans. Hemos jugado una partida dos contra dos, así que lo primero que llama la atención es que en la beta sí que se puede jugar en red local, cosa que en la versión final no ocurrirá, para “potenciar Battle.net”, dicen. Hay cuatro mapas disponibles: uno para dos jugadores, y tres para cuatro. Están las tres razas habituales para elegir, y nosotros, por supuesto, hemos probado todas. Sigue habiendo dos únicos recursos, aunque ahora hay también oro, que sirve para conseguir mineral más rápido. De hecho, da la sensación de que ahora los recursos se obtienen más rápidamente, quizá sea cosa de la beta, para que los usuarios podamos empezar a construir y pegarnos cuanto antes. Por supuesto, ahora hay más tipos de unidades y construcciones para cada raza. Gráficamente, el motor gráfico en 3D luce fantástico, y conserva los diseños del original, pero actualizándolos a los tiempos actuales. Aunque, quién sabe, quizá para cuando el juego salga definitivamente a la venta, ya se hayan quedado desfasados. La nave nodriza de los Protoss, que habían mostrado como una de las novedades de StarCraft II, pero decidieron eliminar debido a su exagerada potencia, ha sido finalmente incorporada, aunque con sus poderes algo rebajados, para no romper el equilibrio. No obstante, al hacer aparición una de ellas, la partida ha comenzado a petardear durante unos segundos a todos los jugadores, debido a los efectos. Pero eso sólo ha ocurrido la primera vez que hemos creado una de ellas, así que es de esperar que sea un error puntual y lo corrijan para la versión final. Asimismo, los Protoss ya no tienen el Arconte Tétrico, sólo el normal, por lo que parece que tendremos que olvidarnos de conquistar unidades enemigas. Los Terrans tienen la habilidad de desmantelar cualquier edificio propio ya construido, para recuperar todos los recursos invertidos en ellos. Algo realmente útil en estos tiempos de crisis, sin duda. Por su parte, para crear los hidraliscos de los Zergs, antes hay que evolucionar la base por lo menos una vez. Hay varios pequeños detalles que son realmente útiles, como el indicador del tiempo que tardarás en generar cada unidad o construcción, para saber mejor qué te conviene en momentos realmente dramáticos. Cuando hay algún funcionario trabajador vagueando, que no está realizando ninguna tarea en ese instante, te lo indica en la parte inferior izquierda de la pantalla, para que puedas seleccionarlo directamente y atizarle con el látigo. Además, ahora puedes seleccionar todas las unidades que quieras a la vez, sin la limitación de doce del primer juego. Al mantener pulsada la tecla ALT, se nos mostrará la vida de todas las unidades en pantalla, sean amigas o enemigas, como ocurre en Warcraft III. También hay algunos terrenos destruibles, lo cual otorga al juego de un mayor toque estratégico, ya que podremos utilizarlos para pillar desprevenidos a esos malditos Zergs que no dejan de molestarnos, por ejemplo. En definitiva, batallas ágiles y divertidas, como antaño. Al menos, para los duchos en el tema, porque yo no sabía muy bien por dónde me daba el viento. Cosas de jugar contra PR0s, me temo. En cualquier caso, Blizzard lo ha vuelto a hacer. Y quién sabe, quizá esta vez no haga caso a mi madre.