Sería presuntuoso suponer que algunos recordaréis el avance del multijugador de Halo: Reach que ya publicamos en Anait hace un tiempillo; de hecho yo mismo casi ni lo recuerdo, pero eso puede deberse a mi actual dipsomanía y a ciertos efectos secundarios de las golpizas que me atizaba mi papasito en la infancia. El caso es que, en su momento, pudimos probar el modo multi del último Halo de Bungie y aquello estaba muy bien, muy contentos todos y muy formalitos y bien peinaditos. Ahora le ha tocado el turno al Modo Campaña, con la salvedad hecha de que de jugarlo servidor, nada de nada: sólo mirar, y de lejos, en una sala cuajada de gente y en una tele no muy grande, por aquello de que los mejores perfumes vienen siempre en envases pequeños. ¿Y qué hemos visto, pueden preguntarse cargados de razón los amables y educados lectores de AnaitGames? Pues poquito poquito, pero bien bonito. Sabedores los miembros de Bungie de que el tiempo máximo de atención de un redactor de videojuegos no es mayor del necesario para dejar a medias a una mujer, decidieron mostrarnos sólo diez minutos del comienzo del juego: un planeta que flota en el espacio sideral, un señor nosotros que se pone un casco y al que le dicen lo que tiene que hacer, unos compañeros de equipo muy fornidos, malhablados y con malas pulgas, una compañera supuestamente sexy, una misión de id allí porque no sabemos nada de los colonos, pero nos tememos lo peor y un viajecito en helicóptero, porque los coches son cosa de pobretones y muertos de hambre. Una vez en el terreno, y con pleno control sobre sus movimientos, los amigos de Bungie nos enseñaron lo rebonico que les ha quedado el planeta Reach de marras, y motivos tienen para el orgullo. Tiene plantas por todas partes y una fauna local que de lejos parece que sean chocobos, pero que de cerca son más bien como Rita Barberá. Además de esto, Reach nos recibe con chubascos moderados en el tercio norte y unos colores muy next-gen y muy Unreal Engine que estamos seguros que desaparecerán conforme avance la historia para alegría del respetable. Además de esto, en Reach podremos ver cómo los civiles esos grandes olvidados en la saga se acojonan vivos al vernos y nos dejarán llevarnos sus vehículos (y quién sabe si también a su tierna progenie) con tal de que les dejemos vivir en paz y no les hagamos un Faluya. Un ratico más tarde salieron unos cuantos Covenant de los flojillos para poder ir calentando el dedo de matar. Siguen cayendo como moscas, pero porque son morralla: cuando unos minutos después comenzaron a salir Elites por todas partes, la cosa fue muy otra. Siguen siendo más listos que el departamento de física de la Universidad Politécnica de Rebolledo y le tienen bastante aprecio a su pellejo, así que se defienden como gatos panza arriba. Como en esta ocasión no somos Master Chiefs, tendremos que acostumbrarnos a confiar en las capacidades de nuestros compañeros del equipo Noble, a los que en justicia hay que decir que no los vimos hacer una a derechas, pero más bien porque el tío que jugaba en la demostración era una especie de Chuck Norris con la velocidad del rayo en sus manos y la muerte por certero impacto de proyectil en vez de camiseta. Y ya está. Eso fue todo lo que vimos de la campaña. Quiso la buena fortuna que tuviesen algo más que mostrarnos, porque el cátering en Microsoft es siempre de lo mejorcito y la bandeja de jamón ibérico no era de recibo que se la comiesen otros, así que lo saboreamos redescubriendo el infinitamente completo modo Forge. Más variado y más surtido, ahora tendremos un mapa gigantesco (literalmente: al menos tan grande como el traje de baño de Barry White) para llenarlo de construcciones, cochecitos, laberintos, trincheras, canchas de pádel y hermosos resorts vacacionales para Spartans estresados. Nos enseñaron un par de mapas muy cucos que habían hecho los diseñadores profesionales en Bungie así cualquiera, chicos y, claro está, nos temblaron las calandracas de lo que pueden llegar a hacer los adolescentes aburridos de Wichita en su tiempo libre con esas herramientas los ratos que no estén encerrados a cal y canto en el baño. Vaya, que aquello tiene muy buena pinta para que disfruten todos aquellos que pasaban las horas muertas construyendo cositas con sus Lego Tente, para los más talluditos, por favor o haciendo curradísimos escenarios de batalla para ese Warhammer 40K para el que no tenían a nadie con quien jugar a veinte kilómetros a la redonda. No dejaron de repetirnos, por activa y por pasiva, que este Halo: Reach va a ser el más grande, el más épico y el más brutote de todos. Nosotros no estamos aún en posición de asegurarlo, pero sí podemos decir que es verdad que luce un gritón de veces mejor que por ejemplo Halo 3, y que el multijugador es divertido, salvaje y alocado como siempre, pero lleno de nuevas oportunidades y de variantes. Todo lo demás está aún por verse pero, como pasa con el episodio segundo de Anait TV y con el pelo en mi cabeza, ya va quedando cada vez menos.
Redactor
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Me lo voy a pasar pipa con el editor…
Las conclusiones a las que he llegado después de leer éstas «primeras impresiones» han sido……ninguna, pero me he reío un cacho.
«nos temblaron las calandracas de lo que pueden llegar a hacer los adolescentes aburridos de Wichita en su tiempo libre con esas herramientas los ratos que no estén encerrados a cal y canto en el baño»…buenísimo!!!! XDDDDDDDDD
jajajajaja, lo que me he podido reír con lo de Faluya x’D.
Ganitas ya de darle al gatillo!!
@Thin Lizzy
Lo mismo xD, sigo sin saber nanai pero me he reido un rato señores.
jajaja brutal, quiero a este redactor en mi blog XDDDDDDD. Yo tampoco me he enterado de nada, pero me he reido que no veas jeje.
Que ganas de tenerlo, y si puedo, la edición legendaria.