Shadows of Doubt
Desarrolla: ColePowered Games // Publica: Fireshine Games
Lanzamiento: Principios de 2023
El concepto de lo detectivesco es algo que se ha explorado de montones de formas distintas a lo largo de diversos medios culturales, aunque, si me preguntáis a mí, os diré que la faceta interactiva que aportan los videojuegos son el mejor ingrediente para sacarle todo el jugo. Shadows of Doubt, este título de investigación desarrollado por ColePowered Games, nos llevará a una gran ciudad con estética neo-noir que parece haber entendido a la perfección qué necesita cualquier persona para sentirse como un verdadero detective.
Lo mejor del juego editado por Fireshine es que funciona independientemente de nosotros. La ciudad en la que empecemos, aunque siempre en un contexto de una realidad hiperindustrializada de finales de los 70, se simulará y generará automáticamente cada vez que empecemos una partida en la que, debido a un sistema que se entiende como corrupto, tendremos que tomarnos la justicia por nuestra propia mano. Cada uno de los edificios que encontremos, ya sea de una o de 17 plantas, nos permitirá recorrer cada una de sus habitaciones para conocer a todos los ciudadanos que encontremos, cada uno de ellos con un apartamento, un trabajo y una rutina. Son piezas clave para que el juego funcione, claro, porque cuando nos plantemos ante una investigación habrá que seguir las pistas que encontremos de forma orgánica (con leves ayudas para saber en qué debemos fijarnos y en qué no) hasta encontrar a cada uno de los responsables de los crímenes.
Podremos crear perfiles de cada ciudadano que queramos investigar con todos los datos posibles (trabajo, huellas dactilares, dirección…), que iremos relacionando con un sinfín de e-mails, documentos, notas o incluso grabaciones de seguridad, una información que normalmente sólo podremos conseguir saltándonos algunas leyes, al colarnos en casas ajenas, abrir puertas a fuerza de ganzúa o investigando los datos de un ordenador ajeno. Está claro que todo este cúmulo de ilegalidades, aunque se hagan por el bien común, tienen un riesgo, y para evitarlo no quedará otra que colarnos por sus conductos de ventilación, hackear las miles de cámaras repartidas por la ciudad y desactivar todos los sistemas de seguridad que puedan interponerse en nuestro camino. Así, tanto el conjunto de sus posibilidades como lo vívido de su universo confluyen de forma fantástica para crear una experiencia creíble, tensa y estimulante.
El mundo procedural de la obra de ColePowered es lo que más especial lo hace, pero también es un arma de doble filo. Más allá de unos menús algo enrevesados a los que te terminas acostumbrando, la aleatoriedad también puede llegar a ponérnoslo demasiado fácil o, al contrario, entorpecer la dinámica a la hora de encontrar algunas pistas y acertar cuál de ellas es la que no nos llevará a un callejón sin salida. Que no se entienda mal: está claro que la gracia de una investigación está en que algunas cosas no salgan como queremos y que no todo es lo que parece, pero se pueden llegar a producir tramos de juego demasiado largos sin que sintamos que estamos progresando. Por suerte, Shadows of Doubt no destaca precisamente por sus problemas, y su inminente lanzamiento no nos hará esperar mucho para exprimir todas sus virtudes.
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Llevo un tiempo siguiéndole la pista, y muy mal tienen que salir las cosas para que no acabe siendo mi juego del año. Que ganazas.
Descripción de mi segunda partida:
– Voy al frigorífico de mi apartamento a ver qué contiene, y me zampo la carne de ternera procesada que encuentro
– Por lo visto comerla cruda no me sienta demasiado bien, así que paso a tener el estado «náuseas»
– Llego mareado al retrete, donde mi personaje vomita. Adió al estado «náuseas», pero ahora me dice que huelo mal y necesito una ducha
– Lamentablemente mi apartamento no tiene, así que decido seguir con el caso que estoy investigando
– Llego al piso donde se encuentra la víctima, aunque al poco de comenzar las pesquisas aparecen dos policías en el lugar
– Me escondo debajo de una cama. Los policías tardan en irse, ya que no dejan de repetir que algo apesta en esa casa
– Cuando por fin vuelvo a estar sólo me meto a la ansiada ducha, lo que me quita el mal olor pero me hace estar mojado. El frío de la calle, junto a la humedad de mi ropa, comienzan a restarme salud hasta que me muero tirado en la acera
GOTY
@robertopg
¡Esa era la otra forma hacer la reseña! Jajaja
Gracias por compartirlo 🥲