«Los juegos adultos son esto: juegos con mensaje que te plantean preguntas y te hacen pensar»

El mensaje de GYLT está más vivo que nunca. El título de Tequila Works se estrenó a finales de 2019 como el primer exclusivo de Stadia, la plataforma en la nube de Google que anunció su final el año pasado y, ante la incertidumbre, podía significar la desaparición de los títulos que se habían quedado dentro del servicio. Por suerte, esto no era una preocupación para Raúl Rubio, CEO y CCO del estudio madrileño, puesto que pudieron hacerse con los derechos del juego un par de años atrás y tenían claro que GYLT tendría una segunda vida fuera de la nube.

GYLT tiene como protagonista a Sally, una niña de 11 años que sufre bullying (o, mejor, «acoso escolar»; aquí, como con «crunch», el préstamo del inglés le resta algo de peso e importancia al asunto) y que tendrá que encontrar a su prima Emily, desaparecida tiempo atrás en extrañas circunstancias. En su búsqueda, muy pronto acabará llegando a un mundo de pesadilla representado por su propio colegio, una especie de versión hostil y sombría de un lugar que, para muchos niños y niñas, no dista tanto de la oscuridad que presenta el título de Tequila Works, tan certero en la metáfora como nos tiene acostumbrados. La realidad, confirma la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), que más de uno de cada diez niños en España fue víctima de acoso en 2021, y el 21,8% reconoce que pudo participar en algún caso sin ni siquiera darse cuenta.

Muchas de estas situaciones las protagoniza el ciberacoso, una expresión de este maltrato que solemos asociar con videojuegos y que, en GYLT, es un tema que se muestra con dureza pero con cuidado porque, como en la mayoría de estas obras reivindicativas, la inspiración llega desde dentro. «Es verdad que el tema del acoso escolar no ha dejado de estar vigente durante todo este tiempo; yo también tengo un hijo y vivo el mismo miedo, pero curiosamente el proceso es un poco distinto porque cuando estamos haciendo el juego sí que estaba basado en una experiencia personal de Guillermo [Moreno], uno de los artistas», nos cuenta Raúl.

De hecho, ese punto de partida fue solo el primer paso dentro de una ejecución concienzuda y cuidadosa que acompañaban pedagogos y psicólogos infantiles durante el desarrollo con la idea de no frivolizar ni restar importancia al acoso escolar. El juego dirigido por David Canela está lleno de situaciones duras, explícitas y que conseguirían poner en tensión a cualquiera, pero que no pervierten el mensaje ni incomodan más de la cuenta, sino que, más bien, entienden y acompañan. Es más: toda situación incómoda, en realidad, es intencionada. «Durante el desarrollo nos dimos cuenta de que muchos de nosotros habíamos o sufrido o sido acosadores en el colegio sin darnos cuenta», confiesa el fundador de Tequila, tras su trato con estos profesionales. «Muchas cosas entran en perspectiva y, al crecer, te das cuenta de que los problemas de la guardería siguen siendo los mismos durante toda la vida, solo cambia la escala (y, lógicamente, esa escala se puede volver terrible). Hay gente que es cruel y hay gente que quizás tiene una tendencia a no expresar sus sentimientos y callarse, pero te diría que sigue estando de relevancia».

Por supuesto, los datos de ANAR confirman que la digitalización tras la pandemia ha hecho que disminuyan los casos de acoso escolar dentro de las aulas, pero lo cierto es que este problema está lejos de erradicarse porque, de una forma u otra, esta forma de maltrato aprovecha esta evolución para encontrar vías a través de las que atacar. Raúl, de hecho, nos habla de que la pérdida de socialización que trajo consigo la pandemia ha sido un retroceso para muchos niños y adolescentes. «Han perdido esas ganas de ir a jugar con otros niños a su casa o al parque. Ahora todo se hace online y el anonimato que produce ese componente de aislamiento y de distancia hace más sencillo el acoso, mucho más directo y fácil».

El acercamiento de GYLT al acoso a través del terror sigue la filosofía de Tequila a la hora de tratar todos sus temas, con simbologías precisas y claras que no pretenden ser rebuscadas y, mucho menos, establecer juicios y pecar de paternalistas con quien está a los mandos. No necesita hacer uso de la violencia explícita, el gore o la acción directa porque sus metáforas van más allá de lo representativo y nos permiten expresarnos tal y como decidamos. «En cierto modo», explica Raúl, «es terapéutico y una herramienta», porque son nuestras propias acciones las que nos retratan. «Al final del juego si tú te reconoces y si te identificas con eso, bien; si crees que no, pues puedes volver a jugar y cambiar las cosas. Para nosotros, los juegos adultos son esto: juegos con mensaje, que te plantean preguntas y te hacen pensar, no tanto explosiones y domingas (perdón la expresión); eso es más adolescente, no adulto. Eso es lo que crees tú que es de mayores cuando no lo eres».

Si quieres saber más sobre GYLT, puedes escuchar la entrevista completa a Raúl Rubio en la última Pildorita que hemos publicado en nuestro Patreon. En ella, ahondamos en su lanzamiento para Stadia y el fin del servicio, su enfoque sobre el acoso escolar y el futuro inminente de Tequila Works con Song of Nunu: A League of Legends Story.

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