La representación de la historia a través de la cultura audiovisual lleva varios años obsesionando a Alberto Venegas Ramos. En particular este historiador eligió el videojuego como campo de estudio, fijando en este medio —y más o menos a partir de la publicación en 2020 de Pasado interactivo— su inquietud por estudiar y problematizar la imagen del ayer que este ha cultivado a lo largo de su breve trayectoria. En Pasado interactivo resultó ser un territorio fecundo, sirviendo para que el escritor acuñara una terminología propia —con los «retrolugares», espacios sacados del tiempo susceptibles de ser ocupados como si de un parque temático se tratara, a la cabeza— y siguiera desarrollando la investigación en publicaciones posteriores como Protestas interactivas con Shangrila o, nuevamente bajo el paraguas de Sans Soleil, Pasado virtual.
Pantallas de la memoria: Cómo y por qué las imágenes digitales transforman nuestra idea de la historia podría suponer tanto la culminación de este trabajo como la promesa de una vasta expansión. El motivo es que Venegas Ramos amplía el foco. Sin dejar de prestarle atención a los videojuegos procede a examinar otras manifestaciones audiovisuales como el cine, la realidad virtual o incluso los memes, siempre presente su preocupación por rastrear cómo en todas ellas se proyecta una determinada imagen del pasado. Al contrario de lo que pudiera parecer, con tal amplitud del sujeto de estudio, Pantallas de la memoria es un libro extremadamente sintético, que ofrece una panorámica satisfactoria de todos estos medios. El escritor lo logra a partir del establecimiento de un concepto unitario y transversal, del que emana todo: la «imagen interactiva». Alrededor de su ontología, sus implicaciones y sus usos, conversamos con Venegas.
Hablemos del concepto «imagen interactiva», que en Pantallas de la memoria agrupa cine, videojuegos, realidad virtual e incluso memes. ¿Fue algo con lo que te topaste en anteriores investigaciones?
En efecto supe de la imagen interactiva a través de otros trabajos, pero sobre todo fue un libro de Lev Manovich, El lenguaje de los medios: La imagen en la era digital, el que encauzó mi estudio. Aquí Manovich no hace distinción entre medios, sino que habla del ordenador como un «metamedio» capaz de reflejar, representar o ejecutar por sí mismo distintos medios. A partir de ahí pensé en que podía intentar extrapolar este funcionamiento a representaciones históricas. Comprobar si con el pasado funciona del mismo modo.
La imagen interactiva es la que emiten videojuegos y películas. Obras que normalmente, si hablamos de superproducciones históricas, no muestran una gran preocupación por la historia en sí…
Las superproducciones no tienen por qué ser rigurosas históricamente, pero cuando tratas asuntos de calado creo que se debería intentar darle voz a quienes no la tuvieron: no convertirlo todo en un espectáculo como hacen tantos blockbusters. En mi libro alerto contra la banalización del pasado y su conversión en parque de atracciones de la historia. Si yo reflejo una Segunda Guerra Mundial, un conflicto donde dos tercios de la población que sufrieron y murieron eran civiles, lo suyo es que si se intenta representar fielmente este pasado… se muestren civiles. Pero en ningún gran videojuego de la Segunda Guerra Mundial aparecen civiles. Hay muchas formas distintas de abordar el pasado, pero todo debería reducirse a un «qué quiero decir» sobre ese pasado. Tener una tesis y volcarla en imágenes.
Al hilo de una saga como Age of Empires sostienes que muchos videojuegos suscriben una cierta forma de leer la historia en función al progreso constante, a una linealidad atribuible a la Modernidad. Una lectura que muchos historiadores tuvieron que matizar en función a la sucesión de conflictos y genocidios que tuvimos en el siglo XX.
En efecto muchos videojuegos nos incitan a pensar en la historia como un progreso infinito hacia un mundo mejor. Mi videojuego favorito es Europa Universalis IV, y lo considero dañino para entender la historia porque te la refleja en términos de constante expansión. En Europa Universalis IV, si pasas tiempo sin acometer ningún conflicto armado, te penalizan. La estabilidad se castiga. Y es algo que no solo está en este videojuego, sino en todas partes: el discurso de la superación, de ser más fuerte, ser más feliz, comer mejor, aprovechar mejor el tiempo… es algo que tenemos en nuestro día a día. Las redes sociales, sobre todo las más visuales como Instagram, lo promueven. «Vive como esta persona, sé capaz de llegar a eso, compra esto para conseguirlo». Es algo que sufrimos continuamente, porque genera una ansiedad brutal de no lograr ese progreso, y también es algo instalado en cómo leemos la historia. Porque queremos verla como algo que va de peor a mejor y, ¿dónde está lo mejor? Donde estamos nosotros. Nosotros seríamos la cima de lo que ha venido antes y no pensamos que quizá seamos solo un eslabón, o que no siempre vaya todo hacia arriba.
En el videojuego se da el caso de que no solo nace como juego, sino como tecnología. En la tecnología siempre va a haber un progreso, se mide así. Esta consola «es más potente» que la generación anterior, así que será más cara. Pero más potente, ¿para qué? Para mover videojuegos que son en sí mismo más potentes. ¿Cuántas comparativas acerca de los gráficos hay en YouTube? Muchas veces medimos muchas obras en base al fotorrealismo, que no es más que un muestrario de la potencia tecnológica que tiene el dispositivo o la empresa de turno. El videojuego siempre va a tener esa idea de progreso, de ir a más. La gran mayoría de juegos clásicos se distribuyen por niveles que superar. Las obras culturales son un reflejo de su tiempo, y el tiempo que nos ha tocado vivir es uno marcado por lo competitivo… aunque se le puede dar la vuelta. Está el movimiento del slow gaming. Videojuegos como Cities: Skyline tienen una faceta de progreso, pero también otra de estabilidad, de generar un entorno estable. O walking simulators estilo What Remains of Edith Finch. Confío en que este tipo de experiencias tengan cada vez más impacto en el medio.
Has mencionado el fotorrealismo, que en el libro destacas como una propiedad muy preciada a la hora de que las imágenes interactivas se comuniquen con el público. ¿De dónde crees que viene esa afinidad?
El fotorrealismo es una pretensión muy antigua, un anhelo de la humanidad desde hace siglos. De hecho la realidad virtual no es más que eso: avancemos hacia la capacidad de entrar en la imagen e interactuar con ella. Era algo que muchos inventos del siglo XIX intentaron desarrollar, empezando por la fotografía y el cine. Seguimos en ese camino, y el intento de mostrar las cosas de la forma más realista posible nos conduce al «más real que lo real» que decía Jean Baudrillard. La saga Avatar describe por ejemplo un mundo de fantasía pero su capacidad fotorrealista ha sido lo más aplaudido. En cuanto a la causa profunda de este anhelo… no estoy seguro. Sonsoles Hernández, o anteriormente Vilém Flusser, han hablado en términos de intentar dominar la naturaleza, o incluso de recrearla y ponerla a nuestro servicio. Lo que al fin y al cabo no es más que el tipo de cine que representa Avatar o la realidad virtual, que es el paso siguiente.
La complejidad técnica del fotorrealismo solo es posible en industrias o países de gran desarrollo. Teniendo en cuenta su vínculo con la imagen interactiva, ¿dirías que esta está cooptada totalmente por el poder?
En el caso de las que tienen un nivel de producción muy alto, desde luego. Requieren de inversiones que difícilmente van a generar países sin determinada infraestructura. Una forma sencilla de entenderlo, por volver a Avatar, es preguntarse si sería posible rodar Avatar 3 en España, con tecnología o patentes españolas. La imagen interactiva de gran producción siempre suscribe una desigualdad, generalmente con respecto a EE.UU., aunque actualmente otras industrias estén próximas a alcanzarla: por ejemplo la cinematografía china, con un nivel de producción que empieza a equipararse al estadounidense con sus propios discursos. Durante un tiempo va a mantenerse la asimetría, pero hay otras variables que menciono en el libro. Otras formas de reflejar el verismo a partir de imágenes de mala calidad, más descuidadas, que digan «esto es real, porque no está tan trabajado como otras películas».
Una expresión de imagen interactiva que te preocupa especialmente en Pantallas de la memoria es el meme: una unidad mínima de significado, que puede transformarse en arma política.
El meme vive gracias a llamar nuestra atención. ¿Y por qué llama nuestra atención? Porque entendemos su significado, conocemos sus referentes. Y lo compartimos porque nos genera una reacción, positiva o negativa. Este tipo de imágenes pueden parecernos irrelevantes, pero miden las corrientes de opinión. La capacidad de estas imágenes para estar vivas depende de eso, de que sepamos lo que quieren decir y nos merezca una opinión, así que han de acudir a un nivel básico y reducir su significado histórico y político. En las elecciones estadounidenses pudimos ver a Donald Trump vestido de miliciano de la Guerra de la Independencia, porque de esa forma se le vinculaba con ciertos ideales. Es importante porque ahora mismo en EE.UU. hay grupos paramilitares y de extrema derecha con ese imaginario.
Pero en España lo hemos visto también con Vox. ¿Cuántos memes hemos visto de Santiago Abascal disfrazado como un caballero medieval? De hecho, ¿dónde empezaron una campaña electoral? En Covadonga, buscando el vínculo con la figura de Don Pelayo. Los memes se están ligando a un significado histórico con intereses ultraderechistas: lo hemos visto también con partidos de Alemania e Italia, y a la vista está no les ha ido mal. No asociaría el éxito de estas formaciones a los memes, pero es una herramienta que han utilizado. Volviendo a Donald Trump, lo vimos perfectamente en el Capitolio: sus asaltantes eran memes con patas, llevando a la rana Pepe en sus banderas.
En una entrevista previa con Marta Trivi comentabas que hoy día «la figura del historiador es irrelevante», pero ¿no reflejan este tipo de problemáticas que es más necesaria e importante que nunca?
Los usos nacionalistas del pasado existen desde siempre, no es un fenómeno nuevo. El problema ahora, o lo novedoso, es la intensidad de la imagen. La intensidad con la que nos llega. Hay gente trabajando en oficinas que pasa mirando la pantalla 11 horas cada día. Yo soy profesor de Secundaria, y ningún alumno pasa menos de 4 horas al día alejado de su teléfono móvil. Esa intensidad de la pantalla y la imagen antes no existía, y la tarea del historiador debería ser preocuparse por estos usos de la historia y criticarlos, o por lo menos matizarlos. El problema estriba en dónde hacerlo. En redes sociales es imposible, porque el discurso que premian es uno rápido y fragmentario, muchas veces violento, que no permite expresar argumentos extensos. Normalmente la pantalla no premia artículos de más de 3.000 palabras, y en esto volvemos a la imagen interactiva: esa imagen rápida, ligera.
Los vídeos cada vez duran menos, las escenas de las películas más populares son más rápidas y breves. James Williams, en Clics contra la humanidad, nos habla de cómo la conquista de la distracción debe ser una de nuestras preocupaciones fundamentales como sociedad: debemos alejarnos de estas distracciones para concentrarnos y leer, e intentar debatir. Pero estamos distraídos, nuestra capacidad de retención y atención es cada vez más reducida. Lo veo perfectamente en mis alumnos: o los estimulas a cada momento o los pierdes. Sin embargo, ¿cuál es la respuesta de los historiadores frente a esto?
(Muestra un libro ridículamente voluminoso)
1.500 páginas. Y ese es uno de los problemas. Tenemos que variar los formatos, adaptarnos a ellos. El problema es que el contenido que premia este formato no es el adecuado para una reflexión o una documentación.
Al final del libro defiendes que los historiadores deben estudiar la imagen interactiva utilizando los medios que esta ofrece, a la vez que detectas dificultades imposibles de sortear en esta oferta…
La conservación de la historia en Internet es un problema de primera magnitud. Porque Internet no es un archivo, sino un escaparate. Justo en el libro hablo del caso de la biblioteca de Internet Archive como recurso, y justo acaban de demandarla las grandes editoriales y es probable que cierre. Con lo cual perderemos un fondo de documentación impresionante, y nuestra sociedad será cada vez más amnésica. El acceso a la información y la capacidad de almacenaje y archivo es un problema que antes o después hay que enfrentar.
Y entre los historiadores hay preocupación, claro, pero no se le da la suficiente importancia. Diría que el oficio de historiador, a nivel más académico o universitario, está muy cerrado sobre sí mismo. Demasiado enfocado a los propios miembros de ese gremio. Es cierto que en las redes sociales hay mucha divulgación. También hay editoriales que apuestan por esa divulgación. Pero sus obras requieren tiempo, y en el caso de las redes sociales tengo la sensación de que se le habla a un público ya convencido. Es complicado acceder a otros públicos y es aún más complicado mantener conversaciones en redes sociales que puedan llevar esa divulgación a campos masivos. También está esa consideración de la historia en nuestras sociedades como un entretenimiento, una evasión que no sirve para nada; si acaso, para escribir novelas o hacer series de televisión. Pero la historia sirve para distinguir los malos usos, los más políticos, los ultranacionalistas, las lecturas interesadas. Las personas que intentan hablar de eso no son tenidas en cuenta porque molestan y no apoyan a ningún grupo: al intentar mediar se quedan en tierra de nadie y son una molestia para todos.
Pero la historia sigue teniendo importancia. Por ejemplo en la Rusia actual. En Rusia hay una preocupación espectacular por el pasado, se están levantando muchísimos monumentos y lanzando iniciativas que apoyen al discurso elaborado por Putin de cara a justificar cosas tan atroces como la invasión de Ucrania. La historia es igual de importante que siempre, pero solo unos pocos se acuerdan de ella y la usan a su favor.
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
elpais.com/anaitgames
anait.com
No entiendo cómo puede gustar esta nueva línea editorial de lo que antaño fue la mejor web de videojuegos de habla hispana. Bueno, viendo cómo ha ido evolucionando el patreon ya se vé que no está gustando tanto (apenas crecimiento desde hace 3 años) y que en discord hay gente que, efectivamente, no está muy de acuerdo.
Se avecinan malos tiempos, en mi opinión.
Hola! Llevo mucho (¿años?) sin comentar por aquí y me gustaría dar mi opinión acerca de ciertas cosas que voy viendo. Para añadir contexto fui Patreon durante varios años y decidí marchar cuando se hizo oídos sordos a comentarios de Patreon acerca de la reestructuración de las tiers y con el cambio de la web el muro desapareció, y con ello gran parte del encanto de la web (interactuar con otros usuarios y con vosotros, «publicar» textos…). Os tengo bastante cariño y os sigo aún, claro.
– Por una parte veo que abundan textos como este, que creo que incluso a pesar de que utilizan de forma muy, muy tangencial y hasta rastrera a los videojuegos porque «he venido aquí a hablar de mi libro» podrían ser interesantes pero a pesar de todo tratan temas a destiempo de los que creo ya se ha hablado (más y mejor) durante años. Este con el tema del Trumpismo y los memes no sé qué interés puede tener a día de hoy, y mucho menos en una página web de videojuegos.
– Por otra parte leo algunos «análisis» que no son análisis, no son crítica ni son mucho más que una diatriba más o menos inconexa que poco o nada (en el caso de Terra Nil, un párrafo) habla del videojuego. Entiendo el concepto subversivo, político y social que tienen los videojuegos para algunos (estoy ahí!) pero creo que hay ciertas líneas y patrones donde puedes establecer el tipo de texto que quieres escribir y, como mínimo, adecuar lo que quieres transmitir al medio que te ocupa para que el texto tenga alguna utilidad real más que la enésima justificación para hablar del libro de realismo mágico neozelandés que me leí la semana pasada.
– Y ya para acabar, entiendo que por algunas polémicas que hubo con los comentarios, trolls y demás, pero veo las interacciones en vuestro foro y los comentarios en la web y me da pánico. Seguramente lo sabréis mejor que yo, pero ¿No creéis que esta línea editorial despierta poco o nulo interés entre vuestros lectores? ¿No os parece que este tipo de contenido tan, tan difuminado y poco relacionado con los videojuegos está haciendo que la gente os lea menos o se interese menos por vuestra web?
Creo que los videojuegos dan para mucho más y que son dignos por sí solos. Que pueden ser el hilo conductor de una conversación sobre cualquier otro tema. Creo que se puede hablar de videojuegos y de la narrativa cinematográfica, pero no le veo interés alguno a mirar un videojuego en el espejo del cine y sólo verlo desde ese punto de vista tan plano, manoseado y poco sugerente. Creo que se puede hablar de política y videojuegos (y creo que lo hacíais muy bien!) pero desde luego no así.
Desde fuera me da la impresión de que se están utilizando los videojuegos de una forma un poco burda para hablar de cosas como el asalto al capitolio, que fue hace dos años y dos meses ya, para vender un libro.
Un saludo y un abrazo!
DAAAAMN, me ha encantado el artículo porque ha sacado de su cueva a los patriotas de la anait más rancia, la que mandaba penes en los foros.
@potajito
Como diría Sempere, el «detector de hijos de puta», no?
@potajito
Como hecho de menos los “me gusta” en los comentarios.
Me sumo a este conato de queja que se ha montado en este artículo.
– Hace tiempo que parece que los juegos, o más concretamente, el acto de jugar, han dejado de ser el centro sobre el que orbita esta web. Se ha optado por un enfoque de crítica cultural que parece basarse en que toda lectura cultural que pueda extraerse de un videojuego está en sus supuestos mensajes ideológicos/artísticos, y que ignora que el propio hecho de jugar también es cultura.
– Análisis como el de Terra Nil es un ejemplo de esto: se crea todo un texto alrededor de por qué las lecturas que se pueden hacer del juego son o no son erróneas (sic) en base a unos valores e ideologías, y se obvia lo que es el juego en sí. Me pregunto qué podrán pensar de este enfoque los autores de la obra, a los que probablemente toda esa parafernalia les resultará como poco chocante, cuando su obra se reduce a la visión ideológica de una persona.
– Aunque parezca lo contrario, no tengo nada en contra de este tipo de textos: al contrario, ¡me encantan!. Las reflexiones de Marta en ese análisis me parecen interesantes, si bien creo que no pueden ser la base del contenido. No se puede hacer crítica cultural exclusivamente leyendo entre líneas, a la par que las propias líneas se ignoran.
– Si bien me he enfocado en ese análisis porque me parece un ejemplo muy significativo, evidentemente hay más textos que parecen indicar este «problema». En su punto más alto, hay casos como este artículo, aquel de Alberto Corona sobre Avatar, o incluso el podcast de la serie de TLOU, que uno no puede sino preguntarse cómo han llegado aquí (estando bien, especialmente esta entrevista, que me parece muy interesante. Lejos de mi intención socavar el libro de Venegas). Su relación con los videojuegos es tangencial en el mejor de los casos. Un altísimo porcentaje de los textos publicados últimamente adolecen de este problema en mayor o menor medida.
– En resumidas cuentas este enfoque a mí me transmite que los videojuegos arrastran un complejo de inferioridad con respecto al cine, y es algo que viniendo del bastión más importante de la crítica de esta industria en castellano, me entristece.
– Dicho todo esto, soy consciente de que tengo poco o ningún derecho a quejarme de nada, ya que ni soy patreon, ni lo fui ni creo que lo vaya a ser nunca. Menos derecho tengo aún de deciros cómo llevar vuestra web. Y, desde luego, no es la intención de este comentario el crear polémica o causar malestar en nadie. Simplemente quería sumarme a lo que parece una opinión que más de uno comparte.
Un abrazo para todos 🙂
Pues a mí me parece excesiva la polémica con los contenidos menos centrados en los juegos… Ésta entrevista es interesante (como ya lo fue la reseña del anterior libro del autor) y sí, la relación con los jueguicos es tangencial como decís.
Pero no creo que el contenido sobre videojuegos vaya para abajo. Esta gente tiene su programa diario de actualidad con resumen aquí en la web, el mejor podcast semanal que te puedes imaginar, hace 2 días hay unas jugosas primeras impresiones de Víctor sobre Diablo IV, acaban de hacer un monográfico de Bayonetta espectacular…
El mismo análisis de Terra Nil que se pone como ejemplo, tiene unas reflexiones bastante profundas y razonadas sobre la conservación del medio ambiente y sus implicaciones políticas y filosóficas… Nos puede parecer que se va por las ramas, pero es que el juego va de eso! Es su tema central, así que no me parece nada descabellado reflexionar sobre ello.
En fin, que no hay ánimo de polemizar, pero creo que Anait es una web madura con un enfoque cultural del videojuego y creo que estos textos enriquecen más el contenido. La verdad, no veo el problema, me parece un poco querer sacar las cosas de quicio
@xandru
Lo siento pero en ese «mejor podcast semanal» que comentas se han escuchado verdaderas salvajadas como desmerecer el proyecto personal (anaitgames) de uno de los fundadores de esta web llamándole privilegiado porque, ojo, sus padres no le obligaron a trabajar y a aportar a la economía familiar y poder jugar a videojuegos.
Espero, al menos, que no defiendas eso porque, para mí, fue una falta de respeto tan monumental que se me quitaron las ganas de seguir escuchando nada.
@lemillos
Hace años que no escucho el podcast pero… joder. Hay que ser miserable para echarle eso en cara a alguien.
@1984
En un preguntitas cuando preguntaron sobre cómo se creó anait o algo así, hace ¿un mes? O así me quiere sonar.
@1984
@lemillos
@raul_pa
Bah… Que va eh, no fue echar en cara, no fue desmerecer el proyecto, y no fue nada negativo ni nada por el estilo.
Se estaba hablando del nacimiento de anait y se comentó un hecho tan evidente que casi ni hacía falta comentar:
Si tienes cargas económicas (el privilegio que es no tenerlas) no puedes centrarte en un proyecto, sea el que sea, ni empresarial ni académico ni de nada. Eso es una realidad y no se dijo a malas ni con segundas ni leches.
Y dudo mucho que a Pep le pudiera molestar lo más mínimo, más que nada porque Pep nunca se ha puesto en plan «yo levante esto de la nada con sudor, sangre y lágrimas», todo lo contrario; siempre dicen que fue algo inesperado fruto del momento y de la suerte (de hecho yo diría que si alguien lo desmerece es Pep con esa modestia exagerada que parece que niega su propio talento) él siempre trasmite humildad en ese sentido.
Ya hay que tener ganas para malinterpretar de esa manera eh, otra explicación no encuentro yo.
@lemillos
¿Cuándo pasó eso? ¿En qué programa? Me gustaría escucharlo porque, contado así, suena demasiado feote, la verdad
@raul_pa
En mi comentario arriba digo cuando
@lemillos
Sé a qué conversación te refieres y me parece exagerado calificarlo de «desmerecer» o «falta de respeto». Y el tono fue cordial y no pareció molestarle a Pep, pero sólo él sabrá si fue tan ofensivo.
@xandru
De todos los adjetivos que hay, esa forma de dirigirse a Pep es muchas cosas pero desde luego no es cordial, al menos para mí.
Y es imposible saber si a Pep le molestó o no, efectivamente sólo el puede decirlo.
@xandru
No es necesario que una persona se ofenda para que se califique de falta de respeto lo que le lanzan. A mi puede darme igual que me llamen «desgraciado», pero no deja de ser una falta de respeto que me lo digan.
En dos palabras: vi-deojuegos
Muy Gangaji ese párrafo xD (anoche estuve jugando a The Witness y tengo reciente ese vídeo de «deja de buscar lo que quieres porque ya lo eres»). En cualquier caso, aunque coincido en parte con la idea, creo que se está simplificando mucho el concepto de cambio de generación, especialmente en nuestros tiempos con foco en subversión de expectativas, triples I, game pass, etc.
Lo hacéis por Pep, que hace poco dijo que la caja de comentarios de la web estaba muy muerta.
Que os he calao…
Yo estoy muy a gusto con lo es anaitgames a día de hoy, no llevo muchos años pero sigue siendo lo que me gusta, leer sobre videojuegos y que me den que pensar, en un tono y a un nivel accesible para mi (reconozco que hay algunos artículos de filosofía que no me caben en la cabeza, pero de otros he aprendido, la verdad). Si que veo un acercamiento progresivo al lado cultureta, pero no al nivel de niveloculto, que no puedo con ellos.
Hasta los usuarios sois interesantes, incluso los trolls (que admito, echo de menos), eran interesantes.
De todos modos, da igual lo que opine, es vuestra web para hacer lo que os guste.
Cuanto lloriqueo en los comentarios no?
Está lleno de gente que os sigue desde hace muchos años y que os quiere mucho, pero ahora se dan cuenta que aquí se escribe diferente que en otros sitios (por suerte)
Nunca dejará de chocarme que «pique» tanto siempre que hay contenido claramente marxista, oye.
@raul_pa
Sobre todo en un artículo sobre lo importante de la imagen, que critica la falta de representación de muertes civiles en videojuegos de la Segunda Guerra Mundial, pero se olvida de mencionar que tras la famosa imagen del Che están los asesinatos sistemáticos de homosexuales. Qué cosas, eh?
Hostia, vaya eje cronológico más molón, meter al Che en la Segunda Guerra Mundial, ahí matando bujarras cuando iba a 1* de ESO. Qué nivel, Maribel.
@raul_pa
Y lo del che y los maricones. Ya se ha cantado bingo.
@raul_pa
Gente que critica que Anait se aleje cada vez más de los videojuegos se queja en el contenido que más se aleja de los videojuegos. Me pinchan y no sangro.
Se os han llenado los comentarios de ofendiditos.
Anaitgames siempre ha sido como es hoy en día. Un espacio cultural de videojuegos, que se habla pues de eso, de sus ramificaciones culturales. Y a quien no le guste tiene 3djuegos. La verdad. Para una web que habla de VIDEOJUEGOS. Además, los muchachos que se habrán quejado serán luego los primeros que digan videojuegos es cultura. Pues si se quiere plantear el videojuegos como elemento cultural, estos textos van de ese palo. Si quieres leer «han metido un personaje con una talla C de pecho en genshin impact» seguro que hay otras webs que se adaptan a ustedes.
Cuántos lloros en los comentarios. Yo estoy muy agusto con lo que hacen tanto en la web como en el Reload
El artículo creo que no es más que un cable echado a un amigo donde se les ha ido la mano con el clickbait. Una flor no hace verano y no me parece que haya realmente un cambio de tendencia en Anait. Pero la gente que sí cree que lo hay y que lo critica, lo ha hecho de forma trespetuosa y dando sus argumentos. No me ha parecido bien como se les ha respondido. Hemos llegado a un punto en el que cualquiera que expresa una queja es, automáticamente, o un hater o un llorón.
@gordobellavista
Luego que por qué tan pocos comentarios. Pues gracias a ese frente defensor de anait que, a pesar de la desaparición de usuarios como joker o fortherepublic, cuenta con nuevos palmeros que han tomado el relevo pero que en vez de enviarte a vandal te envían a 3djuegos
@majinantonio
Iba a decir lo mismo. Si cuando un usuario argumenta una opinión con respeto acerca del contenido de la web directamente salen cuatro o cinco a llamarle rancio, llorón y a mandarle a 3D Juegos con condescendencia pues estamos apañaos… Ha faltado llamarle facha para cantar bingo en Twitter.
Me pone un poco triste que mientras los usuarios reivindiquen que Anait intenta dar un enfoque cultural se socave cualquier opinión disidente. Al final se crea una cámara de eco y la gente se va. Y bastante feo lo de responder con ataques personales una opinión editorial.
@jaimemorales @gordobellavista @majinantonio
Lo cual no deja de ser irónico, porque todas esas webs tienen mucho más contenido dedicado a series, pelis o cómics de lo que jamás ha habido o habrá en Anait. Vaya, que todas esos que se quejan, mejor harían de coger sitio por aquí, que si no les puede dar algo. Porque es eso lo que les molesta, ¿no? que se hable de otra cosa que no sea videojuegos… ¿o es la perspectiva desde la que no se habla de videojuegos lo que les molesta? mmmmm
@el_jugador_medio
No veo nada de irónico en opinar que la línea editorial de tu web de referencia vira hacia un lado u hacia otro, siempre desde una apreciación personal y mientras se exponga con respeto.
Sí veo ironía en abanderar el aspecto cultural de los videojuegos a la vez que mandas a usuarios que llevan una década aquí, o más, a otras webs solo por estar en desacuerdo en cierto punto (y hablo de usuarios, no de la redacción, por si no queda claro). Además con numerosas faltas de respeto, como si fueran ataques personales.
En fin no quería tocar más el tema, yo nunca voy a participar ni de estas quejas (si lo hago lo hago por Patreon) pero desde luego nunca voy a atacar personalmente a quien tenga una crítica.
@jaimemorales
No, lo irónico a lo que me refería era mandar a webs como Vandal o 3Djuegos a usuarios que se quejan del alejamiento de los videojuegos en esta web, cuando en esas a las que se les envía hay muchíiiiiiisima más diversificación de temas.
@el_jugador_medio
Que los espacios multiculturales sean una tendencia global no hace que el caso de anait sea mejor. Hace no tanto (o sí, que el tiempo pasa volando) el propio Pep dijo que le parecía muy mal el cambio de rumbo de Polygon, pionera en esto de empezar a enchufar cosas de Marvel entre análisis y análisis; que webs así empequeñecían el videojuego. Lamentablemente es lo que se está haciendo a día de hoy también desde «su» propia web. Sin un fin meramente comercial y no de manera tan burda como meristation (en menudo pastiche de mierda se ha convertido), pero lo hace, al fin y al cabo.
@orlando_furioso
Eres mi persona favorita de internet de hoy por utilizar el arcaicismo manchego «se estila» y por la referencia fina, fina a Escohotado. Chapeau.
@gordobellavista
Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. Algunos escribimos «en defensa» de ciertos textos (suelen ser de Marta) porque siempre se genera «jaleo» cuando se ve claramente un poso ideológico izquierdista. Pero eso no nos convierte en palmeros ni en ¿faltadores de respeto? automáticamente, al menos yo no creo que lo haya hecho.
Que se tira un poco de chanza y de jocosidad internetera más o menos paradigmática, no se le pone a nadie una pipa en el timbre, leches. Cuando alguien escribe «pues métete en Vandal/Meristation/3Djuegos es un convencionalismo, está queriendo decir (maromenor) «si quieres un análisis de videojuegos tipo gráficos 8, jugabilidad 9, bso 8,… quizá Anait no es el sitio adecuado». Es bastante evidente eso.
Por otra parte, cierto es que los dos usuarios que comenzaron con la crítica en este espacio lo hicieron de forma correcta y cordial. Pero joer, yo creo que cansa un poco el tonillo que siempre tienen esas críticas de «antes Anait molaba» (ímplicitamente se refieren a la Anait preTrivi). Y siempre es en los mismos artículos, cuando algo huele a izquierdismo. Que digo yo, si Pep en Chiclana dice el «T k aias» de Maltorres, no sé a quién le puede sorprender la línea ideológica de este medio, la verdad.
@raul_pa
Me tomo la libertad de contestar porque creo que es interesante aclarar alguna cosa:
– Antes de empezar me quejo de ciertas decisiones acerca de la interactividad de la web (foros, muro) y de decisiones tomadas al respecto de Patreon. También especifico que estoy de acuerdo con la ideología en análisis y concretamente con la visión que suele tener esta web.
– Critico que el tema tratado en el artículo no tiene que ver con Videojuegos y creo que incluso es un tema ya masticado y no se hace una aproximación interesante o reveladora a ello, por lo que creo que carece de valor.
– Critico que en virtud de hacer análisis menos convencionales se desdibuje el texto y acaben siendo diatribas inconexas con un hilo conductor pobre.
– Planteo que esta dinámica hace precisamente que los juegos pasen a un segundo plano y cuestiono si esto implícitamente no resta importancia/dignidad al medio que tanto nos gusta.
A parte del tuyo, hay varios comentarios dando a entender que criticar estas cosa es:
a) Ser de derechas (porque en el fondo lo que digo se interpreta como un discurso ideológico).
b) Ser un machista, un rancio y pasar foto pollas en el foro.
c) Ser un misógino o querer socavar la imagen de Marta Trivi.
d) Querer análisis con «Sonido FX»
¿Te das cuenta de lo desagradable que es y lo inútil que resulta intentar mantener un diálogo al respecto con la mayoría de vosotros? Si opino que un texto es malo, soy facha. Si me quejo de un planteamiento de la web, soy misógino. Si en un análisis se dedican 6 líneas al juego y 40 a hablar de otra cosa, me tengo que ir a Vandal.
Hay maneras mejores, más productivas, más asertivas y más inteligentes de plantear estas cosas, y salvando algunos comentarios (donde se dan argumentos) es de absoluta vergüenza la defensa tan pobre y ridícula que se está haciendo de las cosas en tanto que no es una defensa, es insultar o desmerecer.
Llevo en Anait unos 10 años, he ido a Podcasts presenciales, he sido Patreon durante años, he interactuado con gran parte de esta comunidad de todas las formas posibles, etc, etc, etc, y no tengo que justificar nada sobre mi a estas alturas, yo ya lo siento.
Un saludete!
@molinaro
Bravísimo. Me identifico con esto y nada más que decir.
Gracias.
@molinaro
Muy buena respuesta, la verdad. Precisamente me refería a ti (si te puedo tutear) y a otro usuario cuando comentaba que vuestras críticas han sido cordiales y correctas (en la forma). Y añado que, aunque no esté de acuerdo con el fondo (¿cómo va a estar mascado el tema del trumpismo si justo ahora va a empezar un juicio contra él? Los discípulos de Bannon aquí van a arrasar en las elecciones, es un tema muy vigente) tu texto era una crítica constructiva y la mar de lícita.
Ahora bien, no nos rasguemos las vestiduras ni nos pongamos la tirita antes de la herida. Nadie te ha tachado de machista, ni de misógino ni de facha.
Y digo yo, ¿no se puede hacer crítica de la crítica?
Por otro lado, yo no he sido Patreon pero sí consumo Anait (antes también. Eurogamer) desde hace muchos años, creo que desde que Pixfans «chapó». Era un usuario bastante pasivo hasta que, joer, me cansé mucho de ver las críticas nada constructivas siempre que un texto destilaba «demasiado rojerío/feminazismo». Y estos textos no desmerecen en absoluto el medio, más bien al revés. El medio es arte, y toda expresión humana es, por definición, ideológica.
Creo que el punto álgido fue con lo del Hogwarts Legacy. Ahí decidí manifestarme y ser una voz más que expresa su apoyo a cómo se hacen las cosas aquì. Y eso no me convierte en palmero, cosa que sí podría interpretarse como un insulto (tranquilo que no tengo la piel tan fina, pero podría xD).
Creo que precisamente tú comentabas lo de que este texto tiene una relación muy tangencial con el medio (y tienes toda la razón). Además, ha coincidido con el análisis de Terra Nil. Y claro, otra vez igual, que si no se habla de videojuegos y au. ¿Alguien se imagina un análisis de, yo que sé, Goodbye Lenin o Die Welle y no hablar de ideologìa? Videojuego=arte. Arte=ideología. Silogismo (cutre), videojuego=ideología. No hay más.
Y lo último, si en algún momento te he faltado el respeto a ti o a otro usuario, pues pido disculpas, faltaría más.
@raul_pa
«¿Alguien se imagina un análisis de, yo que sé, Goodbye Lenin o Die Welle y no hablar de ideologìa?»
Pues el día en el que lea un análisis en un medio cinéfilo donde se hable de «Goodbye Lenin» y se trate su ideología política, pero no se hable en la película en sí, pues diré que mal.
Aquí siempre se ha hablado de videojuegos con una perspectiva particular, pero nunca se ha dejado de hablar de los videojuegos en sí. Supongo que de ahí viene la queja.
@molinaro
Bravo.