Hace unos días la asociación ATRAE —Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España— lanzó el guante a estudios y agencias de localización para que acreditaran como es debido a los traductores. Una reclamación que no es nueva, pero que sigue siendo necesaria. Para conocer la situación de cerca, hemos hablado con la comisión de videojuegos de ATRAE sobre la situación actual de los profesionales de la traducción y los derechos que ostentan por su trabajo.
Una de las iniciativas más conocidas de ATRAE lleva tiempo rondando por Twitter bajo el hastag #TranslatorsInTheCredits. Esta iniciativa surgió gracias a Gameloc Gathering, quienes «comenzaron no solo con el hastag, sino también con la visibilización» de esta iniciativa. También colaboró en los primeros pasos la cuenta de CreditsLoc, que se encarga de publicar aquellos juegos «donde las localizadoras no aparecen». Desde ATRAE señalan que el resto de asociaciones de localizadoras se hicieron eco de esta iniciativa y «ampliaron el mensaje» todo lo que pudieron. «Y seguimos haciéndolo».
Una de las claves para amparar el trabajo de las localizadoras radica en las garantías que ofrece la Ley de Propiedad Intelectual, «una serie de protecciones a las autoras (artículo 14.3), como la de decidir cómo y dónde quieren ser reconocidas como autoras de la obra, en este caso la traducción». Este es uno de los derechos que no se suele cumplir en muchos casos, según señalan desde ATRAE. Esto sucede «por la inacción o negativa de las agencias de localización de proporcionar los nombres de sus equipos o por el desconocimiento de los desarrolladores ante este derecho».
Durante meses desde la comisión de videojuegos de ATRAE han tratado de poner el foco en estas garantías de la LPI para que la autoría de los profesionales de la traducción no sea pisoteada. Sin embargo, muchos todavía desconocen sus derechos en relación a la más que necesaria acreditación por el trabajo realizado. Desde la comisión de videojuegos de ATRAE nos comentan que creen que cada vez los localizadores son «más conscientes» y que «la mentira de «cuidado con el NDA» sobre las cláusulas nulas de propiedad intelectual está muy extendida».
Desde ATRAE reconocen como necesario un NDA debido a la protección que la empresa pueda necesitar, pero «un NDA abusivo donde te prohíben hablar hasta el infinito y más allá no es legal en el territorio español». El problema, según la comisión de videojuegos de ATRAE, reside en que «por cada persona que se queja, hay veinte que aceptan estos términos, bien por necesidad o porque no saben que lo que firmen es ilegal en España, por lo que la empresa no ve la necesidad de cambiarlo». Todo esto no ha sido planteado como una reprimenda a las compañeras de profesión, todo lo contrario, es una reprimenda a las empresas que «se aprovechan» del desconocimiento de algunos trabajadores.
Tras estos meses de campaña para concienciar sobre la importancia del #TranslatorsInTheCredits, la comisión de videojuegos de ATRAE ha percibido «una tendencia a acreditar más porque son menos las cartas que tenemos que enviar a los desarrolladores y distribuidoras». Una buena señal, sin duda. Más allá de este dato, podemos observar el análisis que hacen desde ATRAE cada año en relación a los Game Awards: en 2022 «dos de cada cinco juegos acreditaban a sus equipos de localización» y en 2023 esta cifra ascendió a «dos y medio de cada cinco».
Puede que no sea un incremento inmenso, pero es un avance logrado en muy poco tiempo y desde ATRAE saben que «no es una meta que se logre de un día para otro». Puede que cuando ciertos gigantes de la industria sean conscientes de la importancia del asunto el proceso se acelere, como es el caso de Sony, que «apenas se digna a dedicar un agradecimiento a «los equipos de localización»».
En este momento ATRAE se centra en «tener reuniones con desarrolladoras y distribuidoras. Incluso con agencias, si es que se prestan». También tienen otra serie de objetivos a largo plazo como estudiar el asunto de «los derechos remunerados que tienen otras especialidades», aunque se han topado con la falta de otras asociaciones dedicadas a la gestión de derechos que estén dispuestas a colaborar con la comisión de videojuegos de ATRAE.
La entrevista con ATRAE se realizó antes de que los desarrolladores de Minami Lane anunciaran la versión 1.1 de su juego, con la traducción a seis nuevos idiomas —uno de ellos el castellano—. La determinación de los creadores de videojuegos también es un factor clave para quienes se dedican a la localización.
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Muchos se sorprenderían de la cantidad de contratos ilegales que hay por ahí. Hay gente que cree que con poner una firma ya se vende el alma pero lo cierto es que las leyes siempre van antes que cualquier contrato.