Activision ha ganado el juicio contra EngineOwning, un grupo que vendía cheats para varios juegos multijugador, entre ellos Call of Duty. El grupo tendrá que pagar 14,5 millones de dólares por daños y perjuicios, además de los costes del juicio, que están cerca de los 300.000 dólares.
Aunque el grupo no vendía cheats solo para Call of Duty (en su web se habla también de Counter-Strike o Battlefield, entre otros), el juez ha condenado a EngineOwning a entregar la propiedad del dominio de su web, cuyo rastro, imagino, Activision se encargará de borrar de la faz de internet. No es la primera sentencia favorable a Activision que sale de este caso: el año pasado el grupo ya tuvo que pagar 3 millones, también por daños y perjuicios.
La noticia llega pocos días después de que nos enterásemos de que Bungie ganase el juicio por la demanda que interpuso contra AimJunkies, otro grupo que vendía cheats para Destiny 2. Ese caso también viene de lejos: ya en febrero de 2023 AimJunkies tuvo que pagar más de 4 millones de dólares por los daños ocasionados por los motores de cheats que vendía el grupo.
En ambos casos, tanto el de Activision como el de Bungie, las acciones legales se iniciaron en 2022, cuando las compañías buscaban la forma de poner freno al uso de estas herramientas, problemático no solo por su impacto en el juego (que se desequilibra y se vuelve desagradable para quienes no las usan) sino también por la necesidad de gestionar las quejas de la comunidad y de buscar formas de limitar su efectividad o su capacidad de operación.
Es de suponer que las sentencias serán recurridas. Es el caso, de hecho, de las que ya se han dictado; AimJunkies insiste en que usar cheats es legal y ha llegado a acusar a Bungie de violar los términos de su contrato al hacer ingeniería inversa en su software, aunque por ahora los creadores de Destiny, igual que Activision, parece que tienen las de ganar.
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