Acusan a Randy Pitchford de apropiarse de 12 millones de dólares y explotación laboral

Foto: Aurich Lawson – Ars Technica Este fin de semana saltaba una de las primeras polémicas de este 2019: el actual presidente de Gearbox, Randy Pitchford, está envuelto en una causa legal contra el antiguo consejero general del estudio, Wade Callender, y ambos se están acusando el uno al otro de cosas francamente feas relacionadas con el incumplimiento de contratos y, aún peor, la apropiación de dinero ajeno. Callender ha interpuesto de hecho una demanda contra Pitchford en la que afirma que el CEO llegó a un acuerdo secreto con 2K para asegurarse una suerte de «bonus secreto» que agraciaría al ejecutivo con nada menos que 12 millones de dólares y, más grave si cabe, de haber comunicado a la plantilla que consideraba este bonus un adelanto de los royalties que la compañía debía a los empleados, de manera que nadie recibiría este dinero o su valor en dividendos hasta que pagasen, con su trabajo, los bonus de Pitchford. Según ha indagado Jason Schreier en Kotaku, la disputa se remonta hasta hace dos años, cuando Gearbox demandó a Callender por no devolver un dinero del estudio que tomó prestado para financiar costas legales personales, además de otros 300.000 dólares que pidió en concepto de préstamo para comprarse una casa. Parece que Callender no se tomó bien esta acción legal tras más de cuarenta años de amistad con Pitchford y, según Gearbox, habría destruido el contrato legal de préstamo. La compañía también habla de tasas universitarios y gastos personales (hablan de vacaciones familiares, cuota de miembros de un club de tiro, accesorios para armas «e intentar tener unos abdominales six pack») cubiertos con el crédito de la empresa. Parece que esto le sentó regular a Callender, que respondió con su contrademanda en la que acusa a Pitchford de esa apropiación indebida de dinero de la compañía para caprichos personales y también de explotar a sus empleados, además de incumplir los acuerdos en el contrato de trabajo del propio Callender, amén de otros contratos sobre otras cuestiones e incluyendo algunos relacionados con la propiedad inmobiliaria. El texto de la demanda se queda bastante a gusto cuando dice que Pitchford «es un CEO manipulador y en bancarrota moral que explotó vergonzosamente a un viejo amigo, un abogado de Texas y veterano militar llamado Wade Callender», y además ilustra la presunta irresponsabilidad constante de Pitchford con ejemplos como la ocasión en que se olvidó un pendrive USB lleno de información personal de la plantilla, datos de desarrollo y acuerdos con socios en un restaurante de ambientación medieval en Texas. El punto más inquietante de la demanda, tal como subrayan en Eurogamer, es un dato que no figura como cargo acusatorio pero sí parece digno de mención: según el texto, el USB también habría contenido «la colección personal de pornografía infantil de Randy Pitchford». El CEO de Gearbox ha querido atajar rápidamente esta parte del asunto, y aunque corrobora la anécdota del USB en el restaurante, asegura que se trataba de una sola foto y que era de una camgirl apodada Only18, que el vídeo se englobaría en lo que comúnmente se denomina «barely legal»: porno con chicas muy jóvenes y de aspecto muy juvenil pero siempre mayores de edad. La demanda también habla de fiestas privadas organizadas por Pitchford y su mujer financiadas con dinero de la empresa donde, siempre según Callender, hombres adultos se habrían exhibido desnudos ante menores para regocijo y disfrute del CEO. Deade Gearbox han advertido ya que van a tomar acciones legales, una vez más, contra su exempleado, pero esta vez pidiendo un proceso disciplinario como abogado por incluir en la demanda hechos que, dicen, él mismo sabe que no son ciertos. Pitchford ha declarado en redes sociales que estos ataques no tienen base en la verdad ni en la legalidad, y que lo que intenta Callender es sacarle dinero, y que está seguro de que van a ganar en esta batalla legal porque la verdad y la justicia siempre prevalecen en los tribunales.