Anonymous admite la autoría del ataque a PSN y revela por fin su verdadera identidad

Tras el varapalo que supuso para Sony la intrusión de hackers en su base de datos de usuarios de PSN en abril, la gigantesca corporación tokiota siguió con sus investigaciones en la sombra para dar con los responsables de tan sonada debacle. Tras seis meses de profundo rastreo sin ningún resultado más allá de una tímida acusación al colectivo Anonymous, la compañía decidió archivar el caso, reforzar su seguridad y tratar de olvidar el ataque… hasta hoy. Ahora, el presunto grupo internacional de hacktivistas ha desvelado que en realidad se compone de un solo integrante que ha llevado a cabo todas las operaciones. El joven de Burgos que con tan solo 19 años ha puesto en jaque a toda la comunidad de multinacionales desde la habitación que comparte con su hermano (Juanlu, de 15) en casa de sus padres se llama Jesús Bonilla y estudia un ciclo formativo medio de técnico electricista, aunque hace un mes y medio que dejó de acudir a clase porque, afirma, «total, si no hay curro, pa qué». Al ser interrogado sobre el PSNgate, Jesús afirma que el ataque fue totalmente involuntario y que se produjo de forma fortuita mientas manipulaba el cableado del contador eléctrico de su casa, un edificio de dos plantas en la Calle del Pradoluengo:

Mi padre me dijo que ahora que soy electricista tenía que trucarle el contador, que el cuñado de un amigo suyo no pagaba nada de luz o no sé qué. Pero yo no tenía ni puta idea de qué me estaba hablando, así que me puse a cortar y empalmar cables para disimular. Lo que pasa es que se me olvidó avisar a mi hermano, que estaba en la habitación jugando al pro con su colega el Isra en la pley y algo muy jodido se debió de cruzar. Dice el Juanlu que la consola se puso tó loca, que le salió en la tele algo del Federal Bureau de no sé qué con una placa de madero y la apagó corriendo. Vamos, que nos cargamos el pésene pero bien.

La rueda de prensa se cerró cuando un periodista del Daily Mail le cuestionó a Jesús sobre el resto de operaciones tanto de ataque a otros websites como de medidas de presión contra grandes compañías, todos ellos producidos desde el Pentium II que heredó de su tío. El joven respondió encogiéndose de hombros y haciendo una pedorreta con los labios. «Yo qué sé, nano, un virus o algo, ¿no?», espetó. Actualización: Tras corroborar la teoría de Jesús y Juanlu, en Sony han preferido no remover el asunto y se abstendrán de presentar cargos contra la familia burgalesa. Además, fuentes anónimas nos han informado de que a las pocas horas de la confesión, Guantánamo liberaba a un preso que según nuestras indagaciones era la abuela georgiana que el 28 de marzo había dejado sin Internet a toda Armenia durante doce horas al cortar un cable de fibra óptica mientras araba su huerto de zanahorias. Por lo visto la septuagenaria se hallaba bajo sospecha por el PSNgate que se produjo tres semanas después, y llevaba desde entonces siendo interrogada por el servicio de inteligenica estadounidense bajo coacción, vejaciones y tortura física, aunque al recoger su zurrón y colocarse su pañuelo declaró a los numerosos medios que la rodeaban que «aquí en América si que cuidan bien a las ancianitas como yo; si viérais la residencia donde está mi hermana… estos jovencitos tan amables hasta me lavaban la cara con agua diez o doce veces al día, que Dios les bendiga.»