Audiosurf es grande

No me acuerdo en qué lúcido momento me registre en la página de audiosurf, uno de los juegos más interesantes que se dan cita en el IGF de este año y que sale el mes que viene. La cosa es que me han mandado un correo con un acceso a la beta. Y sólo les puedo decir una cosa: es algo muy grande. El gameplay de audiosurf es básicamente un puzzle, solo que en vez de caer las fichas de arriba, vienen por la carretera de tres carriles por la que te desplazas a toda leche. Tiene dos modos de juegos: en el modo de juego mono hay piezas de un sólo color a coger y otras grises a evitar. Y en los otros modos de juego (representados por distintos personajes) hay una gama de colores que van de los más frecuentes (azul) a los más raros (rojo), cada uno de los cuales da distintas puntuaciones al juntar las piezas. Si audiosurf sólo fuese eso, ya sería un muy buen juego de puzzles, bastante original y con una variedad bastante amplia de avatares para seleccionar, cada uno con habilidades distintas. Pero la chicha del juego está en los escenarios, en las carreteras. Éstas se generan según tus archivos de música: las cuestas arriba y las cuestas abajo dependerán de los subidones y bajones de las canciones,y la velocidad, del ritmo de la canción. Es algo infinitamente awesome. Y a eso se le suman los efectos visuales de alrededor, que obviamente también van al ritmo de la música al más puro estilo Rez. No alcanzan la variedad ni el vistosismo de éste, pero dado que los escenarios se generan según cualquier archivo que le metas, es algo esperable y perdonable. Y precisamente según la variedad del tema, los escenarios estarán más o menos guapos, con lo que bucear entre tus gigas y gigas de emepetreses buscando la canción que genere el escenario más vertiginoso también es algo que da a audiosurf muchas papeletas para ser el puto GOTY. Sin duda estamos ante el mejor juego casual que se haya hecho jamás. Una orgía para los sentidos, y el primer título que aspira a coger el testigo de la obra de Mizuguchi con la cabeza bien alta. Sale en febrero.