Hasta ahora, la información se había centrado en dos asuntos: lo que The Bureau: XCOM Declassified había sido antes de esta reencarnación definitiva —el FPS anunciado en 2010, ya sabéis— y el cómo la acción en tercera persona encontrará sitio para la estrategia que define la franquicia. Pero hay más. Con tres horas y pico de partida, descubriendo cómo avanza la historia entre misión y misión, creo tener una idea aproximada de lo que intenta y lo que podría conseguir el juego de 2K Marin.
Las cosas como son: si ya había elementos que nos podían recordar a Mass Effect cuando toca disparar a los alienígenas que nos invaden sin pedir permiso, durante los interludios y los preparativos es poco menos que imposible no pensar en la saga espacial de BioWare. Como William Carter, el nuevo en esta agencia secreta que reparte su tiempo entre detener al enemigo y ocultar la amenaza a la población, charlamos con los colegas de oficina mediante una rueda muy familiar. Puedes elegir el tono de algunas respuestas, pero nada, por ahora, de decisiones y consecuencias; con los diálogos conoces más detalles de esto y de lo otro, claro, y también activas pequeños encargos opcionales dentro de las instalaciones.
La base es algo muy importante en la franquicia, y aquí los guiños son constantes: los ingenieros ya están utilizar la tecnología marciana para construir su platillo volante —un Avenger, claro—, se tarda poco en interrogar al primer bicho y algunos de los documentos que encuentras sobre las mesas son resultados de autopsias. Sin embargo, no parece que vayas a poder hacer obras o opinar sobre la próxima línea de investigación; el Doctor no me lo propone cuando voy a hablar con él.
Pero nada como complicar un poco las cosas para poder juzgar la importancia del componente táctico. En The Bureau no es buena idea ir a lo loco. Sí, cuando ya solo queda uno puedes ir corriendo hacia el extraterrestre y darle dos hostias, pero todas las convenciones del shooter en tercera persona, desde las transiciones entre coberturas hasta las dos armas intercambiables, son solo una parte más de un sistema que ni se entiende ni funciona sin las órdenes y la estrategia. Con un menú radial que ralentiza mucho la acción sin llegar a detenerla, lo cual es una muy buena idea, podemos y debemos decirle a nuestro ingeniero que coloque una mina a ese lado, al de apoyo que nos cubra con un escudo o al francotirador que intente un disparo crítico contra el Sectoide de la punta, porque bastante tengo yo con el Muton que se acerca.
Los enfrentamientos son complicados: la barra de vida es tirando a corta, siempre estamos en inferioridad numérica y la siguiente oleada puede caer del cielo a nuestras espaldas. Esto resulta algo frustrante en cierto momento: tras un prólogo en el que conocemos a dos colegas capaces de ordenar ataques aéreos o desplegar torretas, el trío de nivel uno de la primera misión resulta limitado y aburrido. Casi sin habilidades, los tiempos de enfriamiento se hacen largos y las opciones son limitadas. Por suerte, la cosa mejora pronto: tras tu primer level up ya puedes hacer levitar enemigos y los aliados también se convierten pronto en personas útiles. Y aunque a veces intentan ir a la posición marcada por el camino más peligroso, lo normal es que respondan bien a tus indicaciones y que sepan encontrar un equilibrio entre la cierta autonomía y la necesidad de estar muy pendiente de ellos.
Me ha sorprendido la naturalidad con la que parece coger forma The Bureau, lo bien que mezcla la puntería y los headshots con la calma y la estrategia. Tal vez por eso, la falta de una mano de pintura (como mínimo en PS3, como mínimo en el código preview) me inquieta menos que cierta falta de confianza. Su premisa funciona lo bastante bien, así que debería poder dejar de preocuparse por si es o no un XCOM y recrearse en su ambientación —me gusta el jefe que no para de fumar, me gusta que se te caiga el sombrero tras un impacto y que puedas recogerlo… quiero más de eso, quiero más de los 60. Tengo moderadamente claro que los aliens van a hacer su trabajo, ahora son los humanos los que deben convencerme.
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Pinta muy bien, estoy a punto de terminar XCOM: Enemy Unknown en X360 y me ha parecido de lo más sublime que he jugado últimamente. Espero que con este tenga la misma sensación.
Gran avance.
A este le tengo muchas ganas. MUCHAS.
Muchas ganas.
«Mass Men o Mad Effect» xD se sale @pep_sanchez
Genial avance Pep, me has puesto los dientes muy largos. Espero impaciente el análisis porque le tengo muchas ganas a esto.