Los responsables de Axiom Verge denuncian a BadLand Publishing por impago de deudas

Desde fuera, Axiom Verge es uno de esos indies brillantes que parecen haberlo conseguido todo. El metroidvania, lanzado en 2015, nos pone en la piel de un científico obligado a explorar un mundo alienígena en el que la realidad y los sueños se mezclan de forma muy peligrosa. Desarrollado en solitario por Thomas Happ, el título se publicó originalmente en PlayStation 4 y PC; un año después llegó a Xbox One y Vita, conquistando a la mayoría de jugadores. Más tarde, y gracias a su éxito, conseguía entrar en las plataformas de Nintendo, empezando con Wii U y terminando en Switch. Un juego con un largo recorrido que parece el ejemplo perfecto de hasta dónde puede llegar un pequeño indie con mucha ilusión puesta detrás.

Sin embargo, desde dentro, la historia de Axiom Verge se aleja bastante de la imagen del sueño americano. Sí, Thomas Happ es un desarrollador que, cansado de trabajar para grandes estudios, se decidió a arriesgarlo todo para dedicarse en exclusiva al proyecto que de verdad le apasionaba; pero, a pesar del éxito del mismo, la historia no es tan feliz como podríamos imaginar: según el productor del juego, Dan Adelman, y la distribuidora Limited Run Games, la editora española BadLand Games no ha cumplido con su parte del contrato firmado para la publicación de Axiom Verge, y tiene deudas tanto con Limited Run como con Thomas Happ, que están intentando ser resueltas por la vía judicial.

La noticia, que cada vez se convierte en un escándalo más grande y con más implicados, empezaba de una forma muy sencilla: con el anuncio de una edición física para Wii U de Axiom Verge en Norteamérica, prevista para el próximo 29 de marzo. Como bien señalan en GamesIndustry, el lanzamiento de una edición en disco para una consola obsoleta, cuando el juego ya tiene versión para Switch, parece producto de una toma de decisiones más que cuestionable. Cuando se examina el lanzamiento, descubrimos que es poco más que una obligación contractual hecha de cara a una demanda: la que enfrentará a Limited Run Games y a BadLand.

Limited Run Games vs. BadLand Games

Según Josh Fairhurst, CEO de Limited Run Games (una compañía que se dedica a preparar y distribuir ediciones físicas de juegos indie, así como merchandising específico), su relación con BadLand Games comenzó en 2017, cuando la editora española, que posee los derechos de distribución de Axiom Verge, les contactó para trabajar en una edición física del juego para Wii U con la esperanza de poder hacer lo mismo en un futuro con PS4 y PS Vita. Tal y como establecieron en el contrato, estas tiradas físicas contendrían una versión especial del juego, denominada «Multiverse», y su salida estaría prevista para otoño del 2017.

Con la intención de lanzar al mercado 6.000 copias, Limited Run pagó a BadLand 78.000 dólares por esta versión especial del juego que debería ser entregada, como muy tarde, una semana antes de la fecha de lanzamiento prevista. Pero, en palabras de Fairhurst, a principios de noviembre la comunicación con la distribuidora española se hizo muy difícil, y no fue hasta enero de 2018 cuando BadLand envió a Nintendo lo que iba a ser Axiom Verge: Multiverse para su aprobación. Por problemas legales relacionados con la clasificación por edades en algunos países, la compañía nipona acabó por rechazar esta versión, enviando a BadLand una serie de recomendaciones para adaptar el producto; en Limited Run se desconoce si fueron aplicadas. En marzo del 2018, BadLand Games cesó cualquier tipo de comunicación y, en ese momento, en Limited Run decidieron dejar el asunto en manos de abogados.

El representante de Limited Run se llama Brandon Huffman y pertenece a un bufete, Odin Law, que se especializa en representar los intereses de empresas tecnológicas; en especial, en asuntos internacionales. La estrategia de Huffman, según sus declaraciones a GamesIndustry, pasó por dejar de lado a BadLand y comunicarse directamente con su CEO, Luis Quintans. Las conversaciones, según el abogado, le llevaron más de seis meses (de abril a octubre del 2018), durante los cuales Quintans disolvió BadLand Games, liquidó sus assets y redirigió su negocio hacia BadLand Publishing, una compañía diferente que, para Huffman, sigue siendo lo mismo a efectos prácticos, por lo que no ha dudado en demandarla por los 78.000 dólares a los que asciende la deuda con Limited Run, más gastos judiciales y procesales.

Al ser preguntado por GamesIndustry, Quintans admite un error en la forma de llevar la comunicación de la compañía pero se excusa diciendo que la colaboración con Limited Run coincidió en el tiempo con un enorme bache para BadLand. De acuerdo con Quintans, el banco con el que trabajaban los declaró, por error, morosos ante el Banco de España, congelando todos los fondos de la compañía. Debido a la lentitud de la burocracia, este error les hizo perder la campaña navideña y, con ello, entrar en la serie de impagos que les llevó a la liquidación.

Quintans asegura que, a día de hoy, BadLand Games ha pagado el 90 % de la deuda que tenía pendiente y explica que ha ofrecido a Limited Run un plan de pago por plazos que le permitiría abonar el dinero pendiente sin hacer peligrar el negocio, pero Huffman lo ha rechazado. Según el abogado, un estudio pormenorizado de los lanzamientos y el volumen de negocio de BadLand hacen imposible creer que no puedan afrontar este pago. También recuerda que todo el proceso fallido ha llevado a Limited Run a unas pérdidas superiores a los 120.000 dólares.

BadLand Publishing continúa teniendo los derechos de Axiom Verge, y es por eso que, ante el éxito de la pieza de GamesIndustry, Dan Adelman, productor del juego, ha decidido hablar sobre su experiencia con la distribuidora española.

Foto: Hobby Consolas

Axiom Verge vs. BadLand Publishing

El hecho de que los responsables de Axiom Verge hayan interpuesto una demanda por 200.000 dólares contra BadLand Publishing parece ser el menor de los problemas de la compañía. A través de un largo hilo de Twitter, Adelman ha explicado algunos de los detalles de su relación con BadLand y el golpe no da solo en la parte profesional y económica sino que afecta, y gravemente, a la imagen de la compañía.

Adelman afirma que uno de los motivos que les llevaron a trabajar con BadLand fue el hecho de que Quintans se declarara especialmente sensible ante la enfermedad de Alastair, el hijo de Thomas Happ, que sufre de Encefalopatía Ictérica, una afección neurológica causada por niveles muy altos de bilirrubina en el cerebro. Alastair es un bebé con «necesidades especiales» que llevarán asociados altos gastos médicos durante toda su vida. Como dice Adelman, la oferta de Quintans era difícil de rechazar: BadLand se ofrecía a igualar la propuesta de cualquier otra distribuidora, añadiendo un 75 % de sus propias ganancias, que irían a parar directamente al Fondo Alastair Happ, creado como colchón económico para los futuros gastos del pequeño.

Pero BadLand no cumplió en ningún momento su contrato. Fueron Happ y Adelman los que se encargaron de pagar de su propio bolsillo a todos los proveedores relacionados con las diferentes ediciones en marcha en Norteamérica pero, con la versión Europea por delante, y siguiendo la misma estrategia que con Limited Run, BadLand cortó toda comunicación con sus socios y no solo no pagó los costes asociados, tal y como especificaba su contrato, sino que en ningún momento entregaron al fondo fiduciario del hijo de Happ el dinero prometido, por lo que, aun sin saber dónde se ha firmado el contrato y según la ley española vigente, podría haber incurrido en delito de estafa.

El sábado 16, un día después de que Dan Adelman compartiera su experiencia, Luís Quintans, CEO de BadLand y presidente de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV), publicó un comunicado en el que responde a algunas de las acusaciones de Josh Fairhurst, Brandon Huffman y Dan Adelman.

BadLand, DEV y las consecuencias en la industria española

Quintans comienza su defensa admitiendo que la deuda (asumimos que tanto la contraída con Limited Run como con Axiom Verge) existe, pero dice que nunca se ha negado a pagarla y asegura tener documentos que lo prueban. Aunque Quintans no detalla a qué tipos de documentos se refiere, es fácil asumir que habla de los acuerdos de pago por plazos que Huffman rechazaba en el artículo de GamesIndustry. Posteriormente, y tal y como comentó a la misma página web, el CEO explica que ante las dificultades que atravesaba la distribuidora se priorizó salvar la compañía y a los trabajadores por delante del pago de las deudas. Aunque acepta un fallo en la comunicación, Quintans subraya que Limited Run tiene responsabilidad en la situación actual al haber «dificultado los pagos».

Lo cierto es que el comunicado de Quintans no es solo ambiguo y torpe, sino problemático desde el punto de vista de las relaciones públicas. El CEO no solo no comenta nada de sus negocios con Adelman y Happ sino que confunde el nombre del fideicomiso al que debería haber hecho la donación (lo llama Fundación Tom Happ en vez de Alastair Happ), y parece querer comparar la situación de su hijo, «que ha necesitado medicación hasta los cuatro años», con una enfermedad grave y rara que necesita tratamiento de por vida en un país donde no existe la sanidad pública. Quintans menciona unas donaciones a Juegaterapia, una fundación especializada en aliviar a niños con cáncer su estancia en el hospital, que, por muy necesarias que fueran, no tienen nada que ver con el fideicomiso de Alastair Happ, con el que tiene la deuda, y termina su texto amenazando con represalias legales a «todo aquel» que vierta información «inveraz o falsa» sobre el caso.

Por desgracia, las acusaciones de Limited Run Games y Axiom Verge no se limitan a la figura de Quintans como profesional de los negocios o a BadLand Publishing como empresa sino que se extienden por toda la industria del desarrollo español. Quintans es el actual presidente de DEV, la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, que, entre otras ocupaciones, se encarga de publicar el Libro Blanco del Desarrollo y promover distintas acciones relacionadas con la internacionalización del desarrollo español. DEV, como comentan nuestros compañeros de GameReport, representa a numerosos estudios nacionales, muchos de los cuales no han dudado en expresar su descontento ante la situación.

Sin embargo, y aunque esta no es la primera vez que DEV se enfrenta a graves acusaciones contra su presidente —el anterior, Ignacio Pérez Dolset tuvo que renunciar a su puesto tras ser imputado por corrupción—, la Asociación ha optado por reducir su comunicación a un tweet en el que aseguran que la Junta Directiva se reunirá tras la GDC. Mientras tanto, en San Francisco, DEV sigue presente en el Pabellón de España de ICEX como representantes de nuestra industria.