Cliffy B. y Notch se lían a navajazos por Oculus Rift; Carmack observa y espera

De Clifford Bleszinski nadie debería sorprenderse por una declaraciones un poco subiditas de humos, con algún toque peyorativo, para afianzar su papel de estrellita del rock de la industria. Lleva toda la vida comportándose así. Pero que Notch se ponga al mismo nivel, esto ya es algo que no entraba en el guion y nos alegra, no sabéis cuánto, un lunes de noticias más bien regular. Poco después de que el gurú sueco se enfangase hasta el cuello dejando claro que se desvinculaba de Oculus Rift tras haber sido adquirida por Facebook porque, textualmente, le daba yuyu, Cliffy no tardó en valorar la decisión en su blog personal:

Tu dispositivo es tan bueno como la tienda y la comunidad a su alrededor. Si los usuarios no lanzan dinero contra la pantalla y los desarrolladores no pueden publicar su trabajo, el aparato acabará siendo un bluf. Facebook puede ayudar en esta tema, además de tener un alcance de millones de usuarios. Notch, tu cancelación de Minecraft [para Oculus Rift] te hace parecer un niño enrabietado que decide recoger su balón e irse a casa. Es una actitud mezquina y malcriada y me entristece mucho.

El sueco, permitidme la broma imbécil, no se hizo el sueco y tardó poco en responderle por Twitter:

CliffyB, uno de los inversores de Oculus, me llama «niño enrabietado» por cancelar el asunto Minecraft. Ahí le has dado. Por cierto, el «balón que recojo y me llevo a casa» era una versión potencialmente gratuita de Minecraft diseñada para promocionar la Realidad Virtual.

Las acusaciones de Cliffy quizá no sean de niño enrabietado pero sí de quinceañero resabiado, pero al fin y al cabo es su dinero el que está en juego y tiene derecho a estar molesto si alguien le tira mierda a Oculus. Por su parte, Notch ha patinado en todo este tema desde el principio: primero, anunciando a bombo y platillo que se rompía una negociación de la que nadie sabía nada y que, por tanto, no era necesario airear; y segundo, por una nueva muestra de populismo descarado, hablando de un hipotético Minecraft gratuito para meterse a la gente en el bolsillo. Así que muy mal, los dos de cara a la pared. Por su parte, John Carmack parece estar diciéndonos que ya tiene los huevos muy negros para este tipo de circos y peleas de niñatos, y da una nueva lección de moderación e inteligencia con sus declaraciones:

Que los titanes se involucren enseguida es inevitable, y las preguntas importantes son con quién nos asociamos y hasta qué punto. Sinceramente no esperaba lo de Facebook, o al menos tan pronto. Tengo cero trasfondo personal con ellos, y se me ocurren otras compañías con las que podría tener sinergías más obvias. Aun así, tengo razones para creer que ellos ven el panorama completo igual que yo, y serán una fuerza potente para contribuir en ello. No te comprometes en algo así en un santiamén. No soy de los que dice «la privacidad ya no existe, te aguantas», y respeto mucho a la gente que quiere permanecer sin ser observada, pero eso significa perderse muchas oportunidades. La idea de que las compañías deberían interactuar contigo y dejar de prestarte atención nunca me ha parecido muy cuerda. Centrarse en los datos es algo positivo para la mayoría de empresas. Todo el mundo habla bien de la innovación creativa y el liderazgo que traen el éxito, y reniega de las compañías que acaban mal por fijarse solo en los datos, pero el análisis frío de datos en increíblemente importante, y yo tengo a pensar que el mundo será un lugar mejor con más y mejor análisis de datos.