Aunque muchos críticos y periodistas de videojuegos abogan por eliminar la etiqueta walking simulator debido a sus orígenes satíricos, yo creo que lo mejor sería reivindicarla. Como pasa con la gran mayoría de géneros (especialmente dentro del videojuego) esta definición es totalmente artificial y, sin embargo, resulta práctica para indicar exactamente de lo que hablamos. No obstante, lo de walking resulta inexacto para juegos como Bird Of Passage que recurren a la atmósfera densa, la calma y la intención narrativa común en la etiqueta pero desde una posición mucho más cómoda. En vez de andar, Bird of Passage nos sitúa como copilotos en un extraño taxi.
El juego, desarrollado por el estudio italiano Space Blackyard (garantía de calidad siempre) nos invita a recorrer las calles de Tokio en una noche especialmente lluviosa. En la piel de un extraño ser coronado por un enorme ojo, podremos subir a diferentes taxis y escuchar las pequeñas anécdotas de sus conductores, así como aconsejarles o ayudarles si lo creemos necesario. A pesar de su corta duración, Bird Of Passage narra una historia interesante, inspirada por el folclore japonés, que necesitará de varias vueltas para desenvolverse en su totalidad.
Bird Of Passage, al igual que juegos como Glitchhikers, del que ya habló Fran en su momento, o el próximo Neo Cab coinciden en utilizar a su favor la indefensión de la figura del piloto o copiloto (atrapado en un espacio cerrado con un acompañante y sin nada que hacer) para indagar en el poder de las conversaciones y hacernos reflexionar desde la tranquilidad sobre temas de interés para los desarrolladores. Más allá de eso, suponen una experiencia y la oportunidad para desconectar, literalmente, dejándose llevar.
Bird Of Passage puede descargarse en Itch.io a cambio de la aportación económica que creamos conveniente.
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El juego es más o menos pasivo hasta que te cruzas con uno de Cabify y se convierte en un hack’n slash.
peseto loco dlc please
@majinantonio
En Japón no toleran a los evasores de impuestos, y no puedes vender algo viejo como »lo modenno» porque allí literalmente inventan lo moderno, luego como mucho se podrá convertir en un simulador de ser cortés y hospitalario hasta el asco, Omotenashi, que dirían ellos.
Si vomitas, game over.
Qué chulada.
Espero que tengan los míticos pañitos cosidos de los taxis de alli. Y creemos que nuestros taxistas son horteras… Vete a Japón!