El CEO de Riot Games enfrenta una demanda por discriminación y acoso sexual

Nicolo Laurent, CEO de Riot Games, ha sido acusado de discriminación por género y acoso sexual en una denuncia interpuesta por su antigua asistente personal. La denunciante, Sharon O’Donnell, que trabajó como mano derecha de Laurent entre 2017 y mediados de 2020 señala en su escrito, presentado en la corte de California el pasado 7 de enero, que Laurent desarrollo durante esos tres años un «patrón de acoso» que fue escalando hasta su despido improcedente en julio del 2020. Además de la acusación por acoso sexual, O’Donnel ha señalado a Laurent por discriminación por género, acoso laboral y explotación laboral derivado de no pagar las horas extra correspondientes.

Entre los ejemplos que la denunciante ha dado del comportamiento de Laurent se encuentran la petición de «comportarse de forma más femenina», discutir en un tono sugerente su ropa interior o usar constantemente gritos y un tono condescendiente. En particular, O’Donnell destaca una ocasión en la que, tras pedirle trabajar desde su casa, Laurent le preguntó si «podía manejarlo mientras estaban a solas» y le pidió que «se corriera» por toda su casa aprovechando que no estaba su mujer. Según la denunciante, al no acceder a sus peticiones el comportamiento del CEO se volvió más hostil hasta provocar su despido de la compañía. Entre los ejemplos de acoso laboral, O’Donnell destaca la gran cantidad de horas extra realizadas sin remuneración, así como la negativa de tener descansos para comer tal y como están estipulados por ley.

Al ser preguntada por VICE, la compañía ha confirmado que Laurent seguirá en su puesto hasta la resolución del juicio, que está programado en California y utilizará un jurado popular. «En este caso, porque la denuncia se ha realizado contra un ejecutivo, un comité especial de nuestra Junta Directiva supervisará la investigación que será realizada por una firma de abogados externa. Nuestro CEO ha prometido una cooperación total durante la duración del proceso y nosotros nos comprometemos a que las acusaciones sean exploradas y resultas de forma apropiada». En el resto del comunicado, la compañía defiende el despido de O’Donnell y sugiere que las acusaciones son falsas. En unas declaraciones a GamesIndustry, la compañía se reafirma: «Durante los últimos años el ambiente en el lugar de trabajo ha sido una prioridad y estamos muy orgullosos de decir que hemos tomado los pasos necesarios para hacer de Riot Games un buen lugar de trabajo». 

Esta no es la primera ocasión que Riot Games enfrenta una denuncia por acoso sexual y discriminación de género. En 2018 dos trabajadoras iniciaron una demanda colectiva que, hace tan solo unos meses, se resolvió mediante un acuerdo extrajudicial. También relacionado con la diversidad y el buen ambiente en el espacio de trabajo, cabe destacar que a principios de este año un ejecutivo tuvo que dimitir por una serie de comentarios racistas relacionados con la muerte de George Floyd.