El creador de PUBG planea crear mundos masivos con Prologue y Artemis

Brendan «PlayerUnknown» Greene, creador de PlayerUnknown Battlegrounds, ha hablado sobre sus dos nuevos proyectos, Prologue y Artemis. Tal y como ha contado en su entrevista con GamesBeat, Prologue hará honor a su nombre y será tan solo un punto de partida a través del que pretende llegar a Artemis, un nuevo mundo masivo.

Ambos forman parte del gran proyecto de Greene, que consiste en crear un enorme mundo abierto, con unas dimensiones que ningún otro juego haya podido representar hasta la fecha. Para ello, recientemente dejó Krafton Game Union y fundó su propio estudio, PlayerUnknown Productions. Con su nuevo equipo pretende que Prologue sea un mundo ambientado en los bosques europeos de 64x64km, con un sistema meteorológico realista y una mina de carbón a tamaño real. Nuestra misión será llegar hasta un punto del mapa con las herramientas que esta demostración técnica nos brindará, premisa que incluso el propio Greene ve «bastante aburrida». «Enciende hogueras, tapa las ventanas y mantente abrigado contra la tormenta constante, porque el clima frío te dejará inconsciente. Pero, de nuevo, se trata más de mostrar un mundo coherente con puntos lógicos en los que puedes hacer cosas», describía el director.

Como decía, esto solo será una prueba de un concepto que terminará siendo absorbido por el proyecto Artemis, un juego multijugador masivo en línea con un mapa del tamaño «de un planeta entero», con una gran multitud de sistemas en ejecución al mismo tiempo, como la superpoblación de algunas especies si matamos a una gran cantidad de sus depredadores. Además, explica que le gustaría que el juego fuera lo más difícil y realista posible, para así obligar a los usuarios a cooperar y que obtengan recompensas por hacerlo.

Tal y como explica el propio Greene, esta idea viene inspirada por otros grandes títulos como Red Dead Redemption 2, Rust o incluso DayZ. Sobre este último declaraba haberse sentido frustrado en el momento en el que llegó a los límites de su mapeado. «Joder, hombre, ¿por qué tiene que terminar aquí?», pensaba Greene, probablemente mientras huía despavorido de hordas de zombis.