El desarrollo del nuevo Smash Bros. está convirtiendo a Sakurai en un psicópata

A Masahiro Sakurai le debemos las horas que hemos pasado con Smash Bros., y parece que también el rigor con que se toma su trabajo. Es serio hasta el punto de rozar la psicopatía; según leemos en unos fragmentos de Famitsu traducidos en Polygon, algunas de las cosas que ha hecho de cara al desarrollo del nuevo juego de la serie son mudarse al lado del estudio de Namco Bandai donde se está creando o grabar las reuniones para no tener que depender de notas a la hora de volver a cosas que ya se han tratado. «Llevo viviendo cerca del estudio de desarrollo desde que empezó el desarrollo del nuevo Smash Bros.», explica Sakurai. «Si voy a hacer algo como un Smash Bros., tengo que tomarme todo lo que conlleva seriamente. Perder tiempo en desplazamientos o estar atado a los horarios de los últimos trenes nocturnos ni siquiera entra en cuestión. Así que me mudé aquí temporalmente hasta que el desarrollo termine». «Mi trabajo, generalmente, tiene que ver con la supervisión. El equipo sabe qué quiero en el juego, así que reviso lo que están produciendo y me aseguro de que esté en consonancia con el juego. “Supervisión” puede sonar a que todo lo que hago día a día es mirar cosas, pero no es el caso. El trabajo del equipo se realiza según lo que yo les digo, así que mi objetivo último es hacer ajustes y terminar todo. No sólo compruebo los gráficos, sonido, movimiento, personajes, niveles, modos de juego e interfaces, sino que tengo que cotejarlo con los documentos de diseño que se están usando para crear todo eso». «Cuando trato temas de supervisión con gente, algunas veces con hasta 20 trabajadores a la vez, a menudo hay una cámara grabando todo lo que digo y mando hacer. Sinceramente, no es lo más divertido, porque la gente se corta en frente de una cámara y a nadie le gusta escuchar su propia voz grabada, pero cuando todo está grabado con precisión puedes volver a algo que fue dicho en cualquier momento sin tener que depender de notas vagas». Los días de Sakurai empiezan a las 10 de la mañana, y generalmente, explica, se prolongan durante unas doce horas. Durante las pausas para comer, él y el equipo aprovechan para jugar a cuatro mandos al nuevo Smash Bros., y parece que a Masahiro empieza a dársele bien su propio juego. «En este momento, el nuevo Smash Bros. es divertido, más que Melee o Brawl. De todos modos, tenemos que trabajar para mantener las cosas dinámicos y no pasarnos con el equilibrio. Si vamos a por la igualdad absoluta, no tendrá personalidad. Por cierto, casi siempre gano en estas partidas. Ya no se me da mal, por lo visto». No hay fecha de lanzamiento, pero os recomendamos calmar el ansia pre-Smash Bros. viendo el documental sobre Melee que publicamos ayer.