El dulce amor en God of War III

Ya sabéis todos que, entre batalla y batalla contra los dioses del Olimpo o lo que se tercie, Kratos siempre ha encontrado un momento para desahogarse de formas ligeramente más relajadas y agradables. En los primeros dos juegos, ya gozamos de esos segundos de recreo con algunas voluptuosas casquivanas que nos encontrábamos casi al principio del juego. Y en God of War III la tradición del follaje no se ha perdido. Todo lo contrario, más bien. Por lo que hemos visto, la tercera entrega del periplo de Kratos en su búsqueda de la venganza definitiva viene a ser prácticamente lo mismo que sus antecesores pero mejor y más bruto. Y su escena sexual parece seguir el mismo camino. Seguiremos sin ver a Kratos en plena acción, pero lo cierto es que la recreación en las tres señoritas de escasa moral es más detallada que nunca, además de aparecer hacia el final de la aventura y de tener cierta incidencia en el argumento, dicen. Y yo sólo digo una cosa: ¡Gracias, Dios mío, por las físicas!