El productor de Titanfall asegura que no le importan las ventas

¿A quién le importa si Titanfall vende y da beneficios? A Drew McCoy, productor del juego, parece que no, si nos fiamos de sus recientes declaraciones. «No sé si está teniendo beneficios», ha dicho, «no sé si está cumpliendo con las expectativas de ventas. En verdad, no me importa». ¿Qué le importa, entonces? «Me importa haber trabajado en un juego con el que puedo sentarme y disfrutar jugando. El hecho de que la gente lo disfrute y haya ganado lo suficiente como para que podamos seguir trabajando en él como estudio, eso para mí es un éxito. Hacemos juegos porque los amamos y queremos que otra gente los juegue con nosotros». Es un punto de vista tremendamente idealista en una industria tradicionalmente enamorada de los dólares, los yenes, los euros y hasta las rupias, si se tercia; por una vez, voy a elegir fiarme de McCoy: es refrescante ver a un Ser de Luz hablar entre tantos charcos de vinagre. Tampoco quiere McCoy compararse demasiado con otros, porque no es la idea de Titanfall; ellos quiere, asegura, hacer algo único, no copiar a Battlefield o Call of Duty, e intentar destacar por ese camino. «Ha habido algunos fracasos colosales» en el terreno en el que se mueve Titanfall, explica. «Ha habido juegos que miran a qué es popular y piensan, «oh, si nosotros tenemos esto, la gente comprará nuestro juego». Y luego fracasa completamente, porque no han pillado el motivo por el que el juego era bueno y no han intentado nada nuevo». «Así que espero que lo que Titanfall hace, como jugador y como alguien que quiere que la industria mejore y haga cosas guays, sea intentar nuevas cosas y no simplemente copiar lo que es bueno». Por aquí nos convence. Decía Pep sobre el diseño de Titanfall que es «atractivo por su economía, por cómo se niega a desaprovechar mecánicas o recursos»; se nota veteranía en eso de poner a gente a pegarse tiros entre ellos, claro.