Kickstarter e Indiegogo o la española Verkami son nombres que a cualquier seguidor de la cultura le suenan de algo. Han sido objeto de críticas, en algún momento serán reguladas por un gobierno que se declara liberal, salvo alguna cosa, y también han servido como útero de ideas maravillosas y proyectos brillantes que de otro modo jamás habrían visto la luz. Que haya un lugar donde el amor de todos se una en forma de billetes para materializar los sueños y esperanzas de un tercero siempre será algo conmovedor y positivo, pero esconde un lado oscuro e incómodo del que quiero hablaros hoy.
En el momento de escribir estas líneas, el proyecto de Kickstarter “Ensalada de patata” ya supera los 46.000 dólares entregados por 5.664 backers a falta de 22 días para que acabe. Cada dólar de más es una nueva palmadita en la espalda por haber contado un buen chiste, un brindis al cachondeo. Como dicen en The Awl, la Ensalada de Patata es una utopía humorística que funciona en todas las capas y teorías del humor. Una broma efectiva como ejercicio de surrealismo mongolo pero también como sátira intelectual y concienciada —el uso cada vez más frívolo y cuestionable de Kickstarter—, donde el sistema queda atrapado en su propia parodia —no hay regla o norma en la política de Kickstarter que les sirva para desmontar la campaña— y el que participa entra en un bucle en el que critica una práctica al tiempo que se ridiculiza a sí mismo, lanzando dinero al mar como lo haría un enajenado. La Ensalada se ha convertido en una máquina perfecta capaz de perpetuar su propio chiste, de intensificar las risas cada vez que el contador aumenta un numerito hasta el día mismo en que termine el plazo de financiación.
Como sucede con los Simulator Simulator, el chiste ha buscado reproducirse y autorreplicarse, esta vez con dramático resultado: la Tortilla de patatas de Indiegogo lleva recaudada la friolera de cero dólares en sus dos días de vida. Eso hace todavía más perfecta y eficiente la Ensalada de Patata: la hace irrepetible, literalmente.
Dentro de tres semanas ya nadie recordará la Ensalada, y eso es lo que evita que la broma siga creciendo y termine por devorarnos a todos: que se trata de una plataforma con límite de tiempo para cada proyecto. Pero en los últimos meses el crowdfunding ha avanzado un nuevo eslabón en su evolución. Con el nacimiento y popularización de Patreon —un sistema de crowdfunding que busca financiar el contenido de artistas y creadores de todos los campos de forma regular, con un donativo fijo al mes o por cada nueva obra—, sucede algo mucho más inquietante y cercano que una simple broma de cincuenta mil dólares: pone patas arriba toda una concepción del mercado laboral.
En sí mismo Patreon es un invento maravilloso que cada mes le está pagando un sueldo a autores de tebeos, pintores, escultores, productores de vídeo, músicos y, sí, también articulistas. Tal como advierten en Critical Distance, gente de la prensa del videojuego con enorme talento como Jenn Frank, Kris Ligman, Christopher Franklin, Cara Ellison, Cameron Kunzelman o Zoe Quinn están abriéndose cuentas en Patreon donde sus lectores le dan apoyo económico a cambio de seguir haciendo su trabajo, una especie de fantasía meritocrática hecha realidad donde uno ofrece sus ideas y habilidades directamente a quien van destinadas, sin que líneas editoriales, criterios de SEO o la delirante búsqueda de clicks a cambio de réditos derivados de la publicidad se interpongan en su camino. Patreon es una solución que está destapando las vergüenzas de muchos medios e insuflando dinero, motivación y prestigio sin adulterar en las vidas de muchos articulistas que hasta ahora solo tenían su nómina como indicador de su valía profesional o su subsidio por desempleo como confirmación de su fracaso. La conclusión de muchos freelancers no podía ser más engañosa e injusta: Si estoy en paro es porque algo no estaré haciendo bien.
«Quizá soy mala en esto», decía la veterana periodista de videojuegos Maddy Myers en su blog Metroidpolitan, «no me refiero a escribir o editar, creo que eso se me da bien; quizá soy mala “jugando” al “juego” de trabajar en la prensa del videojuego, de escribir sobre lo “adecuado” en las publicaciones “adecuadas” para ganarme un puesto como redactora». Aquí Myers señala lo más sonrojante del sector: los rankings sobre las tetas más gordas de los videojuegos, la crítica de amiguetes, los cincuenta tráilers al día, los publirreportajes encubiertos, la búsqueda desesperada del click a través de técnicas de SEO o de exprimir polémicas estériles. Y lo más triste: cómo de difícil es ganarse la vida dignamente si no entras en la rueda del mamoneo, sin importar lo bueno que seas y lo duro que trabajes.
La parte contratante de la primera parte será la parte contratante de la primera parte, pero lo que está claro es que contrata poco y mal. Los grandes medios norteamericanos viven bajo la tiranía de los ingresos publicitarios —un monstruo al que ellos mismos han estado alimentando— y de las tendencias del mercado que se pusieron la corbata y se sentaron en el trono de muchas cúpulas a medida que los departamentos de marketing han ido ganando influencia. Las explicaciones en Gamasutra de gente como Keza McDonald, redactora jefe de Kotaku Reino Unido, dan un poco de miedo cuando uno ve hasta qué punto hay gente con una idea muy clara de lo que debe ser la crítica de videojuegos —su responsabilidad de mejorar la industria, de aportar cosas buenas y corregir carencias o defectos; su capacidad de reflexionar, y estimular la reflexión, sobre cualquier faceta de un una obra o autor, de ampliar los prismas y sumar opiniones— que no ejerce (porque no quiere o porque no puede) esas buenas prácticas. De que se utilicen conceptos tan vagos como la diversidad, la necesidad del entretenimiento fácil o lo mucho que ha cambiado el sector para justificar el contenido tóxico, ese que mata opiniones bien argumentadas, entrevistas a mentes brillantes deseando hablar e investigaciones del máximo interés humano a cambio de sembrar notas de prensa y cuentas atrás para teasers de tráilers de DLCs de juegos.
Hay quien dice que YouTube está matando a la crítica de videojuegos, que hay gente con altavoces tan gordos y con ingresos tan brutales que están empezando a acaparar la atención de las distribuidoras, adolescentes millonarios que han dado con la tecla de qué tipo de información sobre videojuegos desea consumir ahora el jugador. Por extraño que parezca, la democracia se ha dado la mano con el capitalismo, y juntos han engendrado una bestia que come suscripciones y caga dinero.
El periodismo escrito es cada vez más minoritario, más marginal, y quizá su única esperanza para sobrevivir sea reinventarse cediendo parte de su dignidad o precisamente aceptar su derrota, recluirse y seguir escribiendo sus contenidos desde las cloacas del sistema; alejarse del capitalismo, como dice Daniel Joseph, romper lazos con los grupos de comunicación y las corporaciones y las grandes compañías y sobre todo con sus motivaciones basadas en los beneficios económicos y la publicidad. Quizá haya que «dejar morir al periodismo entusiasta» y reconvertirlo en periodismo responsable, independiente e íntegro. Puede que Patreon y el crowdfunding no sean la bala de plata que cambia las reglas del juego, pero sí pueden ser la alternativa. O al menos parte de ella. Lo que sí parece claro es que a medio plazo la ensalada de patata tendrá que estar en el menú. Por la salud de todos.
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¡Bravo!
No hay ningún partido liberal en España, ni se le espera. En España, liberal es un insulto, como en los EEUU lo es comunista 🙁
Biba y bravo. Sigan así!
@_konrad_
El PP es teóricamente liberal en términos económicos, ¿no? Por eso privatiza a lo loco.
Escribí, que no es poco, durante un muy corto periodo de tiempo en una web que no nombro por respeto. Me metí ahí para practicar para otras webs, la consideré una web pequeña pero muy bonita (De aspecto) y lo que vi de buenas a primeras me pareció chulo. Al poco tiempo, cosa de unas horas, estaba dentro. No sabéis la de mierda que me he tragado, mierda que yo supongo, es parte de la espina dorsal del «Meriodismo» marcado por notas infladas (Tenían un sistema regulado de notas que no podían bajar del 7-8 ni subir al 10, un locurote) o el mantra «Nosotros no nos vendemos, semos radicales» cuando la redacción eran notas de prensa para conseguir juegos para analizarlos dentro de ese sistema.
No se hasta que punto esto ocurre en las «grandes» pero a mi me dejó completamente destrozado como alguien ingenuo e inexperto que quería
su momento Sixteen Candlesconocer y amar un poco más esta industria se ve envuelto en un caos semejante. Una lástima.Pero no solo pasaba con sospechosas partes de pc siendo objeto de review, o extraños casos de artículos sobre corrientes tanto ideológicas como artísticas en los videojuegos en una página donde «Si sale una noticia el mismo día sobre algo que ya has escrito sobre ello, no la actualices, pon una nueva» sino que mis textos se cambiaban para «adecuarse a las líneas generales de la web» no en el proceso de la entrada como hacemos en EPI sino cuando ya ha sido publicada, leída y comentada. Yo no tenía privilegios para postear sin ton ni son, había alguien que había leído el artículo, le gustó y le dio a enviar. Fantasmas en la redacción.
El tocho viene a cuento de que pienso un poco en la filosofía de ganar dinero haciendo lo mismo una y otra vez, una idea poco práctica si encima tienes a gente como yo que no cobraba nada por ello. Quizás no sé hablar de videojuegos, quizás no sé venderlos como producto…no sé.
No, no lo es. Mis felicitaciones por el artículo.
@rand
Según la Wikipedia: «El Partido Popular (PP) es un partido político español conservador, liberal y centroderechista fundado en 1989.»
Insisto en lo de «en teoría».
A ver, señores, en el texto he puesto que «se declara liberal» y eso es cierto. Que lo sea o no ya es otra historia.
No entiendo esta discusión.
Cuando vi lo de la ensalada, me dije: Kickstarter ha saltado el tiburón.
Lo de Patreon no sé si funcionaría en España
Pase lo que pase yo seguiré informandome sobre este mundillo de los videojuegos gracias a los seres de luz que sois los de Anaitgames.
Enorme el artículo. Me parece muy interesante esta reflexión sobre el periodismo de juegos, la publicidad, la independencia y libertad creativas…
PD: Quiero lo que desayunáis, cabrones, que no dejáis de sacar una perla tras otra en una carrera loca hacia la sobredosis por excelencia.
@rand
Económicamente hablando, sus prácticas lo son, aunque luego la ideología política del partido sea de centro-derecha, he ahí el sinsentido y el porqué de muchas de sus propuestas no funcionen desde la base.
¿En teoría es prohibir el aborto? ¿Rescatar empresas y bancos? Eso ningún liberal lo haría.
Dijiste que privatiza a lo loco. Lo que hace el PP es Capitalismo de amiguetes, crea estatalmente concesiones a empresas. Eso es muy distinto a dejar que sea el mercado quien decida. Si nos fiamos por cómo se declaran ellos, que decías en otro comentario, también podríamos concluir que los de Democracia Nacional no son nazis.
Pase lo que pase en el mundo de los jueguicos, siempre nos quedará Anait.
Muy bien @pinjed. Excelente artículo. Comparto todo lo que dices, y también mantengo esa ambivalencia (con ilusión, eso sí ) respecto a Patreon y al crowdfunding.
Para enriquecer el debate, os cuento mi opinión sobre algo más amplio.
Yo soy uno de esos periodistas que ha visto el monstruo desde dentro y desde fuera. Como asalariado, como parado y como freelance. No hace falta tener una visión interna para darse cuenta de que los conglomerados de comunicación del siglo XX han pasado de pequeñas empresas familiares a gigantes con los pies de barro. Y han colapsado por dos razones principales: El traspaso del debate público a internet y la corrupción del sistema publicitario. Un fin de ciclo.
El problema es que, a pesar de lo ilusionante del modelo de internet, hemos visto que el sistema económico no ha cambiado. Y la publicidad simplemente se ha trasvasado, con todos sus vicios intactos. Con más, incluso. Es el NG+ de internet, cuando las cosas se han puesto verdaderamente serias. Mas rápido, más barato, más cabrón.
A la euforia humanista de la libertad, igualdad y fraternidad online le ha seguido una euforia capitalista mucho más salvaje. Es bastante aterrador, y el fenómeno Youtube lo confirma. Ya no hay modelos nuevos cada 50 años, ni siquiera cada década. Ahora los modelos salen cada dos o tres años, y los grandes conglomerados de riqueza se están dedicando a especular, pura y simplemente, con ellos. La amalgama de inversores-tiburón que sobrevuela los canales de Youtube es un buen ejemplo. Y la ensalada de patata, el mejor. Da igual lo que hagas, simplemente llega el primero, aunque sea dopado hasta las cejas, que los grandes apostadores van a poner toda la pasta en tu caballo. Eso sí, puede que tu caballo se haya muerto en la siguente carrera.
Es lógico pensar que deberíamos buscar un modelo sostenible, basado, como dices, en la meritocracia. Tiene lógica, pero no sé todavía si ese modelo garantiza ingresos suficientes para mantener una estructura sólida. Sigue siendo un sistema inestable, porque todos sabemos lo difícil que es mantener un modelo de suscripción, en el que la gente espera calidad inmaculada y al mínimo error o corriente de opinión negativa, deja de pagar.
Sin embargo, ahí está el ejemplo de webs como eldiario.es, que mantiene un modelo mixto basado en la suscripción y en publicidad controlada.
Por cierto, hablando de webs de juegos; fijaos en el caso de Giantbomb. Un grupo de buenos profesionales que se largaron de Gamespot por el asunto turbio de la review de Kane & Lynch 2. Montan un modelo de suscripción abierto, les va bien, y mamá Gamespot les vuelve a comprar. Vuelta al redil, pero con algo más de independencia, supongo.
El problema siempre es el equilibrio entre la avaricia, la sostenibilidad y la excelencia. Buenos profesionales van a existir siempre. Inversores tambien, se llamen Sociedad Anónima o Backers. El reto es conciliar a ambos en un momento tan explosivo como éste.
@rand
Tiene gracia que digas esto cuando en el artículo lo menciono precisamente para resaltar la contradicción entre cómo se declaran y cómo actúan.
Y no sé qué tiene que ver el aborto con el liberalismo económico. Será que los republicanos ultraliberales americanos no son antiabortistas…
Yo lo dejo aquí, que de todos modos ese no era el tema.
Democracy meets capitalism.
Normal, en el momento que hay dinero.
¿? Dije aborto porque hablábamos de liberalismo en general, no sólo del económico como te empeñas en decir ahora. Lo cierto es que me parece que estás siendo bastante confuso en ese tema.
Y una persona que se considera ultraliberal no puede decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo. No es baladí la diferencia: ¿si se quiere reducir el gobierno a su mínima expresión (que no afecte a la libertad individual) cómo haría luego para prohibirlo? No podría, por eso no sería tan «ultra».
Me alegro por el batacazo que se ha pegado el caradura oportunista de la tortilla.
El artículo de @pinjed es maravilloso, y el aporte de @jetsetwillyiv merecería que le diese(is) forma y lo publicáse(is) como anexo.
Ojalá no estuviese en el curro y pudiese explayarme. Quizá luego.
Que de todo este gran texto alguien se quede con lo de «liberalismo», me parece muy de lector torpe ¿eh?
¿Por qué no se iban a comentar cosas sobre el liberalismo en un artículo que habla precisamente de eso y de la importancia que adquirirá en el futuro?
El crowdfunding, y más en concreto Kickstarter, es válido: Cualquiera puede intentar convencer para que se financie su idea. Hasta aquí no falla nada, porque ideas existen de todos los colores y sabores, y si Kickstarter las censurara (por su contenido) sería un mal sistema.
El problema es el usuario y su criterio. También es libre, vaya por delante, pero en muchos casos no es consciente de que está financiando proyectos inútiles o poco meritorios…pero también está en su derecho.
En relación al videojuego, quiero entender que el motivo por el que sucede esto es por culpa de una carencia cultural al respecto; la prensa (en líneas generales) aplaude el cosplay pechugón, le dedica artículos de 16 páginas a los COD y convierte en religión a las parodias que desprestigian a toda labor escondida tras proyectos que no han triunfado.
Al ser un mundo excesivamente autoparodiado, y mínimamente crítico, se ha conseguido que se financien esas mierdas, que se vendan como churros los bubble-gangers (y demás copias descaradas) y que dejen de tener mérito los creadores (en este país, al menos, no se potencia esa figura, y parece que los juegos los hagan EA o Activisión).
(Los juegos de Platinum no venden, los de Clover tampoco lo hicieron, y jamás un título de Treasure ha sido un superventas (Hasta ICO fracasó en su lanzamiento). Farmville, Ghost o ejemplos parecidos, han triunfado con ingresos infinitos en comparación: no digo que no puedan gustar, o que no contengan cierta gracia, pero son condescendientes, poco imaginativos y sin espíritu) (Con estos ejemplos, ya no extraña que alguien invierta en un simulator simulator o similar, ya que incluso tiene más carisma y gracia que la tendencia actual).
Es por eso que ha explotado un submundo de youtubers y de frikis de los blogs, que intentan recuperar la magia del videojuego, centrarse en sus méritos y evitar ese punto de vista que solo se centra en comercialidades y modas.
En definitiva, y puede que me equivoque, se ha jugado durante años a quitarle mérito a esta gesta, y es por eso que los users financian cualquier mierda: parecen tener el mismo mérito y requerir el mismo esfuerzo que proyectos mucho más legítimos.
La calidad no vende, porque no está estandarizada. Así de simple.
EL artículo: superior, como siempre.
Saludos!!
@rand, al único que veo confundido con el tema eres tú y especialmente confundido con las palabras de @pinjed. Aún así, si quieres, sigue con tu charla sobre el liberalismo, que al menos es entretenida 😀
Me estáis diciendo que hay gente que pagó DE VERDAD por lo de la ensalada?
Yo pensaba que la campaña fallaba automáticamente o algo y que la gente metía el dinero en coña.
@rand
El texto NO va sobre el liberalismo, el aborto y todo lo que has comentado. Lo dicho, torpe lector.
@rand
Creo que estás confundiendo el neoliberalismo, con otros movimientos políticos como el anarquismo.
Pinjed, muy buen artículo. Es un gusto leeros como siempre. Están habiendo muchos cambios gracias a internet, permitiendo que nos saltemos los intermediarios. A ver si seguimos en esta racha de buenos cambios y llegamos a buen puerto.
La verdad, no me explico que se digan esas cosas cuando hay frases en el artículo como: «pone patas arriba toda una concepción del mercado laboral.» ¿Cómo no se va hablar entonces de los sistemas políticos? ¿Cómo no se va a tocar por ejemplo esa «reciente» noticia acerca de las ayudas a las desarrolladoras de videojuegos que quiere realizar el Gobierno? ¿No sería lógico entonces debatir entre otras formas de organización social que requieran muchísimo menos intervencionismo estatal como el crowdfunding?
Brillante y necesario artículo, @pinjed.
Youtube killed the web star.
Un artículo genial.
Muy bien esto, de lo mejor que he leído aquí.
Sobre la pregunta de Gamasutra, que es un poco la base del asunto, yo creo que parte del error de considerar periodismo y lo que se ha escrito siempre sobre videojuegos como una misma cosa.
No es que al periodismo de videojuegos antes le fuese bien y ahora todo sean youtubers diciendo paridas. Lo de los youtubers, publirreportajes, tetas gordas y trailers yo lo veo como la evolución de lo que siempre ha sido la prensa de juegos, llámale Hobby Consolas o Nintendo Power. Luego hay otra cosa, más reciente, que se parece al periodismo. Es difícil ejercerlo, porque el sistema se ha construido en torno a lo primero, la patochada, que encima es lo que vende porque además el público es bastante pueril.
En ese sentido, el periodismo de videojuegos sería lo que son otros periodismos que puedan llamarse así: informaciones contrastadas, críticas independientes, entrevistas en profundidad, artículos desde una perspectiva profesional. Algo más sofisticado para un lector más formado. Y esos son los menos, así que es un concepto que nace del nicho para quedarse en el nicho. Y la decisión del creador de contenido al final viene a ser esa: ¿quiero público masivo o quiero contenido de calidad? Porque hoy por hoy, eso son cosas que no van de la mano y es lo que hay.
Solo añadir una cosa.
El liberalismo como tal sí existe en España, donde está representado por el P-LIB. Otra cosa es que tenga pocos votos, ni diez mil obtuvo en las últimas elecciones. El anterior Partido Liberal se integró en el PP en 1989. En el PP usan el adjetivo liberal cuando les conviene, pero cuando no no tienen reparo en decir otras cosas > http://www.elmundo.es/elmundo/2008/04/19/espana/1208606734.html.
Difícil decir que la política actual del PP sea liberal, cuando ha subido los impuestos más que lo que sugería IU en su programa electoral, o ha realizado un giro conservador en su política abortista.
Aclarar también un detalle lingüistico. En EE.UU a los liberales se les llama «libertarians». Cuando se habla de liberales así a palo seco se relaciona con el término comunista, de ahí esa imagen negativa que alguien comentaba al comienzo de los comentarios (puede comprobarse en Los Simpsons, donde se me viene a la cabeza Homer Simpson diciendo «malditos liberales», refiriéndose a los comunistas, no a los «liberales europeos»).
Para mí sí tiene sentido tratar aunque sucintamente el tema del liberalismo, puesto que el crowdfunding no deja de ser una rama de financiación económica que precisamente huye a priori del control estatal, y que además funciona de contrapeso a las rígidas empresas que se rigen por un modelo capitalista, en eso que algunos llaman desacertadamente neoliberalismo (o liberalismo extremo. Los resultados dañinos que generan estas empresas raramente están regidos por políticas liberales, sino sencillamente por la avaricia, valor extrínseco de ideologías y perteneciente, en cambio, a la propia y aleatoria personalidad humana).
Nada más, un placer leerles sobre todo, discúlpenme los demás, al autor.
Buenas tardes.
http://en.wikipedia.org/wiki/Nolan_Chart
No es tan dificil, chachos.
Asi esta la industria, pocas pero bien sentidas alabanzas cuando se escribe bien y entretenimiento,éxito e inmediatez para personas que hacen un contenido de mierdecilla y chiste en video (que no son todos y los buenos son muy buenos). Videos, programas radiales, podcast y programas de televisión que aun ponen a los videojuegos en el mismo espacio que los avances de la cocina tecnológica. En cuanto a los análisis y la escritura sobre y de videojuegos la cosa se esta convirtiendo en lo que pasa con las revistas de cultura de hoy, unas paginas se están convirtiendo en la Cosmopolitan de mero entretenimiento y otras tratan de ser extremadamente trascendentales tipo Time, pero las charlas coherentes y criticas están quedando relegadas a medios pequeños, locales, con poco publico y aun mas en un pais en donde las cosas hasta ahora empiezan a tener un poco mas de madurez como en la mayoria de LatinoAmerica. Ni mencionar que la versión de Facebook que trae mas atención al publico sirve de verdadera plataforma de lanzamiento para que apoyen nuestra pagina. Perdón por la peyorata pero tremendo articulo. Epéro que algun dia la gente que de verdad me pone a leer sobre videojuegos gane un poquito mas de oportunidades y por que no, de pasta.
@pinjed chico, yo lo entendí a la primera…
Por ahondar un poquito en el off-topic: No sólo el propio PP tiene entre su ideario el liberalismo económico, o entre su equipo de gobierno a liberales declarados como el señor Luís de Guindos, sino que entre sus votantes también hay partidarios del liberalismo más extremo, algunos de los cuales me ha tocado tenerlos cerca y conozco su forma de pensar. Y no, desde luego que no están contentos con la forma de actuar del gobierno en temas como el rescate bankario o el aumento de la presión fiscal que se produjo en 2012
@rand, no es que yo sea el más indicado para defender a @pinjed, pero las cosas como son: no has entendido lo que quería decir. Él se refiere a que el actual gobierno, sobre el papel y no sin cierto pudor, se declara liberal, entre otras cosas. Pero creo que es evidente para todos que no se comporta de esa forma, que se calza la careta liberal o la social a conveniencia, y es algo que el autor del texto deja implícito.
Y no os piquéis por que haya debates paralelos, leches.
Es algo enriquecedor para todos.