Jeremy Soule, veterano compositor de bandas sonoras conocido por su trabajo en The Elder Scrolls o Guild Wars, ha sido acusado públicamente de violación por la artista y diseñadora Nathalie Lawhead, que a través de su blog, en una entrada titulada Calling out my rapist («sacando a la luz a mi violador», en castellano), detalla los abusos que sufrió en 2008 y las consecuencias que tuvieron, personal y profesionalmente.
«Comparto esto con la esperanza de que haya información sobre él para que otras mujeres estén enteradas», escribe Lawhead en la entrada. «Se aprovechó de una chica nueva, inocente y entusiasta, que quería «hacerse un hueco» ofreciendo mucha ayuda y actuando como si fuera a ser un mentor, para después ponerme en una posición en la que él se aprovechaba de mí».
En su largo texto, Lawhead, natural de California, cuenta cómo conoció a Soule mientras trabajaba en Vancouver, en un proyecto que en aquel momento consideraba su puerta de entrada a la industria del videojuego. (El nombre del estudio o de sus directivos no se desvela en el blog.) Según Lawhead, durante los meses próximos su relación de amistad y mentorazgo con Soule fue convirtiéndose en sexual de manera unilateral a medida que el compositor, ya entonces afamado y amigo del jefe de Lawhead, abusaba de su posición con fines intimidatorios:
Me entraba y yo le explicaba que no quería esto, sino una amistad. Él era muy amenazante, y no escuchaba. Me dejó claro que era «él o nada».
Me violó.
Durante todo ese tiempo Jeremy actuó como una víctima, y le echaba la culpa a las mujeres con las que se relacionaba (o a las que forzaba a relacionarse con él) de lo que estaba haciendo.
La situación de Lawhead en ese momento —estaba sola en un país extranjero, Canadá, y las irregularidades en su empresa le hicieron temer por su visado y su situación laboral— hizo que no tomara acciones de ningún tipo contra Soule, con el que posteriormente volvió a cruzarse en 2010, cuando otra empresa con la que estuvo involucrada contrató al compositor para encargarse de la música de su proyecto. En ese momento, según explica Lawhead, Soule utilizó su influencia para hacer que la actitud de sus superiores hacia ella se deteriorase visiblemente, hasta el punto de forzarla a abandonar el proyecto después de que sus condiciones en la empresa empeorasen y la cantidad de trabajo a la que se estaba sometiendo se hiciera insoportable.
La entrada completa se puede encontrar en el blog de Lawhead. En los años posteriores, Lawhead se consiguió labrar un nombre entre la comunidad de desarrollo independiente, gracias a trabajos ampliamente laureados como Tetrageddon Games, Everything is Going to be OK o RUNONCE.
Desde la publicación de Lawhead, la cantante Aeralie Brighton también ha acusado públicamente a Soule de acoso sexual. Según Brighton, el compositor llegó a enviarle un vídeo en el que se le podía ver masturbándose e intentó retirarla de un proyecto en el que iba a trabajar cuando la cantante pidió que su relación fuera estrictamente profesional.
Otros desarrolladores también denuncian abusos
Zoe Quinn, diseñadora narrativa en Heart Machine y creadora de Depression Quest, ha descrito en Twitter los abusos que sufrió por parte de Alec Holowka, diseñador y compositor uno de los responsables de Aquaria o Night in the Woods. Quinn conoció a Holowka poco después de ser víctima de una agresión sexual, explica, y Holowka aprovechó la situación de Quinn para atraerla hacia él y abusar emocionalmente de ella. Los abusos descritos por Quinn sucedieron hace «casi una década», antes de que el exnovio de Quinn publicara el mensaje que inició la campaña de acoso que se conoció como GamerGate, y de la que Quinn fue uno de los principales objetivos.
Varios desarrolladores cercanos a Holowka se han puesto del lado de Quinn. Scott Benson, cocreador de Night in the Woods, dice creer a Quinn a pesar de no ser consciente hasta ahora de las acciones de Holowka. Posteriormente, Benson y Bethany Hockenberry anunciaron a través del Twitter oficial de Night in the Woods su decisión de cortar su relación con Holowka; se ha cancelado un proyecto en desarrollo y la edición física que preparaba Limited Run, aunque el port para iOS (desarrollado por un estudio externo y supervisado por Finji) sigue en marcha. Derek Yu, creador de Spelunky y cocreador de Aquaria, también ha afirmado no conocer la historia hasta ahora, a pesar de considerar «a Alec un amigo» después de haber trabajado juntos. Holowka no ha hecho ninguna declaración en el momento de esta publicación.
Tony Coculuzzi, lead developer de Cuphead y Florence y actual director de Wilder Games, también ha hablado en Twitter sobre cómo Ken Wong, fundador del estudio Mountains y principal responsable de Florence, abusó de él «hasta el punto de la depresión y el suicidio (sic) durante dos años». Según Coculuzzi, la presión a la que Wong le sometió y los abusos de autoridad que sufrió durante el tiempo que trabajó para él (no se especifican fechas, pero debió de ocurrir entre 2016 y 2018) le llevaron a enfermar y desembocaron en un intento de suicidio y la necesidad de recibir tratamiento médico para lidiar con una depresión.
Varias personas han apoyado la historia de Coculuzzi, que también contó que el propio Wong le amenazó con tomar acciones legales si hablaba en público sobre lo que le había ocurrido dentro del estudio.
Wong ha publicado un comunicado oficial en respuesta a la historia de Coculuzzi, en el que se disculpa por el daño provocado y reconoce que «hay muchas cosas que podría haber hecho mejor o de otra manera en esa época». «No sé si hay alguna manera de compensar a mi antiguo empleado por el daño que le hice», escribe. «Desde que se fue, me he esforzado más en hacer una contribución positiva a la cultura laboral de Mountains y para cuidar mejor de mi equipo».
Meg Jayanth, diseñadora narrativa de, entre otros, 80 Days y Boyfriend Dungeon, ha hablado en Twitter sobre los abusos que sufrió por parte de Alexis Kennedy, creador de Cultist Simulator, una conducta presuntamente repetida con numerosas mujeres. Jayanth trabajó con Kennedy en Failbetter, escribiendo Sunless Sea. Según Jayanth (y como han confirmado otras personas, como Leigh Alexander), Kennedy ofreció apoyo y mentorazgo cuando ella estaba empezando su carrera en la industria del videojuego, algo «habitual» en el desarrollador; cuando se ganó su confianza, explica Jayanth, el trato profesional se volvió más personal y Kennedy utilizó su «poder profesional, económico y social para», en palabras de la diseñadora, «explotar sexual y profesionalmente» a Jayanth y otras mujeres.
Kennedy ha respondido a las acusaciones de Jayanth, explicando que ha tenido «un pequeño número de relaciones totalmente consensuales con otra gente de la industria» y que lo que cuenta Jayanth es una «tergiversación maliciosa». «Me he informado y voy a presentar una queja policial sobre lo que parece ser una campaña de acoso», escribe Kennedy en Twitter.
Posteriormente, Olivia Wood, guionista en Failbetter, también ha hablado sobre los presuntos abusos que sufrió por parte de Kennedy. Wood y Kennedy mantuvieron una relación durante dos años, cuando trabajaban juntos; esta relación se mantuvo en secreto durante todo el tiempo. Según Wood, Kennedy le fue infiel en varias ocasiones con distintas personas que eran invitadas al estudio por estar interesadas en trabajar en él; tras terminar su relación, el trato hacia ella cambió y se volvió más agresivo, cuenta. La situación se mantuvo hasta que Kennedy, fundador y CEO de Failbetter, dejó la compañía en 2016. Ni Wood ni Kennedy han querido hacer ningún comentario al respecto cuando han sido contactados por Eurogamer.
No son los únicos desarrolladores que han sido acusados públicamente de abusos, ni parece que vayan a ser los últimos. Tampoco son (aunque la gravedad de lo que cuenta Nathalie Lawhead sí es relativamente inédita, y conviene tomárselo muy en serio) las primeras historias de abusos y acoso sexual que salen a la luz en la industria del videojuego. El año pasado, empleadas y exempleadas de Riot Games denunciaron una cultura laboral sexista y en la que el acoso y la discriminación eran comunes; aunque se tomaron acciones legales contra la compañía, en mayo de este año 150 empleados abandonaron las oficinas de la compañía en protesta por la política interna de arbitraje forzado, habitual hasta hace poco en sitios como Google o Uber y que obliga a llevar en privado las denuncias contra la empresa. Quantic Dream también fue acusada de una cultura laboral «tóxica» en la que eran habituales los comentarios y comportamientos homófobos y sexistas, según fuentes internas que decidieron hacer pública la situación a través de tres medios franceses; el estudio denunció a los medios por difamación, aunque al menos uno de los empleados afectados ganó la denuncia que interpuso hacia la compañía. En mayo de este año, Game Workers Unite y el sindicato francés Solidaires Informatique anunciaron el inicio de una investigación por los supuestos casos de acoso sexual denunciados por trabajadores y extrabajadores del estudio francés.
Si estás sufriendo abusos o los has sufrido en algún momento y necesitas apoyo, puedes ponerte en contacto con FemDevs o con la división española de Game Workers Unite.
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