Blow habla de novedades en Steam y de lo difícil que lo tiene XBLA para llegar ahí

La buena gente de The Penny Arcade Report pasaron un rato largo con Jonathan Blow durante la reciente GDC. Eso sirvió para escribir sobre The Witness de una forma inusualmente inteligible —ahora sí tengo ganas de probarlo— y también para charlar un rato sobre plataformas digitales. El primer problema con el que se topa el pobre tío con su nuevo proyecto tiene que ver con el precio: «En Steam puedo vender un juego a 25 dólares, pero en Xbox Live Arcade no. De hecho, el contrato dice que no puedo controlar el precio en absoluto. Esa canalización artificial hace que la plataforma sea inhóspita para ciertos juegos». El ejemplo no es aleatorio, claro; un precio similar a ese tiene Blow en mente para The Witness, que no será precisamente corto. No le fue mal la cosa con Braid en Xbox Live Arcade, desde luego, y no duda el hombre en decir que es la mejor opción en consolas —«no debería meterme tanto con Microsoft», acaba diciendo, antes de echarse a reír cuando le preguntan por Nintendo—, pero sigue lejos de Steam… y la distancia va a crecer:

Steam ya tiene una buena interfaz. Puedes buscar juegos, hay por ahí cosas de la comunidad, hay recomendaciones… compara eso con Live Arcade, que es de lejos la mejor experiencia digital en consolas, y Steam sigue siendo mucho mejor, es de locos. Y Valve no para. Microsoft se paró casi del todo, y ahora van jodiendo por ahí con la interfaz para Kinect. ¿A quién le importa eso? ¿Alguien lo usa?

Con lo de «no parar» se refiere a mejoras y novedades. Blow estuvo hace poco en una presentación de Valve sobre el futuro de su plataforma. Le gustó lo visto, comenta, y aunque no da pistas sobre ello, sí deja caer que las distintas filosofías pueden marcar aquí la diferencia. Ni los habituales tipos de marketing, ni el Power Point de siempre; allí había desarrolladores indie hablando de sus necesidades y un par de programadores a sueldo de Newell con muchas ganas de escuchar.

Nosotros preguntábamos si se podría hacer algo y ellos lo escribían en su lista de tareas. Es lo opuesto a la burocracia de Microsoft, que se basa en «no podemos hacer eso, no es así como funciona Xbox.» Esa es su respuesta estándar.

Pero Blow no tiene un pelo de fanboy, así que le cuesta poco encontrar el principal problema de Steam: hay demasiadas peticiones y demasiado listillo con ganas de colar juegos sin valor alguno, así que alguna joya se pierde en el demencial proceso de filtrado. Están trabajando en ello, dice.