La versión para Nintendo Switch de Life is Strange: True Colors se publicará el 7 de diciembre, según han anunciado sus responsables.
Esta versión llega unos meses después de las del resto de consolas, que salieron en septiembre; la fecha de diciembre hace referencia a la versión digital, por cierto: la física, que también está planeada, se va al 25 de febrero.
No es el único Life is Strange que llegará a Switch próximamente. En febrero del año que viene se publicará también una Remastered Collection que incluye el Life is Strange original y su secuela, Before the Storm, remozados y actualizados. Imagino que estos retoques se notarán más en plataformas de nueva generación (sale también en PlayStation, Xbox y PC), pero en todo caso supone la llegada de estos juegos a la híbrida de Nintendo.
En True Colors se cuenta la historia de Alex, una chica huérfana con el poder de conectar con los sentimientos de la gente que sale adelante en un pueblecito de montaña en Colorado. No sin pocos cambios sustanciales en la fórmula de Life is Strange, esta tercera parte combina algunas decisiones no siempre igual de acertadas con una ambientación sólida y en la que no faltan las historias interesantes; como decía Marta en su análisis:
Conforme pasamos más tiempo en Haven más idílico nos parece. Los personajes, especialmente los secundarios, tienen un carisma y unas historias interesantes que nos invitan a conocerlos poco a poco, olvidándonos incluso de las necesidades de la historia principal. La vida en el pueblo, así como sus costumbres y peculiaridades, se van revelando a buen ritmo culminando en un encantador tercer capítulo que podría funcionar (al estilo de The Awesome Adventures of Captain Spirit) como un inolvidable standalone.
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Los antetítulos de Víctor son la definición pura de Cheff Kiss
Toda la campaña de marketing de este juego me dio tal nivel de cringe que ni el análisis de Marta me convenció para catarlo.
Sin embargo, parece que cuando algo cae en Switch, todo pero desaparece. Es una suerte de placebo imbatible: uno siente que si lo juega en Switch, malo será que no rente, quizá porque cualquier excusa es buena para pasar más rato con la hibrida, o quizá porque Nintendo nos ha acostumbrado a tragar, o quizá porque somos tontos (o quizá las tres a un tiempo).
Vamos, que con la excusa, lo voy a catar (teniendo presente sobre todo aquello de “si tu fav es el primero, redondea para arriba”).