Los creadores de Dishonored creen que va siendo hora de probar cosas nuevas

Julien Roby, productor ejecutivo de Dishonored, cree que no debemos esperar, como suele creerse que es lo más apropiado, a que empiece un nuevo ciclo de consolas para empezar a lanzar propiedades intelectuales nuevas: la gente está «hambrienta» de cualquier cosa que no sean secuelas, y cree que mientras se hagan juegos buenos el riesgo será bajo. «Miras al catálogo para esta Navidad y es como no sé qué seis, no se cuál cinco, no se qué siete. Creo que la gente está hambrienta de cosas nuevas, en serio. Algo nuevo en términos de universo. Algo nuevo en términos de jugabilidad. Algo nuevo en términos visuales», dice Julien Roby. Tampoco cree que sea muchísimo más arriesgado lanzar algo totalmente nuevo que reincidir en una franquicia conocida, que la gente ya conozca y quiera:

Creo que mientras el juego sea bueno, sea o no una propiedad intelectual nueva, si el juego es bueno, se lleva una buena crítica y se vende correctamente, la gente le echará un vistazo.

Aunque estoy totalmente con él en lo relativo a la necesidad de sangre nueva en el catálogo de propiedades intelectuales de los videojuegos, creo que es muy naïf creer que si algo es bueno, la inversión se verá correspondida con unas ventas suficientemente buenas. No por nada: simplemente es por cómo la realidad, cuando hablamos de la relación entre el interés jugable o artístico de un juego nuevo y cómo lo trata la gente cuando llega a las tiendas, nos usa a todos como saco de boxeo, sin piedad alguna. A Dishonored, eso sí, le deseo todísimo lo mejor; lo jugué, recordemos, el otro día y me gustó mucho todo lo que vi.