Microsoft anuncia la compra de Obsidian e inXile

Durante su conferencia en el evento X018, Microsoft acaba de anunciar que comprará (en futuro, lo que significa que la cosa debe de estar cerradísima pero sin firmar) dos estudios con solera como son Obsidian e inXile. Si bien de la primera ya teníamos rumores muy sólidos que aseguraban que esa operación era cuestión de tiempo, con lo de inXile sí que nos han pegado en los morros en lo que quizá sea la sorpresa más grande de las pocas que han aparecido por el tinglado. Y es que si la adquisición de inXile ya sería importante por sí sola, porque al fin y al cabo se trata del estudio de Brian Fargo que desarrolló cosas como The Bard’s Tale, Wasteland 2 o Torment: Tides of Numenera, el hecho de que la operación se lleve a cabo paralelamente con la compra de Obsidian multiplica la relevancia del asunto. Ambas son las grandes responsables del renacer del rolazo europeo por excelencia, las dos tienen comunidades muy afianzadas y en los dos casos el boom del crowdfunding les ha ayudado a financiar éxitos recientes y sobre todo a despejar las dudas sobre un nicho que llevaba hibernando varios años y ahora ha vuelto con salud de hierro. La intención de Microsoft parece clara: quieren comerse de un bocado una de las partes más activas y celebradas del juego de PC, quizá como medida para reforzar precisamente esa plataforma en la que Windows sigue ostentando prácticamente el monopolio, pero quién sabe si quizá también para utilizar todo ese potencial creativo (el chorro de franquicias que pueden juntar entre ambas no es ninguna tontería) en su consola actual o sus futuras plataformas domésticas. Desde luego, quien prefiera que este tipo de estudios sean independientes tiene hoy motivos para estar muy enfadados, porque el pez gordo se acaba de comer a los dos pequeños y ahora todo depende de Microsoft. Si Phil Spencer es tan buena gente como parece y les deja hacer sin presiones ni malas caras, ambos estudios pueden estar celebrando un futuro de estabilidad económica sin preocupaciones, que en los tiempos que corren no es poca cosa.